Hace unos pocos días, la escritora J.K. Rowling, autora de la celebérrima franquicia Harry Potter, anunciaba, a través del sitio web Pottermore, la existencia de toda una serie de -ficticias, y ambientadas, como es lógico, en el universo mágico derivado de Harry Potter- escuelas de Magia y Hechicería repartidas alrededor del mundo, que venían a complementar las tres mencionadas en los libros originales.1 Como rescataremos más adelante, apenas una de ellas – Mahoutokoro, en Japón-, se ubicaba en el continente asiático. Con ello, aunque se continuaba con la labor inclusiva que, desde la publicación de los libros originales, se ha venido llevando a cabo a partir de los diferentes formatos con los que se ha expandido y enriquecido el universo Potter original, se volvía a poner de manifiesto que la presencia de Asia -y de lo asiático- es, todavía, excesivamente reducida dentro del anglo-céntrico mundo mágico de Rowling.
Antes de entrar en materia, quizás debamos hacer una panorámica introductoria sobre el universo Harry Potter, debido a la lo manifiestamente generacional de su éxito. En 1997, la escritora británica J.K. Rowling publicaba el primero de sus siete libros -hasta el momento- sobre su particular mundo mágico, Harry Potter y la piedra filosofal.2 El protagonista de los libros era Harry, un niño huérfano que vivía con sus tíos en un suburbio de Londres y que, el verano de sus once años, recibía una carta de Hogwarts, la única y más prestigiosa escuela de magia del Reino Unido, en la que se le revelaba tanto sus capacidades mágicas como la existencia de un mundo mágico paralelo (desconocido para la población muggle)3 al que se le invitaba y en el que Harry se involucraría por completo. Presentado, desde un primer momento, como una celebridad -los padres de Harry murieron protegiéndolo en medio de una célebre lucha contra el mal que tuvo lugar en los años previos al desarrollo de la historia-, a lo largo de los siete libros, Harry y sus compañeros -tanto adolescentes como adultos-, se enfrentaban a toda una serie de problemas, cuya mayor trascendencia giraba en torno a la presencia y renacimiento de las fuerzas del mal en el mundo mágico, centralizadas en la figura de Lord Voldemort, tan temido por todos que era a menudo referido como “El que no debe ser nombrado”. Al tiempo que esta presencia del Mal se hacía cada vez más importante -y los libros, que en un principio estaban destinados a un público más infantil se tornaban cada vez más oscuros y adultos-, Harry y sus compañeros iban completando sus siete cursos de estudios en Hogwarts, participando de una historia cada vez menos lineal.
En 2001, el lanzamiento de la primera de las versiones cinematográficas de la historia (protagonizadas por Daniel Radcliffe en el papel de Potter), también aprobadas y supervisadas por Rowling -y que finalmente fueron ocho y no siete, como los libros-,4 ampliaban el universo conceptual en el que se situaba la historia, que a lo largo de los años, sería también enriquecido con la publicación de varios videojuegos y de dos libros extra que, aunque no eran obra de Rowling -pero estaban aprobados por la misma-, ampliaban dos aspectos principales del universo Potter: por una parte, Animales Fantásticos y dónde encontrarlos (2001), concebido como para-libro de texto de Hogwarts, se ocupaba de presentar un bestiario del mundo mágico, en el que, como sucedería en cualquier materia de Biología, el temario no se reducía a Occidente; por otro lado, Quidditch a través de los tiempos (2001), presentaba una historia del principal y más exitoso -amén de ficticio- deporte mágico, que a pesar de estar poco arraigado fuera de los límites occidentales, también ofrecía algunas curiosidades sobre la magia en el resto del mundo.
Así, el universo original de los libros, se fue completando paralelamente a partir de estas dos otras publicaciones, las ocho películas y una serie de videojuegos, a lo que deben añadirse las numerosas y diversas declaraciones públicas de su autora -cada vez más frecuentes gracias al auge de Twitter y la prensa digital- y especialmente, las diferentes informaciones vertidas a partir de Pottermore, una plataforma digital canónica y oficial que sirve para deleitar a los fans de la saga con nuevo contenido extra y online. Por otra parte, es posible que la realización de otra película ambientada, unas décadas atrás, en el mismo universo, Animales fantásticos y donde encontrarlos (2016), que se estrenaría a finales de este año, y de una octava novela, a publicarse en verano, aporte nuevos datos sobre la presencia de Asia-Pacífico en el universo Potter.
A partir de una serie de artículos, y tomando como referencia únicamente el material canónico publicado sobre la franquicia, hemos decidido repasar la presencia de Asia-Pacífico dentro de la saga Harry Potter, con una doble intención. Por una parte, tal como sucede con sus representaciones de diferentes elementos históricos y culturales (anglosajones o no), los pequeños retazos de cultura asiática que se difunden a lo largos de libros, videojuegos y plataformas digitales son una forma de difundir ciertas nociones, a menudo de forma inconsciente, entre un público no especializado. Por otro lado, el tratamiento de determinados asuntos relacionados con el ámbito oriental, así como la decisiva ausencia de estos elementos, permiten, asimismo, realizar una lectura, esta sí, algo más controvertida, sobre la representación ideológica del Oriente en el conservador universo Rowling, que, por su implacable éxito, bien pudiera ser tenida como canónica por buena parte de sus lectores.
Bien es sabido que la literatura infantil y juvenil, así como los dibujos animados -asunto que venimos desarrollando en numerosos artículos-, son los responsables de muchas ideas y estereotipos, tanto positivos como negativos -y no necesariamente acertados- que en Occidente se tienen sobre otros lugares del mundo. ¿Hasta qué punto, estos escasos y diseminados detalles sobre Oriente representan y transmiten determinadas actitudes occidentales? Eso es lo que pretendemos descubrir a partir de este análisis.
Notas:
1A saber, Hogwarts, situada en el Reino Unido, Beauxbatons, ubicada en Francia, y Durmstrang, ambientada en Escandinavia pero que acoge a múltiples personajes provenientes del este de Europa.
2 A Harry Potter y la piedra filosofal (1997) le sucedieron Harry Potter y la cámara secreta (1998), Harry Potter y el prisionero de Azkaban (1999), Harry Potter y el cáliz del fuego (2000), Harry Potter y la Órden del Fénix (2003), Harry Potter y el príncipe mestizo (2005) y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (2007). Recientemente, Rowling anunció el lanzamiento de una octavo libro, centrado en el hijo de Harry Potter, así como el guión de una obra de teatro que también sucede unos años después de la drama original.
3Con esta palabra se designa, dentro de la franquicia Harry Potter, a aquellos seres humanos que no tienen ninguna habilidad mágica.
4A Harry Potter y la piedra filosofal (2001) le sucedieron Harry Potter y la cámara secreta (2002), Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), Harry Potter y el cáliz del fuego (2005), Harry Potter y la Orden del Fénix (2007), Harry Potter y el príncipe mestizo (2009), Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, primera parte, (2010) y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, segunda parte (2011).