El pasado mes de septiembre llegó a nuestras librerías Batman. El mundo, un tomo único en tapa dura editado por la editorial ECC que nos narraba las aventuras de Batman situadas en distintos lugares de todo el mundo. Este tomo cuenta con una portada a manos de Lee Bermejo, pero en nuestro país se lanzó una edición con una portada realizada por Paco Roca, responsable de mostrar las acciones de Batman en España, y más concretamente en Benidorm, donde el murciélago se toma un descanso forzado de sus obligaciones.
No obstante, y a pesar de la originalidad de esta historia, desde Ecos de Asia vamos a acercarnos a los autores y relatos que se ambientan en Asia-Pacifico, siendo estos los últimos de este curioso recopilatorio. Así, nuestro héroe comienza sus andanzas en Estados Unidos para continuar en Francia, con una breve incursión en el Museo del Louvre, España, Italia, Alemania, República Checa, Rusia, donde además conoceremos a un dibujante y los recuerdos que le despierta Batman, Turquía, Polonia, México, Brasil y, finalmente aterrizamos en Corea del Sur.
El capítulo propio de Corea del Sur se titula Muninn y cuenta con la colaboración de varias personas. En primer lugar, al guion destaca Inpyo Jeon, un habitual en la firma DC, según nos dice la biografía incluida en el tomo. A cargo del dibujo se nombra a Jaekwang Park y Junggi Kim, siendo el primero, además, el responsable del color. A Junggi Kim se lo conoce como el creador del “dibujo improvisado”, una técnica que consiste en dibujar elementos recurriendo únicamente a la memoria, utilizando una técnica perfecta, así como una estructura narrativa sólida aunque improvisada. Kim está ligado al mundo del arte contemporáneo, siendo un artista que goza de cierto reconocimiento hasta tal punto que sus obras se han mostrado junto a las del japonés Haruki Murakami en Seattle. En cuanto a Jaekwang Park, también es un artífice de esta técnica, aplicada, en este caso, a la producción de cómics, lo que le ha valido ciertos premios como el del Korea Creative Contest, Centrándonos en la historia propiamente dicha, y sin desvelar al lector todo lo que esconden estas quince páginas, los artistas nos trasladan a un mundo futurista donde Batman adopta un nuevo traje inspirado en un tigre para enfrentarse a la tecnología de sus enemigos, que buscan vengarse del murciélago por ciertos acontecimientos pasados.
A continuación, nos trasladamos a China, con una historia mucho más amable de la mano de Xu Xiaodong y Lu Xiaotong como responsables del guion. Del primero se destaca su experiencia como artista y guionista dentro de la industria del cómic chino, mientras que la segunda es una guionista más joven que lleva a cabo obras para todo tipo de público. Por otro lado, a cargo del dibujo tenemos a Qiu Kun, artista cuya obra ha traspasado las fronteras chinas, y Yi Nan como responsable del color, artista conceptual procedente de una familia involucrada en el mundo de las Bellas Artes. Como comentábamos, tenemos una historia mucho más amable donde una joven adopta la identidad de Panda Girl a modo de ayudante de Batman para enfrentarse a los acreedores que quieren cerrar su restaurante familiar.
En última instancia y cerrando este tomo tenemos Batman Desencadenado, un capítulo que corre a cargo de Okadaya Yuichi, a cargo del guion y dibujo. En la breve biografía que podemos encontrar al inicio de este capítulo, se nos da a conocer la trayectoria de su autor, que ha realizado obras acerca de distintos artistas de ukiyo-e como Utagawa Kuniyoshi, por lo que no es de extrañar la temática y ambientación de su historia. El mangaka nos traslada al Japón tradicional, donde un grabador se dedica a hacer y vender distintas ilustraciones de un misterioso héroe que vela por la justicia, y que no es otro que Batman con una interpretación nipona de su atuendo habitual. En este caso, Batman porta katana y armadura, pero no deja de lado su habitual máscara, y, como vemos a lo largo de sus páginas, parece que no le gusta demasiado que alguien lleve a cabo esos retratos de su persona. Esta última historia supone un curioso contraste respecto a las anteriores: en primer lugar, está en blanco y negro, un formato que nos acerca al manga y que resulta un tanto curioso si tenemos en cuenta el formato en el que se ha publicado esta obra; además, huye de esos ambientes urbanos y futuristas para llevarnos a calles estrechas donde la prensa, ávida de información, pasa a convertirse en un artista grabador que sólo quiere ganarse la vida.
En resumidas cuentas, este es un recopilatorio bastante original e interesante, que nos da a conocer a diferentes artistas y guionistas de todo el mundo, ya que la particularidad de cada capítulo es que está realizado por grupos o individuos autóctonos. Cada una de las historias que aquí se recogen es autoconclusiva, y no hace falta conocer profundamente al personaje de Batman para poder entenderlas y disfrutarlas, más bien todo lo contrario. Bien es verdad que, a pesar de las diferentes ambientaciones, tipos de dibujo o incluso épocas, vamos a ver un esquema muy similar en las mismas, que siempre acaba derivando en una pelea en la que nuestro héroe termina venciendo a los malos. Si bien, como comentamos, el hecho de las diferentes ambientaciones juega a su favor a la hora de introducir determinados escenarios y personajes, puesto que Wonder Woman, Catwoman o incluso el Joker se dan cita entre sus páginas. Igualmente, hay historias muy diferentes como el caso español con las vacaciones de Batman, el ruso o el japonés.
Una interesante colección para los que quieren ver un Batman diferente y descontextualizado, ya que abandona su querida Gotham para viajar por el mundo de la mano de diversos dibujantes y guionistas que ofrecen su propia visión del héroe.