Puede que el estreno en DVD de El fundamentalista reticente (2012) no llegue a nuestro país en el momento correcto (hace ya dos años que se estrenó en el resto del mundo), pero desde luego lo hace en uno adecuado: por una parte, podrá satisfacer las ansias de aquellos interesados en los conflictos nacionalistas musulmanes de fuera de los países árabes y,[1] por otra, responde y funciona como una llamada al raciocinio y diálogo entre Occidente y el Islam, más necesarios que nunca en los tiempos que corren. Habiendo recibido críticas dispares, la película resulta una interesante aproximación a los temas del nacionalismo paquistaní reciente, la importancia en el mismo de los movimientos estudiantiles y del ya recurrente tema de la islamofobia en el universo americano post 11-S.
A lo largo de su carrera, Mira Nair se ha ido definiendo como una directora especializada en retratar las relaciones y la convivencia entre indios y norteamericanos, tanto en películas estadounidenses como de producción india.[2] En El fundamentalista reticente, adaptación de la novela honónima de Mohsin Hamid, presenta la confrontación entre las sociedades paquistaní y norteamericana, personificadas en la figura del protagonista Changez Khan (Riz Ahmed), estudiante modelo en Princeton y exitoso evaluador financiero de Wall Street, que verá cómo su mundo se desmorona luego del atentado del 11-S.
El maltrato y acoso psicológico que Changez reciba en sus amados Estados Unidos a partir de ese momento, le hará reflexionar sobre toda una serie de cuestiones relativas a la Nación, la Economía y la Identidad que culminarán con la vuelta a su país de origen, donde pertenece a una familia culta con problemas económicos, y donde trabajará como profesor universitario, impartiendo una asignatura sobre Revolución y Violencia, y erigiéndose como líder de lo que la CIA define como “Academia militante”.
Será precisamente el secuestro de un profesor universitario estadounidense, Anse Rainier, en las aparentemente peligrosas calles de Lahore, el que le coloque en el punto de mira de los Estados Unidos -y de muchos sectores paquistaníes- y el que haga que Bobby Linconl, un periodista especializado en la zona, acuda a Changez en busca de información. A partir de la conversación entre Changez y Bobby iremos conociendo la historia de ambos y de los motivos que propiciaron sus elecciones políticas y personales en el complejo Paquistán post-talibán, al tiempo que se desarrolla una crisis de rehenes con grandes tensiones entre los diferentes grupos y organizaciones políticas.
Aunque puede resulta extremadamente lenta y convencional en algunas de las escenas, y sentimos como hay tramas que quedan excesivamente desatendidas (como la de Bobby Lincoln, el padre de Changez -un desaprovechado Om Puri- o la del propio profesor Rainer), la película presenta un muy interesante tratamiento obscurantista de la luz y la imagen y una muy especial y cuidada banda sonora, que combina la música tradicional paquistaní con la más actual: el impactante qawwali de la escena inicial contrasta armoniosamente con los temas encargados a Atif Aslam -la mayor estrella pop de Paquistán-, adaptación de versos de Faiz Ahmed, uno de los más célebres poetas en urdu del siglo XX.
El principal aporte de Nair es evitar a toda costa el Schadenfreude -la complacencia obtenida de las desgracias ajenas- y presentarnos dos sociedades bien diferentes cargadas de claroscuros: la directora juega en todo momento a la confusión y la ambigüedad -manteniendo así las intenciones originales de Hamid-,[3] advirtiéndonos con ello de lo peligroso de los juicios de valor rápidos, principal causa y consecuencia de los acontecimientos que son narrados en la película.
El Fundamentalista reticente es, ante todo, una película ambiciosa, tanto económica -rodada en cinco países, en dos idiomas y con un presupuesto de 15 millones de dólares- como moralmente: no solo cuestiona la (in)validez de los juicios de valor que sufrieron y sufren millones de musulmanes de todo el mundo, sino que asimila el fundamentalismo religioso al fundamentalismo capitalista que vertebra Occidente, y condena por igual los dogmas de uno y otro. Su principal fallo parece ser el desfase entre los rentes tiempos narrativos, incapaz de mantener esa calma tensa que se intuye al principio del film y que se ejecuta notablemente durante la primera parte; la fallida mezcla de thriller e historia intimista hace desmerecer las loables intenciones de la autora.
A pesar de sus deliberadas omisiones y de sus elegantes metáforas -como la conversación en torno a los jenízaros-, la película de Mira Nair es una apuesta valiente en la que, haciendo honor a su título, se aleja de los diferentes tipos de fundamentalismo para ofrecer una visión, personal y sesgada, de los conflictos de identidad que sacuden buena parte del planeta.
Para saber más:
Trailer de la película en YouTube:
Ficha de la película en Filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film955578.html
Notas:
[1] En este sentido, puede interesar especialmente a aquellos que disfrutaron de la última temporada de la serie Homeland, con la que comparte localización y parte de su argumento.
[2] Nair es autora de diferentes películas que abarcan esta temática, como India Cabaret (1985), Salaam Bombay! (1988), Mississippi Masala (1991), Kama Sutra (1996), La boda del Monzón (2001) o El Buen nombre (2006). Ha ganado numerosos premios, entre los que destacan varios BAFTA, Globos de Oro, Premios César y Leones de Oro de Venecia. En Ecos de Asia ya nos hemos ocupado de algunas de sus otras películas, como La feria de las vanidades, donde trasmite una particular visión de su India natal o 11’09’’01 (2002), donde relata el drama de una mujer musulmana en los Estados Unidos tras el 11-S, tema similar al que abarca en la película que aquí comentamos.
[3] “Me gusta la idea de que las novelas maximicen el potencial creativo de quien las lee. Por eso creo ambigüedades, huecos que tienen que ser llenados. En ese sentido El fundamentalista reticente es una invitación”, Mohsin Hamid para Ana Gabriela Rojas en una entrevista para Letras Libres, abril de 2011, disponible aquí.