En el siguiente texto me voy a referir a la edición de Cuentos de cabecera de Dazai publicada por la editorial Satori, una edición que realmente merece la pena, ya no sólo por la presentación, sino por la atención a los detalles: Entre sus páginas encontraremos, en primer lugar, lo que vienen a ser las versiones de Dazai. Al final se desarrollan los cuentos originales seleccionados por la propia editorial por ser las versiones más extendidas.
Partimos de un total de cuatro cuentos tradicionales japoneses que han sido rescritos por Dazai exponiendo una serie de ideas “políticamente incorrectas” tal como nos indica el subtítulo presente en la portada.
En primer lugar, nos encontraremos con El lobanillo desaparecido. La historia de un anciano que tiene una enorme verruga en su mejilla, hasta que una noche se libra de ella danzando para unos demonios ebrios que se la quedan como garantía de su vuelta al día siguiente. Su vecino, un hombre culto y comedido que sufre del mismo mal, al enterarse del método poco ortodoxo del anciano para librarse de tal incordio, decide acudir por la noche al lugar en el que se reúnen demonios y ogros. Su danza, sin embargo, de lo más elegante y formal espanta al público, que horrorizado le entrega el lobanillo tomándolo por el anciano de la noche anterior.
La principal moraleja de la versión de Dazai nos habla de la consideración sobre uno mismo. Se podría decir que el segundo anciano es sumamente pretencioso por su inteligencia y cultura, sin embargo, por intentar mostrarlo a otros ensalzando sus virtudes (En este caso en la danza tradicional), como consecuencia de tal vanidad se lleva su merecido en forma de otra verruga (si tener una le resultaba un castigo, nos podemos imaginar cómo se sentirá con dos).
El segundo relato es La historia de Urashima, una historia célebre en el Japón. Urashima es un joven que salva a una pequeña tortuga de unos niños que le estaban golpeando en plena playa. Como recompensa, la tortuga lo conducirá a las profundidades del mar, al castillo de la princesa Oto, donde el pescador podrá disfrutar todo tipo de placeres hasta que decida marcharse de allí. A su vuelta a la superficie, la princesa le entregará un cofre que no debe abrir nunca. El final nos descubre si la curiosidad podrá con Urashima o este mantendrá su promesa.
Aunque la historia resulta sumamente fantástica y repleta de elementos muy siugerentes, en la versión de Dazai son los diálogos reflexivos los que ocupan la mayor parte de la trama, dificultando a veces el ritmo de la lectura, aunque bien es verdad que de nuevo encontramos ideas interesantes que se refieren a las apariencias, la cortesía y la conveniencia del olvido.
La montaña Kachi-Kachi personalmente me resulta el relato más divertido e interesante. Los protagonistas son dos animales, un conejo (identificado como una joven virginal y mortal) y un tanuki[1](un señor dado a los excesos). El segundo mata a la anciana de un matrimonio con el que el conejo mantiene una buena relación, por lo que va a decidir tomar cartas en el asunto y hacer pagar al tanuki su crimen.
El pobre mapache pasará por toda una serie de terribles castigos: Desde que le prendan fuego a la espalda, le unten guindillas en la herida… Existen distintas versiones de esta historia, ya que el tanuki puede o bien darle una paliza a la anciana o bien matarla y cocinarla en sopa dándosela a comer a su marido. Según la versión de esta historia podemos plantearnos si realmente el conejo se excede en su castigo o es justo.
Por último, encontramos El gorrión de la lengua cortada, una reflexión en torno al egoísmo y la avaricia de las personas. Un anciano salva a un pequeño gorrión y lo acoge en su casa, hasta el día en el que su celosa mujer le corta la lengua por comerse la pasta de arroz que ha preparado. A partir de este momento el anciano irá en busca de su amigo el gorrión, hasta encontrar su casa y encontrarlo a él en forma de preciosa muñequita. Como regalo por tal atención se le dará a elegir entre varias cestas escogiendo él la que menos pesa debido a su edad y el largo camino. La esposa, visto lo que el marido había conseguido, pretenderá aprovecharse de la situación y quedarse con la cesta más grande y pesada sin tener en cuenta su propia capacidad para soportarla, llegando a la conclusión de que, como bien se dice: La avaricia rompe el saco, y puede conducirnos a las situaciones más extremas.
En definitiva, se trata de una lectura interesante para los que gustan de los cuentos plagados de fantasía interpretador de forma sarcástica y con alguna que otra lección moral de por medio.
Notas:
[1] Al castellano, el término tanuki se suele traducir como “tejón”, sin embargo no es el mismo animal. Se trata de un cánido más parecido a un mapache.