Artículo escrito en colaboración con María Gutiérrez.
Continuando nuestra crónica del XXIV Salón del Manga, hemos podido aproximarnos, en primer, a algunos elementos de carácter general del eventos como puede ser el caso delos autores invitados y algunas novedades respecto a ediciones anteriores. En el artículo que nos ocupa, queremos centrarnos en la parrilla de actividades que componían la 24ª edición de uno de los eventos de manganime más renombrados de nuestro país.
Respecto a las actividades propiamente dichas debemos mencionar una serie de conferencias de temáticas variadas, evidentemente todas ellas relacionadas con el mundo del manganime y los videojuegos, otro de los pilares sobre los que se sustenta la convención. Queremos destacar temas de interés como la mesa redonda acerca del gekiga, considerado un estilo de manga orientado hacia un público más adulto y fundamentalmente masculino, así como un debate en torno al manga creado por artistas españoles y el debate sobre la denominación más adecuada para definirlo. Igualmente, queremos mencionar la conferencia impartida por Marc Bernabé sobre el turismo y la migración hacia Japón con un matiz otaku en relación con una de sus últimas publicaciones, haciendo constante alusión a esta como un viaje personal con un matiz mucho más cercano hacia el lector que algunas de sus anteriores obras. Por supuesto, se tocaron otros tantos temas de corte popular como el coleccionismo de figuras o los múltiples géneros de manga, llegando a otros de corte más académico como el Japonismo y la representación de criaturas fantásticas ligadas al folclore nipón, tema presentado de la mano de Ricard Bru. Sin embargo, y muy a nuestro pesar, creemos que no tuvieron tanta difusión como deberían haber tenido de cara al público, ya que quedaron fuera del folleto que se entregaba a los asistentes al recinto. Un punto a mejorar de cara a próximas convocatorias.
Por otro lado, cabe comentar la realización de otras actividades con un carácter más práctico que tuvieron lugar en espacios de uso más transitado. Éste es el caso de los talleres impartidos en el Espai Daruma, los concursos de cosplay y diversas competiciones, así como proyecciones que permitieron disfrutar a los asistentes de algunos estrenos como puede ser el caso de Maquia e Inuyashiki. Sin embargo, otro de los puntos interesantes a nivel cultural fue el de las exposiciones.
Una de las apuestas principales fue Lenguaje, objetos y bestias, donde podíamos ver algunos ejemplos de obras protagonizadas por animales antropomorfos como Blacksad o Beastars, contemplando páginas originales en una disposición que incluso permitió una ligera ampliación durante el propio Saló con algunas muestras realizadas por ParuItagaki durante su estancia en Barcelona. En los siguientes apartados dedicados a distintas obras pertenecientes al arte contemporáneo se podía encontrar un curioso ejemplo de videoarte que, en base a una cantidad ingente de datos, que permitía generar vidas aleatorias de los personajes que nos presentaba, subrayando las diferentes conexiones que se pueden establecer a lo largo del tiempo así como la fugacidad del mismo y la unicidad de cada ser a pesar de la aleatoriedad de la existencia. El último apartado de la exposición se destinaba a la muestra de objetos propiamente dichos con algunos ejemplos de cerámicas utilizadas durante la ceremonia del té, objeto de representación en el manga Hyouge Mono entre otros. Igualmente, debemos mencionar las muestras por parte de los alumnos de la Escola Joso bajo el título Manga Fever u otra centrada en la obra de Dani Vendrell, donde podíamos encontrar las diferentes técnicas trabajadas en el centro y la evolución del artista respectivamente.
En definitiva, el plantel de artistas, actividades y oferta comercial no ha dejado a nadie indiferente, encontrándonos ante una mejor distribución de espacios que en ediciones pasadas y resaltando mucho más la figura del artista independiente. En este sentido creemos que la apuesta por la creación española ha estado muy bien compaginada con el interés que desde Japón se ha mostrado por la influencia cultural que sus creaciones han tenido sobre nuestros dibujantes y animadores, creando así una serie de sinergias que no hacen sino mostrar una mirada bastante optimista en este campo. Por supuesto, también queremos subrayar el interés de dotar a este evento de un carácter más familiar, que se refleja en una zona en la que se pueden realizar diversas actividades como pintacaras y customizaciones de camisetas que hacía las delicias de lo más pequeños, contando, además, con la presencia de personajes tan icónicos como Doraemon y Shin Chan.
Con todo ello sólo nos queda preguntarnos qué más queda por ver para una nueva edición en 2019 que, desde luego, promete tener muchos cartuchos por quemar, y es que no todos los días un evento de estas características cumple los veinticinco años en España. Si bien, esta reseña no termina aquí, ya que igualmente, se comentarán algunos de los lanzamientos por parte de editoriales y distribuidoras en posteriores entregas que esperamos terminen por ofrecer una visión lo más completa posible de esta edición del Salón del Manga de Barcelona.
Notas:
Todas las fotos incluidas en este artículo han sido extraídas de la web oficial del Salón del manga de Barcelona.