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El Festival de Angulema y "Un mal viaje al Oeste" – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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This article was written on 07 Feb 2018, and is filled under Cultura Visual, Varia.

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El Festival de Angulema y “Un mal viaje al Oeste”

Logo oficial del Festival de Angulema

El Festival Internacional de Cómic de Angulema es uno de los eventos más importantes sobre cómic a nivel mundial, y el salón más prestigioso de Europa. Consciente de ello, y respaldado por la excelente salud de la que goza el cómic en Francia, este festival pone buen cuidado en ofrecer una imagen representativa del cómic a nivel mundial.

Para ello, cuentan con diversos espacios y propuestas, entre las que destacan los países invitados. Por el festival han pasado las principales industrias comicológicas a nivel mundial: desde Estados Unidos hasta Japón, pasando por las potencias europeas: Italia, Bélgica… Incluso España ha tenido protagonismo en alguna edición, probando que el cómic patrio goza de una excelente salud, por lo menos en lo que a artistas se refiere.

Sin embargo, en contra de lo que a priori pudiera parecer, especialmente desde la última década Angulema ha puesto sus esfuerzos en esquivar el eurocentrismo habitual en este tipo de contextos, en los que, más allá de Japón, parece no existir el continente asiático. Por ello, en los últimos años han invitado a países asiáticos como China o Hong Kong, y se han creado espacios, como Quartier Asie o Little Asia, en los que las viñetas asiáticas (y no solamente japonesas) tienen cabida anualmente.

En la edición de 2018, dentro de la programación principal del festival se han incluido exposiciones de marcado carácter asiático, entre las que destacan las japonesas, agrupadas bajo el título Japonismes 2018[1] y dedicadas a Osamu Tezuka (Osamu Tezuka – Manga no Kamisama), a la serie de manga y anime Fairy Tail y a su creador Hiro Mashima, y al arte de Naoki Urasawa (ambos artistas han sido también invitados estrella en el festival). Además, también se ha dedicado una muestra a Sonny Liew, autor de El arte de Charlie Chan Hock Chye, una de las obras más destacadas entre las que se publicaron el año pasado.[2]

Además, este mismo año sin ir más lejos, en Quartier Asie se han incluido exposiciones procedentes de Japón, Hong Kong, Corea y Taiwán. La japonesa se ha centrado en la revista HiBaNa, de la editorial Shogakukan, ofreciendo una visión desde dentro de la publicación; además se ha incluido un photocall temático de Akira, la obra de Katsuhiro Otomo. La hongkonesa ha sido un monográfico sobre el artista Li Chi Tak, uno de los valores más destacados del cómic independiente hongkonés. Por su parte, la coreana presta atención al fenómeno de los webtoons, o webcómics, que se han convertido en uno de los principales vehículos de difusión del cómic en países como Corea o China. Además, la muestra coreana se enmarca también en la celebración del ciento treinta aniversario de las relaciones entre los dos países, Corea y Francia, por lo que adquiere una relevancia especial.

Taiwán lleva participando activamente en el Festival de Angulema desde 2012, año en el que fue país invitado, siguiendo la estela de China y Hong Kong. Ese año protagonizó la exposición Un océan de bande dessinées, en la que, a través de una veintena de artistas, se realizó un panorama cronológico y temático por la historia del tebeo taiwanés. La exposición se dividía en varias secciones: Courant d’argent, que abarcaba el periodo entre 1950 y 1967, donde el cómic tenía un componente educativo fundamental; Courant d’or, donde aparecería el periodo comprendido entre 1985 y 1999, caracterizado por la influencia e importación de manga y por el desarrollo de revistas de cómic; y finalmente Nouvelle vague Mix, del año 2000 a la actualidad, mostrando la evolución reciente del cómic taiwanés y la influencia de las nuevas tecnologías.

Desde entonces, la presencia de Taiwán ha sido habitual en el festival, participando anualmente en los espacios dedicados a Asia. Este año no ha sido una excepción. Made in Taiwan! es un espacio dedicado a los artistas taiwaneses, que cuentan con una representación de seis autores, dos de ellos residentes de la Maison des Auteurs.[3]

Ilustración del manhua The Lord of Master-Li Bai, de Yeh Minghsung.

Estos autores invitados han sido Yeh Minghsung, recientemente nominado al Golden Comic Award[4] en la categoría de mejor cómic para chicos adolescentes por su obra  The Lord of Master-Li Bai;[5] Hambuck, cuya reinterpretación del cuento de Lewis Carroll Alice in Mechaland acaba de ser traducida en Rusia; Yi Huan, una artista más que consolidada con veinte años de trayectoria en el cómic para chicas; y Crystal Kung, una de los jóvenes valores taiwaneses que con apenas veinte años ha logrado convertirse ya en una referencia para las nuevas generaciones. Por su parte, los dos residentes son Ao You-xiang, uno de los grandes maestros del cómic taiwanés, y Mickeyman, uno de los creadores más dinámicos de Taiwán y un exponente del cómic underground taiwanés.

