El término de onna bugeisha hace referencia a un pequeño grupo de mujeres que participaron en las actividades bélicas en la época del Japón feudal. Formaban parte de familias de samuráis también llamadas bushi, quienes las entrenaron para defender su casa y su familia en la ausencia del hombre, sobre todo en época de guerra. Estas mujeres utilizaban, sobre todo, armas como la naginata, un tipo de alabarda usada en la época feudal y que estaba rematada de una hoja con forma curva al final de un asta. Se combinaba con el puñal (tanto), el sable corto (wakizashi) y rara vez con un sable largo.[1]
A lo largo de la historia japonesa ha habido pocas mujeres guerreras, destacando algunas como Hôjô Masako, Nakano Takeko y Tomoe Gozen. Esta última, por ejemplo, vivió a lo largo de la segunda mitad del siglo XII (las fechas de nacimiento y muerte no se saben con exactitud), y para saber cómo era hay que tomar como referencia unos versos de El Cantar de Heike[2] comúnmente conocido como Heike Monogatari, donde describe a Tomoe de la siguiente manera:
Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera, y como espadachina era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie. Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando quiera que una batalla fuera inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros.[3]
Se estima que nació en el seno de una familia de guerreros samuráis en el año 1157, por lo que su formación en el arte de la guerra se centró en lo que aprendía de su familia, como la utilización del arco y sable. Era esposa de un importante general llamado Minamoto Yoshinaka (1154-1184), y luchó con él en las llamadas Guerras Genpei,[4] las cuales tuvieron lugar entre los años 1180 y 1185.
Se piensa que Tomoe murió en la Batalla de Awazu en el año 1184, donde también moriría su marido, aunque es algo que no está del todo claro. El Heike Monogatari por ejemplo asegura no sólo que Tomoe fue uno de los cinco miembros del clan Kiso[5] que permanecieron con vida al final del enfrentamiento, sino que también explica que Tomoe no era esposa de Yoshinaka, sino sólo su asistenta.
Otras fuentes aseguran que Tomoe fue derrotada por Wada Yoshimori (1147-1213) y se convirtió después en su esposa, volviéndose monja tras la muerte de éste. Nunca se ha comprobado la autenticidad de la existencia de Tomoe, salvo lo escrito en el Heike Monogatari. Un hecho destacado en relación a Gozen es que se ha encontrado la tumba de su asistenta, una mujer llamada Yamabuki Gozen, algo que dota de realismo a las historias que se cuentan sobre el verdadero final de Tomoe.
La anteriormente mencionada Hôjô Masako nació casi a la par que Tomoe Gozen, aunque su vida se alargó más, hasta el año 1225. Ella creció también dentro de una familia guerrera de la provincia de Izu,[6] inmersa como Gozen en las Guerras Genpei. La familia de Hôjô era poderosa antes de la guerra, el padre de Masako, Hôjô Tokimasa (1138-1213), era un hombre que sabía manipular el juego de tronos a su antojo, poder que más tarde heredaría Masako. Su padre acordó el enlace de matrimonio con Minamoto no Yoritomo, del clan Minamoto, nada más comenzar la guerra, un hecho bastante notable debido a que este hombre se convirtió en shōgun, siendo Masako la mujer más poderosa de todo el país. A la muerte de su marido reinó su hijo Yoriee (1182-1204), aunque en realidad sería Masako quien ostentaría el poder debido al carácter y astucia que había aprendido de su padre. Jamás participó en una batalla como Gozen, pero su gran habilidad le permite tener un papel fundamental como guerrera en la historia de Japón.
La última de estas tres grandes mujeres fue Nakano Takeko, mucho más cercana a lo actual debido a que vivió a partir de la segunda mitad del siglo XIX (1847-1868). Takeko es otra de esas “mujeres samurái”, en este caso perteneciente a la región de Aizu,[7] a la que se conoce principalmente por participar en la conocida Guerra Boshin, donde murió. Este episodio bélico tuvo lugar entre 1868 y 1869, y en él se enfrentaron los partícipes de mantener el último bakufu existente en Japón, el Tokugawa, y todos aquellos que querían volver a la existencia de una corte imperial en el país nipón.
Takeko nació en la ciudad de Edo y fue la hija de un oficial llamado Nakano Heinai. Como las anteriores mujeres también fue entrenada en la lucha, en este caso en el de las artes marciales, siendo incluso adoptada por su maestro después de la muerte de su padre. También estuvo dando clases desde principios de los años sesenta del siglo XIX. Combatió en la batalla de Aizu (una batalla de la mencionada Guerra Boshin), donde se la recuerda porque, gracias a su carácter, estuvo comandado a un grupo de mujeres guerreras, que lucharon de forma independiente debido a que no formaban parte de un cuerpo militar de ningún dominio. Este grupo de mujeres también luchó contra el ejército imperial en el dominio de Ogaki, donde Takeko recibió un disparo en el pecho. Fue enterrada posteriormente bajo un famoso pino en el templo de Hôkaiji, donde se le rinde culto cada año, como por ejemplo en el festival de Aizu celebrado en otoño.
Como se ha podido leer, a lo largo de toda la historia de Japón ha habido grandes mujeres guerreras con la denominación de “samuráis”, las cuales tuvieron una enorme importancia en algunas grandes batallas del país. Por suerte, la imagen y categoría de estas mujeres no se ha perdido, siendo estás veneradas y conocidas en la actualidad como nobles luchadoras en un mundo dominado por el género masculino.
Para saber más
Notas:
[1] Algunos de los datos pertenecientes a las armas mencionadas en este artículo han sido aportados por Marcos Sala, a quien he de agradecer su pasión y maestría en este tema.
[2] El Cantar de Heike es uno de los poemas clásicos más importantes de la literatura japonesa, donde habla de un sinfín de personajes y leyendas de la época. Fue escrito a principios del siglo XIII.
[3] Kitagawa, Hiroshi, Tsuchida, Bruce (tr.). Heike monogatari. Tokio, Universidad de Tokio, 1989.
[4] Fue un conflicto que enfrentó, a finales del periodo Heian, a los clanes Taira y Minamoto, con la victoria de estos últimos. Gracias a ello, en Japón fue establecido el primero shôgunato de su historia, el Kamakura, al mando del que estaba Minamoto no Yoritomo (1147-1199).
[5] Kiso hace referencia a uno de los clanes japoneses más destacados de la época, perteneciente a los Minamoto.
[6] Izu fue una vieja provincia de Japón, que corresponde a lo que actualmente es parte de la prefectura de Shizuoka, cerca de Tokio.
[7] Zona correspondiente a la Prefectura de Fukushima.