La gran cantidad de Pokémon existentes ha hecho que no pocas personas se pregunten sobre la inspiración de sus creadores para desarrollar tal número de criaturas. En este sentido, si bien buena parte de ellos se han inspirado en animales reales o insectos, ha habido casos en los que estos se han basado en animales mitológicos, o criaturas propias de la cultura nipona. A continuación, citaremos los casos más relevantes.
Ho-Oh, el ave legendaria de Johto, está inspirado en Fenghuang. Nombre por el que se conoce al Ave Fénix chino.[1] Éste ave sagrada adornada con plumas de todos los colores difiere ligeramente del fénix de la cultura occidental, dado que a diferencia de éste último no pasa por el proceso de resurgir de sus cenizas según la tradición. Se le considera el guardián de los cielos y durante el periodo de la dinastía Han (2200 a.C), el Fenghuang sirvió para representar a la emperatriz.
Lugia, la segunda ave legendaria de Johto, está basado en Ryujin, nombre por el que se conocía a la divinidad tutelar del mar en la mitología japonesa o sintoísmo. Esta deidad o Dios dragón del mar no hacía sino simbolizar el poder del océano.
Ninetales, uno de los Pokémon de la primera generación, está basado, a su vez, en kitsune, un espíritu del bosque con forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger bosques y aldeas.
El zorro es uno de los animales que mayor importancia poseen para los japoneses y su folclore, ya que, según la creencia nipona, el zorro posee una gran inteligencia y habilidades mágicas que se incrementan con la edad. Por otro lado, un rasgo de este animal mitológico es su elevado número de colas, y es que a mayor número de las mismas, mayor es la edad, sabiduría y poder de un kitsune, siendo el de nueve colas es el más poderoso.
A menudo se relaciona a este animal como el mensajero o sirviente del dios Shinto (kami) Inari, que es el dios de la fertilidad, de la agricultura, del arroz y de los zorros.
Además, el folclore otorga al kitsune la posibilidad de metamorfosearse y adoptar forma humana para actuar como fiel guardián. Como consecuencia de todos estos atributos mágicos, al kitsunese le ofrecen ofrendas como si fuera una deidad.
Si bien al kitsune se le ha relacionado generalmente con un significado positivo en todas las culturas, este ser mitológico posee también una vertiente maligna bajo la forma del kumiho, equivalente coreano del kitsune japonés.[2]
Según la tradición japonesa existen cuatro grandes tipos de kitsune. Por un lado, están los zenko, que es como se denomina a los kitsune benevolentes asociados al dios Inari. En segundo lugar están los nogitsune, que reniegan del dios Inari y poseen carácter maléfico. En tercer lugar, están los yako, o kitsune salvajes que pueden o no ser malvados según el caso. Por último están los ninko, o espíritus de zorros invisibles al ser humano que según la tradición puede llegar a poseerlo, momento a partir del cual esta clase de kitsune podrá ser percibida por el ser humano.
Siendo estas las clases de kitsune más relevantes no es de extrañar la importancia de esta figura mitológica en el imaginario colectivo y vida cotidiana de los japoneses. Un escenario en el que los kitsune cumplen distintas funciones y actúan de diversas formas, desde las que valen para conseguir el bienestar de las personas hasta las que perjudican dicho estado. Entre los rituales que lleva a cabo el kitsune que cumple sus promesas a menudo se distingue entre los regalos y los pagos, siendo los primeros de naturaleza intangible y los segundos de carácter material.
Zapdos, el ave legendaria de la región de Kanto de tipo eléctrico, está basado en el Thunderbird o ave de trueno. Un pájaro legendario, procedente de la mitología nativa de américa, con enormes y poderosas alas, capaz de producir truenos con el batir de las mismas. Según el mito, esta ave es el espíritu del rayo, el trueno y la lluvia.
El Pokémon Mawile se basa a su vez en la leyenda de Futakuchi Onna, que, según la tradición, era una mujer con una segunda boca escondida detrás de su cabeza.
Según la leyenda, un campesino se casa con una mujer que apenas come, por lo que él se siente muy cómodo al no tener que gastar dinero en alimentarla. Pero transcurrido un tiempo se da cuenta de que sus reservas de alimentos están desapareciendo, tras lo que acude a ver a su mujer, descubriendo como los cabellos de ésta la estaban alimentando por una segunda una segunda boca actuando como tentáculos. Al final el campesino es devorado por Futakuchi Onna.
