La cocina coreana ha recibido un paulatino interés en esta última década. Desde la aplicación medicinal de sus recetas más tradicionales, pasando por su gran exposición mediática, y la creciente demanda de algunos de sus productos. Para responder a este fenómeno, analizaremos algunos de los aspectos más básicos de la gastronomía coreana: origen cultural, carácter regional, producción nacional y comercio, platos y locales, protagonismo mediático, y utilidad para la política exterior.
El marco gastronómico ha estado influenciado por la interacción con gentes y culturas al norte y este de la península coreana, permitiéndoles enriquecerse con nuevos conocimientos culinarios, y abastecerse de nuevas especies. A partir del siglo XVIII la gastronomía occidental, especialmente la proveniente de Norteamérica, ampliará la paleta culinaria surcoreana. En definitiva, esta confluencia de cocinas derivaría en una característica especialización regional: ingredientes, platillos y modos de elaboración. Pero en particular, ¿qué distingue la producción local coreana? El 70% del terreno coreano es montañoso. Esta escarpada orografía impide el desarrollo masivo de cultivos para consumo o pastos para la ganadería. La cría de ganado fue practicada a pequeña escala en tiempos pre-modernos, incluyendo vacas, cerdos y conejos (también se consumían animales salvajes). No obstante, la carne no era común en las dietas de familias humildes. Si bien, las costas marítimas son una ventaja, convirtiendo la pesca en una actividad fundamental, que también se practica en los múltiples ríos y lagos. Además, las marcadas estaciones con inviernos fríos y veranos cálidos presentan un clima propicio para el crecimiento del arroz, el mijo, y otras verduras, hortalizas o legumbres.
Conjuntamente, la gastronomía coreana presta especial atención a las propiedades medicinales de los alimentos. De hecho, muchos platos coreanos se dividen en cinco apartados mínimo, ocupados con alimentos de diferentes valores nutricionales. Este aspecto puede asociarse a los cinco elementos (madera, metal, fuego, agua y tierra), y en cierto modo está también enlazado a una división puramente estética, ya sea por colores o estaciones. En la actualidad, la aplicación medicinal de los ingredientes puede verse desde los tés de gingseng por su aportación variada de vitaminas y energía, a las diversas variantes de sopas o Haejangguk para la resaca o los constipados; o directamente en el cuidado de la piel, a partir de grasas animales, babas de caracol, aloe vera, arcilla volcánica, miel, bayas, etc. Un sector donde destacan empresas como: Skin Food, Innisfree, Holika Holika, Nature Republic, Dr Jart, entre otras.
La disposición de los platos en la mesa también es fundamental, ya que se busca un reparto armonioso de los mismos, ya sea por los sabores, valores nutricionales o métodos de cocción. Este sistema tradicional recibe el nombre de “mitbanchan” y se realiza sobre un plato principal, entorno al cual se colocan los “side-dishes” o platillos de menor tamaño, también llamados banchan. No obstante, en la actualidades común servir platos en tres espacios de tiempo por influencia occidental, lo que recibe el nombre de “hanjeongsik”. Así mismo, particularmente la cocina real normalmente contaba con mesas de doce pequeñas guarniciones, siendo acompañado el rey por una “sura sanggung” (dama de compañía) para servir sus comidas, colocar platos, etc.
Para construir correctamente el marco identitario del país a través de la cocina, resulta fundamental analizar el sector agropecuario y pesquero regional, centrándonos en las particularidades regionales de la península, pero empleando datos totales y porcentuales exclusivamente de Corea del Sur.
