Desde Corea del Sur, y como debut del director Oh In-chun en cuanto a largometrajes, nos llega Mourning Grave: una nueva película de terror donde los fantasmas, una vez más, nos harán saltar de nuestros asientos.
En las últimas décadas, el K-Horror o cine de terror coreano, está comenzando a cosechar éxito, incluso desbancando al cine de terror japonés actual. Encontramos claros ejemplos de ello con filmes como Dos hermanas (Janghwa, Hongryeon, Jee-Woon Kim, 2003) o The Host (Gwoemul, Joon-ho Bong, 2006). Sin embargo, al igual que ocurrió en la industria de terror japonesa con la sobreexplotación de las películas donde los fantasmas ocupaban nuestras pesadillas con notables ejemplos como la saga Ju-on o The ring: El círculo (Ringu, Hideo Nakata, 1998), ya comentadas anteriormente en Ecos de Asia, la situación comienza a repetirse cada vez más en todo el territorio asiático, y en especial en Corea. Es aquí donde se enmarca la película que nos ocupa.
Mourning Grave presenta a un joven estudiante, In su, que es transferido desde su escuela de origen en Seúl a un nuevo instituto debido a supuestos problemas con sus compañeros de clase. Este, no será el típico adolescente, ya que sus contrariedades no serán otras que la constante visión de espíritus y el tormento que conlleva el convivir con ellos a su alrededor en el día a día.
En su nuevo lugar de residencia vivirá con su tío, exorcista de profesión, que mediante las enseñanzas de sus antepasados pasará sus días creando amuletos que les alejen de las apariciones de los espectros, aunque sin demasiado éxito.
Mientras tanto en la escuela, In su conocerá a una misteriosa estudiante con la que parecerá conectar y también a los miembros de su clase, liderados por los alumnos populares, que atemorizarán al resto intentando convertirlos en sus esclavos. Pero el terror que causan, volverá contra ellos haciéndolos desaparecer uno a uno. La aparición de una chica fantasma, ataviada con una máscara ensangrentada, sembrará el caos en la escuela desenterrando una ola de secretos y venganzas personales. In su, ayudado por su tío y los conocimientos sobrenaturales de su familia, deberá luchar por restablecer la paz en un lugar maldito.
Mourning Grave está compuesta de una mezcolanza de elementos del cine de terror asiático más clásico con tramas más propias de las comedias románticas. A su vez está aderezada con elementos surrealistas y absurdos, normalmente causados por el tío del protagonista, el cual pondrá el tinte cómico con sus desubicados comentarios.
Como es habitual en este género, la venganza es el cometido de la chica fantasma principal, que perseguirá a todo aquel que le atormentó hasta el momento en que dejó nuestro mundo.
Destaca en la originalidad en el modo de retratar a los espectros, los cuales aunque pudiendo encasillarse como los típicos asiáticos, tendrán características distintas en cuanto a su manera de actuar. El fantasma principal aunque vengativo, muestra dos caras, una dualidad que representará quien fue en realidad y lo que los demás quisieron que fuera y, que al más puro estilo del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, deberá luchar consigo mismo y su transformación hasta poder descansar en paz.
Oh In-chun se estrenará en el mundo del largometraje tras haber dirigido con anterioridad cortos como Crank Up (2010), donde comenzó su incursión en el terror incluso dándose el capricho de protagonizar el papel de víctima.
En el reparto de Mourning Grave destacaremos a Kang Ha-neul dando vida a In su, conocido por su participación en numerosas series de televisión, obras de teatro y en la gran pantalla con éxitos como la comedia romántica You’re My Pet (Neoneun Pet, Kim Byeong-kon, 2011) basada en el manga homónimo creado por Yayoi Ogawa. También destaca la otra joven protagonista, Kim So-eun, la cual consiguió su popularidad a través de la serie coreana Boys Over Flowers y que anteriormente había realizado su aparición en el mundo del terror con Someone Behind You (Du saram-yida, Ki-hwan Oh, 2007).
En resumen, Mourning Grave no supone una gran novedad para el cine de terror coreano, pero sí que dota al género de un soplo de aire fresco. En un momento en el que las ideas empiezan a escasear, los amantes de los espíritus atormentados deberemos estar pendientes de Oh In-chun y reconocerle el mérito dándole una oportunidad haciéndole un hueco en nuestros sueños más terroríficos, porque desde luego, lo merece.
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