No es la primera vez que Mickeyman visita Angulema. Ya estuvo presente en la edición de 2012, en la que Taiwán fue país invitado, aunque no formó parte de la delegación oficial enviada por el gobierno taiwanés. En realidad, su historia es mucho más rocambolesca, ya que se vio embarcado en una aventura que le marcaría considerablemente.

En 2012, la vida de Mickeyman estaba a punto de dar un vuelco. Su novia se había trasladado a estudiar a España y su país iba a participar por primera vez en el prestigioso Festival de Angulema. Así pues, Mickeyman decidió planear un viaje en el que pudiera visitar a su novia, pasar tiempo con ella y conocer España, y solicitar una beca del gobierno para formar parte de la delegación oficial de artistas de cómic de Taiwán en Francia. Un plan perfecto y calculado al milímetro, con el que pasaría las fechas más románticas del año con su chica (Navidad, Año Nuevo y San Valentín) y daría un empujón considerable a su carrera como artista.

Una escena de Un mal viaje al Oeste (fuente: Fandogamia).

Sin embargo, poco antes de emprender el viaje, la cosa se empezó a torcer. La distancia se llevó por delante la relación, se le denegó la beca y la devolución de los billetes de avión acarrearía un recargo muy elevado. Así que Mickeyman tomó una determinación: iría por su cuenta. Aprovecharía los billetes ya comprados para hacer un viaje de bajo presupuesto visitando Valencia y Angulema.

Mickeyman dejó constancia de su experiencia elaborando un diario de viajes, en el que ilustraba con viñetas y texto sus experiencias en Europa. Este diario fue publicado en 2013, con el patrocinio del gobierno taiwanés. Cuatro años después, Fandogamia lo ha editado en castellano, para que podamos conocer las experiencias de Mickeyman en España.

Si alguien podía editar en castellano una obra como esta, era sin duda Fandogamia. No solo por ser una editorial radicada en Quart de Poblet, a menos de diez kilómetros de Valencia; sino también por el espíritu de la editorial, volcados en la promoción de autores provenientes del webcómic o, como en este caso, del ámbito del fanzine,[6] manteniendo una línea temática marcada por el humor y la frescura. Aunque no se trata de un cómic al uso, sino de un diario de viajes ilustrado, encaja a la perfección en el catálogo de Fandogamia.

Bajo el título de Un mal viaje al Oeste. El viaje a lo rata de Mickeyman se recogen las peripecias de Mickeyman por Europa, desde la preparación del viaje hasta su vuelta. La historia se estructura en cinco capítulos: Cumplir tres deseos de una vez, Xmas in Europe alone!, ¡Seré pobre, pero un pobre feliz!, La aventura del festival del cómic y El verdadero sentido de este viaje.

Más allá de esta división por capítulos, el contenido se estructura en páginas autónomas, aunque en ocasiones se relacione con el contenido anterior, prácticamente todas las páginas se pueden leer individualmente, con excepción de las páginas dobles, en las que Mickeyman introduce los capítulos o algunas escenas, apoyándose más en el dibujo.

Tanto a nivel gráfico como textual, Un viaje al Oeste es una amalgama de estilos, en consonancia con el planteamiento de la obra: una mezcolanza de experiencias, recuerdos y anécdotas, vertidas con frescura y espontaneidad. Esto ha supuesto, por un lado, un auténtico reto para el rotulista y maquetador, Rubén Solas, que ha conseguido trasladar la esencia del original mediante el uso de tipologías variadas adaptadas a los distintos contenidos. De manera similar, en el apartado gráfico se combinan distintos estilos. Por un lado, el grueso de las imágenes en las que aparece Mickeyman y las escenas cotidianas tienen un dibujo muy elaborado y tonos rosados, mientras que por otro lado, algunos detalles como mensajes de chat, diálogos y algunos efectos son mucho más rudimentarios, coloreados con rotuladores de forma evidente, manteniendo visible el trazo y dando la impresión de espontaneidad.

Al principio para Mickeyman esta aventura se mostraba como un viaje de ensueño: volver a ver a su novia, hacer turismo por Europa y participar en uno de los mayores festivales de cómic. No obstante, la ruptura con su novia cambió buena parte de sus perspectivas. No solamente eliminaba un factor de la ecuación, sino que alteraba por completo la percepción de Europa.