Por un lado, este país ha tratado de incrementar en todo lo posible su producción agrícola y ganadera, ya que el terreno coreano ocupa aproximadamente 300 m2 por persona en 2011, lo que comparado con los países vecinos del sudeste asiático es una tasa considerablemente baja. En términos generales el arroz ocupa el 24% del total, seguido por las verduras con un 20%, y el cerdo por si sólo con un 11%. Este último dato es especialmente interesante, pues la carne de cerdo en concreto es muy apreciada por su calidad, y de hecho ocupa un 6,8% de la exportación total de productos surcoreanos en la década de los 90 (además destaca la cría de cerdo negro en Jeju). No obstante, a fecha de 2015, la inversión en este producto era de sólo 2.000 millones, con respecto a los 14.000 millones totales de alimentos importados. Del mismo modo, a fechas de 2013 la República de Corea solo cubría un 21% de su demanda total en cereales, por lo que sigue dependiendo de las importaciones, entre otras medidas. Además, las exportaciones no ascienden a más del 1% PIB (GDP) agrícola total (destacando ramyun, soju, kimchi, ginseng, etc), con un valor de unos 2,500 millones de dólares, frente a las importaciones de productos agrícolas ascienden a un 4% valorado en 10.000 millones de dólares.
Por otro lado, la costa continental surcoreana ocupa 11.542km, lo que permite una pesca masiva, y una pesca especializada, de modo que piscicultura no suele superar el 2% del total. Destacamos pues, el Mar Amarillo, debido al tipo de lodo y su escasa profundidad, permite obtener marsopas, corvinas, caballa, arenques, almejas, caracoles y bivalvos marinos; en la costa oeste coreana se forman salientes y planicies encharcadas; el Mar del Este o Mar de Japón destaca por la pesca de calamares, jureles, ballenas, delfines y varios tipos de caballa. Y finalmente, podemos destacar el Mar del Este de China, llamado el Mar del Sur o Nam hae남, el cual está repleto de islas, con 4.600 kilómetros de costa, donde destacan peces sable, tiburones, calamares, lenguados, caballas, pulpos y numerosos crustáceos. Al margen de esta variedad de especies marinas también tenemos anguilas, carpas o peces gato que se obtienen directamente de lagos y ríos como el Amnok, el Naktong, o el Río Han. Asociado a esta especialización podemos señalar que las principales zonas de desembarco son: Cheonam, Kyungnam, Gangwon. Estos puertos cuentan con 66, 58 y 38 mercados de pesca respectivamente, de los 330 totales divididos en país, a los que se añaden Pusan, Inchon, Ulsan, Kyonggi, Chungnam, Chonbuk, Kyongbuk, y Cheju. En general, la cantidad de bienes obtenidos directamente de la pesca que se pueden consumir anualmente superan las 2,5 millones de toneladas. A pesar de un beneficio bajo en relación al PIB total, menor del 1% a fecha del 2000, tiene igualmente un efecto positivo sobre el crecimiento económico, pues se estimula el desarrollo de servicios e instalaciones varias.
Para entender la cocina coreana es necesario sumergirse en su amplia oferta gastronómica, aproximándonos a los ingredientes locales y a los modos de cocción habituales. De las recetas más tradicionales, con una evidente influencia sínica o nipona, a las opciones más modernas, donde destaca la influencia de Europa y América en Corea del Sur:
Además, podemos destacar los populares alimentos fermentados como el Kimchi, que cuenta conmás de 100 variedades, siendo especialmente destacables la col china, los rábanos, las cebollas, el calabacín o las judías pintas, entre otros. Estas se recubren con gochuo pasta de chili rojo entre otros ingredientes como semillas de sésamo, dejándolo fermentar por un tiempo. Además, durante su proceso de elaboración, presenta una fuerte impronta familiar, pues se acostumbra a realizar una tanda anual de kimchi (habitualmente a finales de otoño o principios de invierno). Así mismo destacamos la presencia de los encurtidos, ya sea la variedad dulce del rabano amarillo o Danmuji, o el nabo común conocido como Chicken-mu, rábano encurtido blanco.
Respecto a la influencia japonesa, podemos destacar especialmente el Ramyeon, que proviene del ramen, o el Gimbap, que tiene una clara similitud a los maki de sushi japoneses. Sobre el influjo norteamericano, que ya hemos visto de hecho en algunos platos previos, destaca especialmente el Padak, o pollo frito coreano, así como la KBBQ o KPizza. Cabe destacar que el país se abrió a franquicias de comida rápida norteamericana, empezando por cadenas multimillonarias como McDonals, KFC, o el caso reciente de Subway que abrió en 2007.
