Revista Ecos de Asia

Nuevos modelos de masculinidad IV: Una vuelta de tuerca a la madurez

En entregas anteriores, nos hemos aproximado a las muy distintas visiones de personajes masculinos que nos aporta el manga y el anime, algunas de ellas siguiendo un modelo tradicional mientras que otras ofrecen nuevas perspectivas que intentan ir más allá de las representaciones prototípicas. En el presente texto vamos a hablar de las consideraciones y tratamiento de personajes más maduros, adultos, partiendo de su papel como guía o modelo a seguir para, a día de hoy, llegar a convertirse en el interés amoroso de una adolescente, centrándonos en el caso de Amor es cuando cesa la lluvia.

Hay que decir, en primer lugar, que la presencia de personajes adultos es mucho más reducida si la comparamos con jóvenes o incluso adolescentes, de tal manera que muchas veces va a venir determinada por las demografías. Es habitual que en aquellas obras destinadas al público adulto masculino (seinen) y femenino (josei) aparezcan figuras más mayores con el fin de que el público al que, en teoría, van destinadas pueda sentirse identificado con ellas. En otros casos, la inclusión de estos rangos de edad viene limitada a roles muy concretos, siendo con frecuencia maestros, modelos a los que se pretende aspirar o incluso meras caricaturas a las que se asocian características como la perversión. Hasta ahora a lo largo de esta serie nos hemos referido a obras destinadas a un público femenino que, fundamentalmente, pertenecen al shôjo, y es que, como veremos en este caso, resultan más interesantes las interpretaciones e ideas que se han incluido en obras cada vez más recientes, de modo que un hombre adulto pasa de ser, sobre todo, la representación de un pervertido con un diseño más simple que roza la caricatura, a representar papeles diferentes y más complejos.

En esta imagen, perteneciente al anime Paradise Kiss, podemos ver a George y Yukari. A pesar de que entre ambos existe una cierta diferencia de edad, la estética de la obra juega a favor de ambos personajes.

Bien es verdad, como ya hemos comentado, que en títulos pertenecientes al josei vamos a encontrarnos a hombres adultos como objeto romántico o de deseo. A título de ejemplo, podemos mencionar algunas de las obras de Ai Yazawa como es el caso de Nana y Paradise Kiss. Refiriéndonos a la primera, ya encontramos a dos protagonistas mayores de edad (ambas tienen veinte años) y, por ende, sus parejas o intereses románticos tendrán unas edades parecidas o un poco superiores. Hay que decir que son dos factores los que le aportan ligereza a esta diferencia: en primer lugar, partimos de que es más sutil y reducida, lo que se refleja en el aspecto físico, ya que no dejan de ser chicos jóvenes que, en mayor o menor medida, se aproximan a las representaciones más típicas que comentábamos en la primera entrega de esta serie. En segundo lugar, todos los personajes son mayores de edad, por lo que no se está cometiendo ningún tipo de ilegalidad y, realmente, está socialmente mejor considerado y se le da menos importancia cuando la diferencia de edad se da entre personas más mayores, tanto por las cuestiones legales que hemos comentado anteriormente como por el hecho de que se presupone una mayor madurez en ambos casos. Por otro lado, en Paradise Kiss, vemos cómo la protagonista es una estudiante de instituto, Yukari, que, por azares del destino, se ve involucrada con un grupo de estudiantes de diseño de moda (mayores que ella), actuando para ellos como su modelo e iniciando una relación con el diseñador principal, George. Aquí nos encontramos  con elementos bastante similares, una mujer que acaba de cumplir los dieciocho años y un hombre que, como mucho, la superará en un par. Igualmente, resulta favorecedor el tratamiento y diseño de los personajes, que resalta esa diferencia, pero es algo sutil que no deja de poner de relieve la juventud de ambos.

Imagen perteneciente al manga de Sakura Cazadora de cartas en la que podemos ver a Rika acompañada de su profesor.

Y es que bien es verdad que la estética y tratamiento de los personajes masculinos va a ser un factor tremendamente determinante. Otro ejemplo que se refiere a esto es el que encontramos en Sakura, Cazadora de cartas, donde una de las amigas de la protagonista, Rika Sasaki, está enamorada de su profesor, Yoshiyuki Terada, que, a su vez, la corresponde. En este caso las diferencias físicas son más que evidentes, ya que se trata de un adulto y una niña de apenas doce años. Pero si algo podemos destacar del dibujo de las CLAMP es su belleza y preciosismo, así como el hecho de que todos y cada uno de los personajes que nacen de sus manos son bellos, de tal modo que adultos, como el docente que nos ocupa o el propio padre de Sakura, podrían pasar perfectamente por adolescentes, gracias a ese factor estético que comentamos. Otro elemento que caracteriza a este grupo de autoras es su capacidad para explorar distintos modelos relacionales, sexualidades y, muchas veces, romper diversos roles de género; por ello, no es de extrañar la decisión de incluir la relación entre ambos personajes vista como algo positivo, y, por supuesto, tratada con suma delicadeza.

¿Pero qué ocurre cuando todo esto se rompe? Cuando uno de los protagonistas es una adolescente esbelta y atractiva y su interés romántico recae sobre un hombre de cuarenta y cinco años, descuidado en su aspecto, divorciado, con un hijo y con costumbres que dejan mucho que desear. Esta es una de las premisas que se nos plantean en Amor es cuando cesa la lluvia, una obra de Jun Mayuzuki editada en nuestro país por Tomodomo ediciones.

En esta imagen podemos ver el tratamiento de los personajes de Amor es cuando cesa la lluvia, Akira y Kondô.

Evidentemente, en esta obra nos vamos a encontrar otros tantos aspectos que van más allá de la edad y que dotan de profundidad e interés a ambos personajes, pero es una de las pocas veces en las que la interpretación de este personaje, Kondô se rompe completamente. Y es que partiendo de su propio aspecto, vemos una estética más caricaturesca que incluso juega con el carácter descuidado del personaje (el hecho de representarlo con una barba mal afeitada cuando no va a trabajar, por ejemplo). Pero la gracia y el interés por el jefe del Garden va más allá, y es justo en su figura que encontramos una importante ruptura: podemos partir de su propia reacción cuando se entera de que Tachibana, la protagonista, está enamorada de él, el hecho de que intente alejarse, mantener siempre las formas y prevenir cualquier situación que pueda ser malinterpretada nos habla de un buen fondo, que se complementa con varios momentos en los que muestra su cultura, su pasión por la escritura y su conocimiento de la llamada alta literatura, por no hablar de sus esfuerzos para crear un buen ambiente de trabajo y llevarse bien con todos los empleados, el aprecio que tiene por su hijo… Kondô no quiere crecer, sino mantener la pasión que normalmente va ligada a la juventud, los sueños de futuro e incluso de un romance ideal; pero el hecho de anteponerse a uno mismo viene primero, y esa es la premisa fundamental de esta serie.

Una de las imágenes del anime que toma tal cual una viñeta del manga Amor es cuando cesa la lluvia.

La obra de Mayuzuki es un ejemplo prácticamente aislado, pero no por ello menos interesante, y nos presenta un nuevo modelo de masculinidad que va más allá, aportando ricos matices a un personaje que parte de ser una representación estereotipada para convertirlo en algo bueno dentro de un romance razonado y precioso.

avatar María Gutiérrez (133 Posts)

Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, Máster de Estudios Avanzados en Hº del Arte y Máster en Formación de profesorado en Educación Secundaria por la misma universidad. Actualmente se encuentra ultimando su tesis doctoral acerca del coleccionismo de muñecas tradicionales japonesas.


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