Desde la editorial ECC se está llevando a cabo la publicación de una extraordinaria serie de mangas por los autores Kazuo Koike y Gôseki Kojima,[1] nos referimos a Hanzô. El camino del asesino, que ya cuenta con un total de 6 volúmenes publicados.
Esta obra nos cuenta la historia de Ieyasu, futuro shôgun de Japón, y el ninja Hanzô, considerado como uno de los mejores del archipiélago. Los primeros volúmenes nos trasladan a la juventud de ambos, momento en los que van a compartir más de una travesura así como toda una serie de experiencias que les van a permitir madurar juntos. Con el avance de los capítulos pasan los años, y ambos protagonistas crecen, siendo conscientes de la situación de Japón y de sus próximas responsabilidades, sobre todo, desde el punto de vista del ninja, ya que esta historieta se centra principalmente en este personaje. Asimismo, el lector podrá conocer de primera mano las batallas y estrategias propias de los señores del Japón más tradicional, que van desde los matrimonios por conveniencia, espionaje, retos, y sobre todo, enfrentamientos con las armas en ristre.
Si algo destaca en la producción de estos autores es el refinamiento y especial cuidado que se pone en el dibujo. Actualmente, estamos bastante acostumbrados (a pesar de que a día de hoy contamos con varias editoriales, como la que nos ocupa en esta reseña, que están haciendo llegar al público español obras de distintos géneros y autores) a la estética más clásica y generalizada del manga, entendida como personajes de ojos grandes y cuerpos esbeltos, que dejan de lado un tratamiento y estética más realista. La serie de Hanzô supone todo lo contrario, y para nosotros es uno de sus múltiples atractivos. Cada uno de los personajes se caracteriza con unos rasgos concretos y completamente diferentes al del resto de personajes, de modo que al lector le resultará mucho más fácil sumergirse entre las páginas de este manga y reconocer a cada uno de ellos. Por otro lado, un tema que puede pasar desapercibido es el del sombreado y la línea. Esta obra transmite una sensación mucho más artesanal, es decir, el trazado tiene un papel importante a la hora de mostrar aquello que pasa por la cabeza de los personajes, los autores se sirven de este recurso para dotar de una mayor personalidad a cada uno de ellos, subrayando arrugas y defectos, dejando de lado la piel tersa y lisa a las que estamos más acostumbrados. Lo mismo podemos decir de las sombras, que en muchos casos parecen acuarelas, generando así un ambiente propicio que favorece a la ambientación histórica.
Igualmente, no podemos dejar de destacar la edición que está llevando a cabo ECC. Realmente se trata de una serie bastante larga y compleja en su trama, como veremos posteriormente, por lo que se ha optado por un formato más cómodo de tomos más gruesos conocido como wide-ban,[2] de modo que así se reduce el número de volúmenes y la historia no queda tan fragmentada. La selección de las portadas de cada libro está estrechamente relacionada con el interior del mismo, siempre manteniendo una mista estética donde prima la escala de grises, resaltando el título, en color rojo.
Como ya hemos comentado, esta serie no se ha terminado actualmente, por lo que, por el momento, podemos ofrecer una visión parcial de la misma. La trama está repleta de acción e intriga, así como de diversos personajes que, en ocasiones, complican el seguimiento de la historia, personajes que además van creciendo en cada entrega. Sin embargo, el hecho de que cada uno tenga unos rasgos concretos facilita su reconocimiento, y la trama se puede seguir sin problemas. Al centrarse en Ieyasu nos permite un mayor acercamiento tanto a Hanzô como al futuro shôgun, así, podemos conocer sus relaciones familiares y problemas en cada momento. Algo sobre lo que queremos llamar la atención son los momentos de pausa en la historia, cuando la acción queda en un segundo plano y los autores se centran en la relación presente entre el ninja y su señor, a veces se trata de escenas cómicas, mientras que en muchos casos se revisten de una mayor profundidad y contenido que va más allá de las palabras, dando lugar a una sutil reflexión.
A modo de conclusión, no podemos dejar de recomendar esta historia, tanto por su peculiar estética como por lo dinámico de la narración. Estamos ante un acercamiento a la historia de Japón en un formato mucho más cómodo de leer y accesible para el público.
Notas:
[1] Ambos autores destacan por su producción en cuanto a lo que se refiere a mangas e historias de ambientación histórica, como puede ser el caso de Lady Snowblood en el caso de Koike o El lobo solitario y su cachorro, por Kojima.
[2] Supone la reedición de una serie manga en menos volúmenes.