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Literatura clásica china en Dragon Ball: Viaje al Oeste. – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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Literatura clásica china en Dragon Ball: Viaje al Oeste.

Imagen de portada de Dragon Boy, de Akira Toriyama.

Imagen de portada de Dragon Boy, de Akira Toriyama.

En 1984, una de las principales revistas sobre manga en Japón, Shûkan Shônen Jump, publicó los primeros capítulos de Dragon Ball. Su autor, Akira Toriyama, aprovechaba para su creación, por un lado, el éxito logrado con Dr. Slumpmanga serializado en la misma publicación y convertido poco tiempo después en anime que había supuesto un verdadero fenómeno en Japón. Narraba la historia de Arale, una niña de trece años con fuerza sobrehumana que vivía en un pueblecito cuyos habitantes, en principio, desconocían el secreto que ocultaba: se trataba en realidad de una androide creada por el profesor Sembei Norimaki (de ahí la fuerza sobrehumana de la que hacía gala cuando no se daba cuenta). Por otro lado, Toriyama retomaba algunos elementos presentes en una historia anterior que había encontrado su eco también en Shûkan Shônen Jump: Dragon Boydonde narraba la historia de un niño cuyo maestro le encargaba la tarea de proteger la vida de una importante princesa. El personaje inspiraría al protagonista de Dragon Ball, Son Gokû, pero éste se encontraba a su vez basado en otro de carácter mítico: Sun Wukong.

Decoración del Palacio de Verano, Gran Corredor (Pekín), que representa a los cuatro protagonistas de Viaje al Oeste: el monje Xuanzang y sus tres míticos acompañantes.

Decoración del Palacio de Verano, Gran Corredor (Pekín), que representa a los cuatro protagonistas de Viaje al Oeste: el monje Xuanzang y sus tres míticos acompañantes.

Oolong, uno de los protagonistas del manga y anime Dragon Ball, en una de las escenas del anime.

Oolong, uno de los protagonistas del manga y anime Dragon Ball, en una de las escenas del anime.

A mediados de la Dinastía Ming (aproximadamente en el 1590 del calendario gregoriano), se cree que Wu Cheng’en terminó una de las obras más importantes de la historia de la literatura china, Viaje al Oeste.En ella se relatan las aventuras de la peregrinación a la India del monje chino Xuanzang. En el camino, el protagonista traba amistad con tres inmortales: un espíritu o duende del agua llamado Sha Seng, Zho Wuneng (un hombre cerdo capaz de adoptar distintas formas) y el mono Sun Wukong. De los cien capítulos totales de la obra, los siete primeros se dedican a narrar la historia mítica de este último: el Rey Mono había nacido de manera extraña y misteriosa, dotado de una fuerza y velocidad prodigiosas, pero carente del don de la inmortalidad. Este hecho le habría llevado a viajar y a aprender con un Gran Maestro.

Puar, personaje de Dragon Ball, en una de las escenas del anime.

Puar, personaje de Dragon Ball, en una de las escenas del anime.

Tras adquirir varias artes mágicas (como la transformación en distintos seres de la existencia, la multiplicación de sí mismo a través de su vello corporal, o el arte de caminar entre las nubes), Sun Wukong partió en busca de un arma adecuada para su fuerza, que no le resultase ligera. Hasta el momento, había templado lanzas, espadas y escudos de distinta índole, pero todos eran meras varitas de madera para la fuerza de sus extremidades. Finalmente, encontró un arma perfecta en el Rú Yì Bàng, un bastón de extrema dureza, legendario, capaz de contraerse hasta el tamaño de una aguja o de estirarse miles de metros para golpear a sus enemigos. Para lograrlo tuvo que enfrentarse a varios poderes celestiales que acabaron informando de sus tropelías al mismísimo amo del cielo, el Emperador de Jade. La lucha contra su corte de generales fue impresionante, tuvo un simbolismo que se puede leer desde distintos prismas y, aunque complicada, arrojó a un único ganador: el Rey Mono.

Gokû, protagonista de Dragon Ball, montado en su nube voladora.

Gokû, protagonista de Dragon Ball, montado en su nube voladora.

El relato ha sido reutilizado y absorbido en algunos -o en muchos- de sus aspectos por la cultura popular, que lo ha plasmado (con más o menos modificaciones) en videojuegos, películas o cómics. Akira Toriyama conocía Viaje al Oeste y reflejó muchos de sus elementos en Dragon Ball. Tomar como referencia una obra que había gozado de mucha extensión en el imaginario colectivo durante siglos aseguraba en cierta manera parte del éxito de la nueva propuesta. Sin ir más lejos, uno de los personajes más graciosos y paradigmáticos de los primeros capítulos de Dragon Ball, Oolong, parecía inspirarse en el hombre-cerdo Zho Wuneng. Compartía con él la pereza y el gusto por las muchachas bonitas, además de la propia forma física y de sus habilidades para cambiar de forma. Puar, especie de gato capaz de volar y de transformarse y continuamente enfadado con Oolong, podría relacionarse con el tercer acompañante del monje Xuanzang, el duendecillo de agua.

Enma, invocación de uno de los personajes del manga y animeNaruto, con forma de mono y capaz de convertirse en un bastón prolongable a voluntad.

Enma, invocación de uno de los personajes del manga y animeNaruto, con forma de mono y capaz de convertirse en un bastón prolongable a voluntad.

En general, puede resultar divertido buscar paralelismos entre la obra clásica china y la propuesta de Toriyama: El Maestro Roshi, sensei de Gokû, sería el equivalente del maestro del Rey Mono, mientras que la propia Bulma, en su búsqueda incansable de las bolas mágicas, podría asimilarse con el monje Xuanzang, pero las similitudes más claras (y las que más decididamente se mantienen durante la evolución de la serie), son las que existen entre Sun Wukong y Son Gokû.

Ambos poseen una fuerza terrible y una velocidad y capacidad para la práctica y aprendizaje de las artes marciales fuera de lo común. Pero además, Sun Wukong tenía un único problema con sus transformaciones: cuando se intentaba convertir en humano, no podía evitar mantener su cola. Del mismo modo, Gokû era un niño extraño, que poseía una cola en la que radicaba toda su fuerza y que le permitía convertirse en un mono gigante en las noches de luna llena. Luchaba con la ayuda de un bastón extensible que manejaba con mucha habilidad y se desplazaba gracias a la ayuda de una nube voladora (como contrapartida,Sun Wukong podía caminar sobre las nubes), uno de los signos más identificativos del personaje en la primera parte del manga y de la serie animada. El propio carácter de Son Gokû, despreocupado a la par que poderoso y con ambición, parecía remitir a la leyenda del Rey Mono.

Más allá de Dragon Ball, numerosos mangas y anime retomaron elementos presentes en la historia del Rey Mono, desde Naruto hasta Love Hina u otros ya clásicos, pero esa ya es otra historia.

 

avatar Julio Andrés Gracia (38 Posts)

Investigador y gestor cultural. Doctor en Historia del Arte con la tesis “Intermedialidad en el cómic adulto en España (1985-2005). De la historieta a la pintura, el audiovisual y la ilustración”. Ha trabajado sobre temas relativos al manga y el anime en congresos especializados y en artículos, tanto científicos como de carácter divulgativo.


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