Finalmente, respecto a las bebidas típicas destacamos especialmente: el soju (o soyu), bebida con un 16 y 25º de alcohol, asociada a la cual existen ciertas normas de cortesía sobre su consumo, como por ejemplo: verter el líquido en un vaso con las dos manos, no poner más cantidad hasta que no se vacíe el recipiente, o no beber de cara a la persona que hay enfrente, en caso de que esta sea mayor en edad. Así mismo, destacamos el makgeolli, una bebida realizada a partir de la fermentación del arroz, de entre 5 a 7% de alcohol, y especialmente apreciado por su cantidad de aminoácidos, vitaminas, fibra y otros componentes nutricionales.
Los locales surcoreanos pueden dividirse a grandes rasgos según su tamaño, especialidad y localización. Los restaurantes tradicionales, son todos aquellos locales que ofrecen comida tradicional coreana o hansik, con diversos platillos de acompañamiento. Concretamente los hanok restaurantson casas tradicionales coreanas que han sido reformadas, manteniendo no sólo la cocina sino la arquitectura tradicional coreana, o bien casas de construcción reciente que siguen un diseño tradicional. Los restaurantes regulares son locales que se encuentran generalmente a pie de calle, muchas veces con cristaleras y menús en plena calle, y la mayoría de veces regentado por una señora mayor (ajumma). Si bien, también destacan las tascas enfocadas al consumo nocturno de comida y bebida. Conjuntamente, también podemos encontrar pequeños puestos en mercados locales de comida; así como los puestos de comida callejera o pojangmacha, siendo especialmente los bunsikjip, aquellos donde uno puede sentarse mientras hace su consumición. En estos puestos destacan tentempiés como el tteokbokki (pastel de arroz frito), eleomuk (pasteles de pescado), o sundae (embutidos de carne). Además, en invierno son especialmente populares las castañas o batatas asadas, o el popular tteokbokki. Finalmente, destacamos los restaurantes especializados en KBBQ o barbacoa coreana, o bien restaurantes con parrillas para Samgyeopsal, Makchang o Samgyeopsal-gui; cantinas especializadas en pollo frito y cerveza, combinación que recibe el nombre de Chimaek; o bien restaurantes especializados en marisco.
Durante el proceso de modernización del país, la introducción de nuevas tendencias y la ajetreada vida urbana definieron una nueva imagen de la gastronomía coreana, al punto de resultar su presencia en los medios de comunicación fundamental. De este modo, la comida coreana hizo un determinante acto de presencia en:
En la última década la fuerza del “soft power” en Asia Oriental, como modo de exportación del modelo ocio-cultural, ha dado evidentes beneficios para Corea del Sur. A través del “hallyu” u ola coreana, se ha producido un evidente acercamiento entre este país y el extranjero, pero ¿cómo ha conseguido la comida coreana hacerse hueco en la oferta culinaria internacional?
Por un lado, la propia influencia del hallyu ha arrastrado silenciosamente la gastronomía consigo, fomentando paulatinamente el interés por los platos coreanos picantes y fermentados, muchas veces asociados a una dieta sana y completa. Desde su aparición en programas de variedades, o en manos de actores o ídolos musicales del k-pop, Occidente no ha tardado en ofrecer estos platillos al público. El ejemplo más práctico puede ser la SMTown Live in Paris en 2013, donde se vendieron preparados de comida coreana que tuvieron gran éxito, reflejando a la perfecciónla conexión entre el hallyu y la propia gastronomía. Conjuntamente, la comida se convierte en un elemento más de lo que podemos denominar como la “food diplomacy”, ejemplo de ello fue el “Año de Intercambio Cultural Corea-Francia”del 23 de marzo de 2016, donde se celebró el 130º aniversario de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Es decir, la comida es un elemento que promueve no sólo el intercambio cultural, sino que refleja la eficiencia del soft-power en el establecimiento de relaciones diplomáticas mutuas.
