Revista Ecos de Asia

“Minari” (2020): El triunfo de la sencillez

La primavera nos trae, como cada año, en su tranquilizador transcurrir ajeno a restricciones y contagios, el tan ansiado florecimiento de la industria del cine que supone la temporada de premios. El pasado 1 de marzo se dio el pistoletazo de salida con la ceremonia de los Globos de Oro, el día 8 se entregaron los Premios de la Crítica Cinematográfica (Critics’ Choice Awards) y el pasado domingo día 14 la actriz india Priyanka Chopra Jonas, junto a su marido Nick, anunciaba los nominados a los Premios Oscar, cuya ceremonia de entrega el 26 de abril supone el colofón a esta estación de galardones del celuloide, precedida el 11 de abril por su homólogo británico, los BAFTA (British Academy Film Awards). Ya habrá tiempo en otros artículos de analizar la presencia asiática en estos diversos eventos, pero si hay un nombre que sigue saliendo a colación de modo constante es el de Minari. Historia de mi familia (2020),[1] que además llegó a los cines españoles el pasado 12 de marzo, por lo que desde Ecos de Asia no podíamos dejar escapar la oportunidad de dedicarle unas líneas.

Cartel promocional de la película.

Minari es una película independiente estadounidense escrita y dirigida por Lee Isaac Chung. La historia, ambientada en la Arkansas rural de los años ochenta, se centra en la vida de un niño y su familia a medida que superan juntos los pequeños y grandes dramas de su experiencia como inmigrantes asiáticos en el sur de Estados Unidos. Aunque combina elementos de ficción y otros extraídos de experiencias comunes a otros inmigrantes, el contenido parcialmente autobiográfico del filme (más evidente aún gracias al subtítulo otorgado en su traducción española) le otorga un carácter intimista y una sensibilidad que se percibe en cada toma, elevando las vicisitudes de todo un colectivo como es el de los asiáticos estadounidenses a las cotas de arte, lo que la ha llevado a ser reconocida y alabada por la crítica a nivel internacional.

Conviene establecer, antes de adentrarnos en un análisis más profundo, las peculiaridades que rodean al título de la película: Minari, que hace referencia a una planta bastante común en la gastronomía asiática (a veces conocida como perejil japonés o apio chino). La propia abuela del director la plantó cuando llegó a Estados Unidos desde Corea y su principal característica es que, tras morir después del primer año, vuelve a crecer más fuerte en su segunda temporada, y es entonces cuando se recolecta.[2] Esta persistencia y capacidad de renacer es sin duda una metáfora que hace referencia, no solo a los protagonistas del filme, que tras cada golpe recibido consiguen rehacerse y seguir adelante, sino también de forma más universal al fenómeno migratorio, puesto que los inmigrantes deben, tras ser “trasplantados” en una nueva tierra fértil, superar las adversidades que dejaron atrás y “florecer” de nuevo.

Del mismo modo que las raíces de esta planta, la trama de la película se va extendiendo de forma silenciosa pero irremediable en torno a un tema del que van surgiendo ramificaciones a medida que nos desplazamos lentamente por el metraje. No podemos determinar una estructura lineal, un nudo o conflicto que resolver, ni mucho menos un clímax que lleve a la conclusión de los problemas planteados. Muy al contrario, los acontecimientos se suceden unos tras otros, con un ritmo lento (tan del gusto de los cineastas coreanos como de los jurados internacionales, al parecer), como el pasar de los días, dejando en el espectador la sensación de que el drama es inevitable y, hagan lo que hagan, las cosas no pueden salirles bien a nuestros protagonistas.

Imagen promocional de la película.

La acción se inicia cuando el cabeza de familia, Jacob (interpretado por Steven Yeun, actor surcoreano criado en Michigan y conocido por interpretar a Glenn Rhee en The Walking Dead, y al que también vimos en la peculiar Okja, 2017) decide que deben mudarse al sur dejando atrás la costa oeste para asentarse en las fértiles tierras de Arkansas. Su aspiración no es otra que la de dejar su empleo como sexador de pollos y convertirse en agricultor. Su mujer, Monica (a quien da vida la actriz surcoreana Yeri Han, a la que vimos en Haemoo, 2014) se muestra decepcionada ante este desarraigo, tratando de buscar consuelo en la iglesia pero topándose con serias dificultades para integrarse en una comunidad sureña donde ella y su familia resultan objetos exóticos, dignos de escarnio en lugar de la aceptación que Monica tanto anhela.

La pareja tiene dos hijos: Anne (Noel Cho) y David (Alan S. Kim), pero los problemas de corazón del pequeño suman una dificultad más a la ecuación familiar. Superada por las circunstancias, Monica decidirá entonces que su madre se mude a vivir con ellos, y así es como llega al hogar la abuela Soonja (Youn Yuh-jung), quien deberá dormir en la habitación de David, generando nuevas tensiones familiares. Lo cierto es que el personaje de la abuela supone un contrapunto cómico que contrasta con la sosegada circunspección del resto de acontecimientos, generando algunas de las mejores escenas del filme.

Los problemas económicos, raciales y de salud se van sucediendo con naturalidad, generando un mosaico de vicisitudes ante las que la familia deberá decidir si se resquebraja para siempre, o si decide unirse para resurgir, como el minari, aún más fuerte.

Los hermanos David (Alan S. Kim) y Anne (Noel Cho) en un momento del filme.

Aquellos espectadores habituados a los ritmos contemplativos y el preciosismo visual del cine coreano, disfrutarán de la exquisita manufactura de Minari y sabrán apreciar su lenguaje, lleno de metáforas e introspección. Elementos que otros cinéfilos pueden encontrar meramente irrelevantes o incluso soporíferos. A pesar de todo, la increíblemente cuidada ambientación ochentera y los sentimientos universales de perseverancia y unidad que evoca resultan atractivos para cualquiera que desee sumergirse en su pausada narrativa y juzgar por sí mismo si verdaderamente merece todos los premios que ya tiene en su haber… y los que están por llegar.

 

Para saber más:

 

Notas:

[1] Minari. Historia de mi familia (2020) País: Estados Unidos. Dirección: Lee Isaac Chung. Guion: Lee Isaac Chung. Música: Emile Mosseri. Fotografía: Lachlan Milne. Reparto: Steven Yeun, Han Ye-ri, Youn Yuh-jung, Alan S. Kim, Noel Cho, Will Patton, Scott Haze, Eric Starkey, Esther Moon. Productora: Plan B Entertainment. Distribuidora: A24.

[2] Uno de los protagonistas de la película, Steven Yeun, relató esta historia en una entrevista con Stephen Colbert en el programa The Late Show, donde también comentó la correcta pronunciación de la palabra “minari”. Un fragmento de esta entrevista puede verse en Youtube.

avatar Laura Martínez (173 Posts)

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza y Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte de la misma, con especialización en Cine. Actualmente realiza estudios de Doctorado en la Universidad de La Rioja.


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