El pasado mes de enero llegaba a las librerías un ensayo titulado Los secretos de las Magical Girls. Lo que no sabías sobre Sakura, Sailor Moon y otras heroínas mágicas, a manos de Bárbara Fernández García y editado por Héroes de papel.
¿Qué se esconde tras una preciosa portada rosa repleta de los objetos mágicos de nuestras heroínas favoritas? Mediante el presente artículo queremos comentar algunos de los aspectos más interesantes de la presente obra, aunque no podemos dejar de recomendar a los lectores que primero les den una oportunidad a las obras mencionadas, con el fin de comprender mejor el contenido de este ensayo.
Partimos del primer apartado donde se hace un análisis muy detallado de la concepción de la shôjo, como un ideal de feminidad procedente del archipiélago nipón que define una especie de estado entre la niñez y la adolescencia que desemboca en una mujer con ciertas características, destinada a convertirse en una buena esposa y madre. Es muy interesante como Bárbara relaciona este concepto, que realmente es sumamente sexista, con el supuesto empoderamiento femenino que se asocia a estas. A partir de este momento nos encontramos con un recorrido por los orígenes y evolución de esta obra, comentando una serie de títulos y autores de interés, siempre dentro del género shôjo y estableciendo una serie de límites para marcar qué es una obra de magical girls y qué no lo es.
La mayor parte de la misma se dedica a dos títulos concretos que aparecen mencionados en el subtítulo, como son los casos de Sailor Moon y Sakura, cazadora de cartas. En el caso de la primera, de Naoko Takeuchi, cuya trayectoria se ve también reflejada entre las páginas del ensayo, se escoge por ser un claro ejemplo de un equipo de chicas mágicas, tratando sus orígenes y posibles fuentes de inspiración, el tratamiento de los personajes así como los cambios que la trama sufrió al verse adaptada a un formato animado, siendo uno entre tantos ejemplos que modifican ligeramente (o no tanto) ciertos elementos con el fin de llegar a un público mayor. Un esquema similar se sigue en el caso de Sakura, cazadora de cartas, de CLAMP, una magical girl individual. En este caso, a la hora de abordar el tratamiento de sus autoras, se presta especial atención a un caso previo, como es Magic Knight Rayearth, la primera vez que el grupo de mangaka se acerca a este género. Igualmente, nos encontramos con un completo análisis de la historia, personajes, adaptaciones y repercusión posterior.
En última instancia, encontramos un apartado que aborda la inspiración y adaptación de la chica mágica japonesa en Occidente (a la que nos hemos aproximado en artículos anteriores), considerando, de nuevo, ese concepto de shôjo tan arraigado y cómo en muchos casos se deja de lado en favor de una óptica occidental. W.I.T.C.H, Winx o Prodigiosa: Las aventuras de Ladybug son toda una serie de ejemplos que ponen de relieve un desarrollo temporal de estas producciones en Occidente (destacando el caso italiano, por ejemplo).
Así, nos encontramos con un libro perfecto para los amantes de este género, que pone de relieve sus fortalezas y debilidades, invitando al lector a reflexionar en cada uno de los capítulos. Destaca por ser un estudio bastante completo y riguroso que, además, se complementa de una bibliografía por si nos quedamos con ganas de saber más.