Por otro lado, el papel de la inmigración coreana resulta fundamental. A principios del s.XX ya nos encontramos con la apertura de restaurantes coreanos por familias que han emigrado a América: desde la cocina tradicional en Perú a los locales de “fast food” en Sao Paulo (Brasil). No obstante, resulta especialmente reseñable la tercera ola coreana de inmigrantes que llegaron a EE.UU. en 1965, alcanzando los 38.700 inmigrantes en la década de los 70, hasta los más de 800.000 en la actualidad. Los espacios con más concentración de inmigrantes coreanos entre 2008 y 2012 estarían en California, Washington, y New York. De hecho, en 1997 encontramos un artículo de Mark Bittman en el New York Times, con el nombre “Exploring the World of Kimchi, the Spicy Korean Staple” en un periodo en el que EE.UU. comenzaba a notar la relevancia de la cocina coreana en sus calles. También tenemos un artículo que se publicó en el Wall Street Journal en 2009 sobre restaurantes coreanos asentados durante estos periodos migratorios en ciudades como Los Ángeles. Este proceso de integración coreana llevó incluso a un sincretismo gastronómico, del cual aparecían platos populares como la “Korean BBQ Pizza”, o la “Bulgogi Burguer”, entre otros. Desde entonces podemos encontrar en diversas plataformas online a usuarios de origen sino-coreano, que buscan acercar la cocina asiática (y coreana) al público norteamericano: Fung Bros, Maang Chi, sweet and tasty TV, etc. Además, sehan empezado a popularizar las entrevistas cuyo formato incluyen probar comida coreana, como bien ha ocurrido este mismo año con parte del elenco de actores de Advengers: Infinity Wars, o con el actor Ryan Reynolds con el estreno de Deadpool 2, dada la popularidad de ambas películas en el país.
Finalmente, podemos mencionar que en el proyecto de globalización de la cocina coreana están envueltos de hecho: el Ministeriode Alimentación, Agricultura, Bosques y Pesca, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio, el Ministerio de Cultura y Turismo, y el Ministerio de Economía y Conocimiento, así como se cuenta con el apoyo de la Primera Dama de Corea. Estos organizaron la apertura de la Hansik Globalization Development Agencyen 2009, así como la Hansik Foundation, inaugurada en 2010. No obstante, la expansión de la cocina coreana fuera del país no se puederegular exclusivamente a través de un control institucional, resultando especialmente interesante la incursión de algunas compañías de alimentación. En definitiva, todo este esfuerzo, empujado además por la promoción a través de los canales de comunicación internacionales, ha derivado en un gran éxito, llegando a obtener enInternational Catering Awardsde 2001 un galardón en este ámbito culinario-diplomático.
La conclusión más firme y completa a la que podemos llegar es que la identidad coreana se puede ver reflejada en su gastronomía, convirtiéndose en uno de sus sellos nacionales más icónicos y relevantes. Hemos visto como la cocina coreana tradicional presenta una fuerte impronta de carácter medicinal y estético, donde la especialización regional aporta un gran valor al plato; llegando a una manifestación moderna que recoge estas bases, y la amplía a través de las múltiples influencias japonesas, europeas y americanas, y que se abre al exterior a través de las telecomunicaciones. Al final, esta se ha abierto hueco en la oferta internacional, con ayuda delhallyu, y la diáspora migratoria, llegando a convertirse en una herramienta más en relaciones diplomáticas internacionales.
En definitiva, más que comida o alimentos descritos aleatoriamente, cabe concebir la gastronomía coreana como un fenómeno cultural en plena expansión, de gran interés a nivel particular, y de gran utilidad diplomática. La comida es un elemento crítico en la formación de cualquier cultura, permitiendo una mejor comprensión de la diversidad cultural y las prácticas sociales de cada país. Este ensayo pues, ha tratado de poner de manifiesto como los múltiples puntos socioculturalesde la actual península coreana (especialmente Corea del Sur) encuentran un punto de conexión dentro de un mismo concepto: la gastronomía.
“Last week, we picked Napa cabbage in the garden. Now, we’re using it to make kimchi in the kitchen. Make it at home”
Primera dama Michelle Obama anunció en Twitter 06-02-2013
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