En el otoño del año 1973 el zoólogo George Schaller realizó una expedición al Himalaya que tenía como principal fin la observación del baral o carnero azul del Himalaya (Pseudoisnayaur), un esquivo herbívoro del que poco se sabía y cuyo estudio permitiría avanzar en la comprensión y evolución de estos animales y del medio en el que habitaban. Con el fin de obtener los mejores resultados para el estudio,se eligió la tierra de Dolpo, en Nepal Occidental, una serie de remotos valles donde, a los pies de la Montaña de Cristal se asienta el monasterio de Shey Gompa. La localización era totalmente consciente y deliberada, ya que en esta zona se había decretado la prohibición de la caza de estos animales por parte del clero budista, resultando mucho más sencilla su observación y el estudio de su comportamiento que en otras zonas de la cordillera, ya que debido al aumento de la actividad humana, su población, antaño muy numerosa, comenzaba a escasear. Schaller invitó al afamado escritor Peter Matthiessen para que le acompañara durante este recorrido por las estribaciones del Annapurna, haciendo de una suerte de extraordinario cronista, resultando de esta expedición la afamada obra El leopardo de las nieves (The snow leopard, 1978), en la que se ofrece uno de los testimonios más vivos y emotivos de esta zona de Asia y que en esta ocasión desde Ecos de Asia les queremos acercar.
La obra se suele enmarcar dentro del género de la literatura de viajes pero va mucho más allá del género, ya que, además de deleitarnos con una vivida narración de este fascinante viaje y de los peligros a los que se tuvo que enfrentar la expedición, nos acercará un mundo de aprendizaje y descubrimiento personal en el que los protagonistas volverán como personas nuevas después de la profunda experiencia que las tierras de Nepal les hicieron vivir.
Comenzaremos presentando a los dos principales protagonistas de la obra. El autor de la misma, Peter Matthiessen (Nueva York, 1927-2014), fue un afamado escritor, viajero y naturalista estadounidense, siendo el único autorque ha conseguido hacerse con el prestigioso National Book Award tanto en sus ediciones de ficción y no ficción. Su producción alcanzó un notable éxito, hasta el punto de que algunas de sus obras fueron llevadas a la gran pantalla, caso del relato corto Travelin Man, adaptado por Luis Buñuel en La Joven (The Young one) en el año 1960. Sus trabajos fuera del campo de la ficción se centraron en la naturaleza y los viajes, así como en la historia y las costumbres de los nativos americanos. A lo largo de su vida, tanto Matthiessen como su segunda esposa, Deborah Love, se sintieron enormemente atraídos por el pensamiento oriental, especialmente por el budismo zen, tal como se nos irá narrando a lo largo de la obra. Por su parte, el otro coprotagonista del viaje es, como hemos adelantado, el afamado biólogo y conservacionista George B. Schaller (Berlín 1933). Schaller ha dedicado casi la totalidad de su vida al estudio y conservación de la naturaleza por todo el globo, así como ha prestado su ayuda a las labores de conservación de multitud de especies amenazadas que van desde los gorilas de montaña en la República Democrática del Congo, a los tigres de la India, leones de Tanzania, los jaguares en Brasil, los pandas gigantes de China, así como a los animales sobre los que versa la obra, el leopardo de las nieves y distintas cabras y ovejas salvajes del Himalaya. Estos animales han sido las bases de sus escritos tanto científicos como de divulgación, recibiendo multitud de premios y reconocimientos a su carrera.
Así, en El leopardo de las nieves, Matthiessen se convierte en más que un excepcional cronista que, al anochecer en su tienda, anota meticulosamente en su diario las experiencias vividas durante la dura jornada de ascenso por el Himalaya. Seremos testigos de las extremas condiciones a las que la expedición se vio abocada a padecer con el fin de llegar a tiempo a la Montaña de Cristal, para poder observar la temporada de celo de los carneros al fin del otoño. Los puertos, aldeas, bosques y torrentes que atravesaron, así como los problemas con los porteadores y el modo de vida de las distintas etnias que pueblan esta recóndita región que, como el mismo Matthiessen señala, parecía un viaje en el tiempo siglos atrás. Además de las perfectas descripciones del paisaje, el relato nos brindará las vivencias de Matthiessen y Schaller desde el amanecer a la puesta de sol, así como seremos testigos de las conversaciones que entablarán los dos amigos y las distintas historias y tradiciones que los nativos les transmitirán.
Más allá de un espléndido relato de viajes, Matthiessen nos describe un panorama de cierto carácter autobiográfico, señalándonos los motivos que le llevaron a acompañar a Schaller, el siempre presente recuerdo de su esposa, o la incertidumbre por la situación de sus hijos en la civilización, todo acompañado de una experiencia vital de transformación interior ayudada por la majestuosidad del medio que recorre, la meditación y las enseñanzas de sus maestros budistas. Así, en este viaje de clara connotación espiritual, adquiere una gran importancia la mítica figura del leopardo de las nieves (pantherauncia), felino que da nombre al libro y cuya observación o encuentro se convertirá en casi una obsesión para los dos viajeros. A pesar de que George Schaller ya había podido fotografiar al leopardo en Pakistán en 1970,[1] a lo largo del transcurso del viaje por el Dolpo, la posibilidad de contemplar al depredador se convertirá para Matthiessen en una especie de realización espiritual para la que no sabe si, llegado el momento, estará preparado.
En una entrega futura nos detendremos en analizar la recóndita tierra del Dolpo en Nepal, que se convierte en un protagonista más del relato, así como con los distintos habitantes que pueblan sus valles y que comparten su medio de vida con una serie de animales, como puede ser el leopardo o los carneros, con profundas implicaciones en las creencias y tradiciones de la región.
Para saber más:
Notas:
[1] Schaller, George B.. Tibet Wild. A Naturalist´s Journeys on the Roof of the World. Washigton, Island Press, 2012. P. 325.