Groudon, Kyogre y Rayquaza, los tres Pokémon legendarios de la región de Hoenn, están basados a su vez en las criaturas mitológicas de la Biblia, mencionadas en el Antiguo Testamento y conocidas como Behemoth, Leviatan y Ziz. Los tres Pokémon representan la relación existente entre estas tres grandes criaturas cuya función era representar a las fuerzas de la naturaleza.
El Pokémon Sneasel está basado en una criatura a la que se conoce como kamaitachi, monstruos similares a comadrejas que poseen hoces en vez de manos. Según la mitología, los kamaitachi cazan humanos en grupos de tres. Una de ellas se encarga de derribar a la persona, otra corta la carne de su pierna, y la otra cose la herida para que parezca que nunca sucedió nada. Todo pasa tan rápido que la persona no se da cuenta que fue atacada.
El Pokémon Golurk se basa en una leyenda que recorre las calles de la ciudad de Praga. Durante el siglo XVI, en el que las persecuciones a los ciudadanos judíos eran habituales por parte del gobierno de Bohemia, el rabino Jehuda Low Ben Becadel, del ghetto judío medieval de Praga logra descifrar la palabra que Yahvé utilizó para dar el don de la vida. Tras lo que fabricó un hombre de arcilla que obedeciera sólo sus órdenes e introdujo un papel en su boca para que cobrara vida. No obstante, al carecer de alma, el hombre de arcilla escapó a su control, por lo que tuvo que detenerlo y destruir el papel. Finalmente guardó al inanimado Golem en un lugar seguro hasta que lo encontrase algún otro rabino más sabio que volviese a descifrar la palabra mágica, y activase el Golem para proteger al pueblo judío.
Por otro lado, los Pokémon iniciales de fuego de cada una de las ediciones están basados en los animales del horóscopo chino.
Alejándonos de la mitología y el ámbito religioso, también podemos encontrar una influencia de los Kaiju[3] en el origen de algunos Pokémon. El caso más reseñable es el de Godzilla, cuyos diseños han dado lugar a dos conocidos Pokémon de nombres Feraligart y Tyranitar.
Por último, cabe citar el curioso caso del Pokémon psíquico Kadabra, inspirado en el famoso ilusionista israelí Uri Geller. Un Pokémon que causó a la par tanto beneficios como problemas a la compañía Nintendo, dado que a pesar de ser uno de los más recordados por los seguidores de la franquicia, su creación supuso que el ilusionista llevase a la compañía ante los tribunales por uso inapropiado de su imagen. Afortunadamente para Nintendo el caso fue desestimado por el juez.
Como hemos podido comprobar, son muchas las referencias que la saga Pokémon ha acumulado de la cultura japonesa, entre otras, y es muy grande el impacto que ha tenido entre el público. Todo ello, unido al gran éxito cosechado por la misma con más de 279 millones de juegos vendidos así como el numeroso merchandising hacen que estemos ante un fenómeno que lejos de estancarse, va aumentado año tras año.
Notas:
[1] En Japón este ave legendaria es conocido como Hô-ô.
[2] Aunque el origen de la leyenda del kitsune aún sigue sin estar aclarado del todo, las investigaciones apuntan claramente a una influencia extranjera atendiendo a la veneración de la figura del zorro en otras culturas, muestra de ello son el kumiho coreano o el hulijing chino. Según otras teorías, el origen de este animal se podría encontrar en la india o la antigua Grecia, en esta última se citan las Fábulas de Esopo (siglo VI a.c.), como posible origen del mito.
En cuanto al origen del nombre en japonés, “Kitsu” era la representación ortográfica del aullido del zorro, por lo que la palabra acabó por designar a dicho animal. Mientras que “Ne” es una fórmula utilizada para expresar veneración.
[3] Término japonés traducible por “bestia extraña o gigante”. Es utilizado para referirse a las criaturas que aparecen defendiendo o atacando el mundo de los humanos en el género Tokusatsu, que es como se conoce al género cinematográfico japonés centrado en la utilización de efectos especiales.