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Crítica: The Grandmaster (2013) – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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This article was written on 19 Ene 2014, and is filled under Cine y TV, Crítica.

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Crítica: The Grandmaster (2013)

Wong, viejo amigo, me alegra verte de nuevo. Tenía ya unas ansias enormes de que estrenaran tu película, porque, sinceramente, My blueberry nights la estrenaste en 2007, y ya iba siendo hora, que pareces George R. R. Martin con Canción de hielo y fuego (y esto no es un cumplido).

Dicho esto, empiezo con tu nueva película. The Grandmaster se ha vendido al mundo como una película sobre Ip Man, el maestro de artes marciales de Bruce Lee, sin embargo no ha sido nunca la intención de Wong hacer un biopic sobre este peculiar personaje, y mucho menos sobre cómo Ip Man entrenó a Bruce Lee o cualquier otra cosa parecida. Su intención más bien ha sido hacer un retrato de la época en la que vivió Ip Man, un retrato de cómo las artes marciales han marcado la vida de los chinos y cómo ha evolucionado todo ello con el paso del tiempo, por supuesto, teniendo a Ip Man como punto de referencia.

Chang Chen

Chang Chen como “El Cuchilla”.

Sin embargo, cabría destacar que el título original de la película no es The Grandmaster, sino The Grandmasters en plural, pues Ip Man (interpretado magistralmente por Tony Leung chiu-wai) no es el único maestro que aparece en la película, y ahí es donde entra Gong Er, una hermosa mujer (interpretada con la elegancia habitual de Zhang Ziyi) que tiene una filosofía sobre las artes marciales y sobre la vida totalmente opuesta a la de Ip Man. A mi modo de ver, Wong ha pretendido mostrar la diversidad que ha habido siempre en las artes marciales chinas. Las diferencias entre el sur de China (Foshan, de donde es Ip Man) y el norte (Manchuria, de donde es Gong Er); entre el Wing Chun, practicado por Ip Man, y el Ba Gua, practicado por Gong Er; entre la lluvia constante del sur y la nieve del norte; entre lo horizontal y lo vertical.

Por otra parte, hay un último maestro que merece nuestra atención, y es “El cuchilla” interpretado por Chang Chen. Este personaje aparece de forma esporádica en la película, pero en ningún momento se nos explica quién es exactamente, ni qué pinta en la historia ni nada de nada, y por más que he investigado no he descubierto nada sobre él, aunque aparece en una de las escenas más hermosas de la película. Es posible que nos hayamos perdido la historia de este personaje ya que la película ha tenido que ser cortada y no aparece en la versión final todo el material que Wong rodó, además de que el montaje realizado para su estreno en Occidente no es el mismo que para China. En cualquier caso, Wong Kar-Wai no es muy dado a la construcción narrativa convencional.

Ip Man

Ip Man (Tony Leung) luchando bajo la lluvia en la pelea inicial de la película.

Al margen de este tema, Wong retoma algunas de sus constantes como no cabía esperar otra cosa. Obviamente está el desamor, su tema predilecto y que no podía faltar, pues sus protagonistas son siempre personas heridas, que parece que huyan de la felicidad. También nos encontramos con sus habituales estilemas técnicos y estéticos. Su estilo personal no ha variado por más que sea una película diferente (Ashes of time es, a parte de esta, la única película que ha dedica al wuxia): sigue siendo tan maravillosa y visualmente poderosa como las demás.

Zhang Ziyi como la orgullosa Gong Er en una escena de pelea en una estación.

Zhang Ziyi como la orgullosa Gong Er en una escena de pelea en una estación.

La ciudad vuelve a ser el marco de su historia, y como siempre, son ciudades melancólicas, acorde con los sentimientos de los protagonistas, los cuales se cruzan en sus lugares comunes, típicos en las películas de Wong, como son los restaurantes, los trenes, los callejones… Su particular uso de la cámara hace de las escenas de lucha una delicia: algunas de estas son fantásticas, como la pelea de la estación (que ha sido la más glorificada por la crítica en general). Los rótulos temporales, los ralentís, y la voz en off son nuevamente usados para cubrir las lagunas de la narración, y en mi opinión no molestan para nada; es más, los críticos que han dicho que estos intertítulos molestan, nunca deben haber visto una película de Wong o no han comprendido su cine.

avatar Marina Royo (14 Posts)

Licenciada en Historia del Arte y Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. Se ha especializado en Cine, y particularmente en adaptaciones literarias británicas del siglo XIX. Ha participado en el curso-taller "Hablando de cine", y recientemente ha trabajado como editora de contenidos en la web Filmaffinity.


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