Aun así, Mickeyman se decidió a llevar a cabo este viaje, para evitar el alto coste que le supondría cancelar los billetes de avión. Y es que su preocupación por la economía es una de las constantes a lo largo de todo el libro. La pérdida de la beca le supuso un presupuesto mucho más ajustado para su viaje, lo cual generó numerosas preocupaciones por gastar lo menos posible, especialmente debido al cambio monetario entre el xintaibi, la moneda taiwanesa, y el euro.

Pero más allá de las divertidas anécdotas que se generan por el tema económico, uno de los intereses fundamentales de Un mal viaje al Oeste es la perspectiva que ofrece. A través de los ojos de Mickeyman, vemos nuestra propia cotidianeidad cuestionada, lo que nos ofrece una lectura adicional muy interesante. Mediante los aspectos que a Mickeyman le resultan llamativos, por ser diferentes a lo que él está acostumbrado, se pone de relevancia que lo que a nosotros nos parece habitual solo lo es porque forma parte de nuestro marco cultural. Así pues, este juego de contrastes supone un atractivo especial para las dos partes implicadas, en este caso, España/Francia y Taiwán, lo que refuerza el enorme acierto de Fandogamia al publicarlo en castellano.

Si la parte de Mickeyman en Valencia se centra en actividades cotidianas como hacer la compra o conseguir una bicicleta para desplazarse por la ciudad, así como en las particulares celebraciones navideñas (con especial énfasis en el ritual establecido en las Cabalgatas de Reyes), la parte francesa supone una interesantísima crónica del Festival de Angulema, desde la perspectiva de un autor y creador. Además, en este apartado recoge múltiples influencias gráficas y visuales, entre las que destacan Art Spiegelman, el autor de Maus, o Pilarín Bayés, la dibujante vicense autora de numerosas obras infantiles.[7]

El relato de la experiencia de Mickeyman por Europa resulta, por lo tanto, tremendamente interesante que funciona como lectura ligera, lleno de humor y generando una empatía con el artista que vence el rechazo a su “raterío”, pero funciona también en una lectura más pausada y reflexiva.

Fandogamia ha editado Un mal viaje al Oeste con sumo cuidado, en un formato mediano, con papel de gran calidad y sobrecubiertas con el diseño de portada original traducido al castellano, que esconden una portada interior compuesta por viñetas sacadas de la obra. Pero más allá de la forma en la que lo han editado, la apertura de miras que les ha permitido fijarse en una obra como esta (y que es uno de sus sellos de identidad) nos ha dado la posibilidad de conocer un título proveniente de un ámbito completamente desconocido como es el cómic taiwanés, estrechando lazos y creando nuevas sinergias. La Gran Efe lo ha vuelto a hacer, y promete seguir por este camino mucho tiempo.

Notas:

[1] Agrupándolas de esta manera, se ha buscado además homenajear al ciento cincuenta aniversario del comienzo de la Era Meiji (1868-1912) y al ciento sesenta aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas modernas entre Japón y Francia. En ambas conmemoraciones se celebra el aperturismo nipón que influyó considerablemente en la vida cultural europea, desde el siglo XIX hasta la actualidad.

[2] Editado en Francia bajo el título Charlie Chan Hock Chye, une vie dessinée, el cómic, que recibió el Premio Eisner el pasado año, ha formado parte de la selección oficial de Angulema 2018.

[3] La Maison des Auteurs o Casa de los Artistas es un espacio permanente amparado por el Festival de Angulema para la formación de artistas de proyección internacional. Se trata de un centro muy selecto, en el que los aspirantes son evaluados por un jurado especializado para acceder a becas de formación de alto prestigio.

[4] El Golden Comic Award es el premio nacional de cómic de Taiwán, un galardón fundado en 2010 para reconocer las mejores obras taiwanesas y contribuir a su proyección internacional. Su web oficial puede consultarse aquí.

[5] Obra dedicada al gran maestro de la poesía de la dinastía Tang, Li Bai (701-762). En la VIII Edición de los Golden Comic Award, esta obra contó con una aplicación de realidad virtual que se presentó en la exposición paralela a la celebración de los premios.

[6] De hecho, los inicios de la propia editorial se encuentran en el mundo del fanzine y la autoedición.

[7] Esta última influencia se manifiesta en una ilustración en la que aparece uno de los ratones de Maus (aspecto con el que Mickeyman identifica a Spiegelman) dando una conferencia ante un público sentado en un banco que, al estar de espaldas al dibujante, adopta una perspectiva forzada por la que se observa la cabeza de manera que los rasgos siempre quedan visibles, en una imitación inconfundible del estilo personal de Pilarín Bayés. Además de lo identificable de ese recurso, en 2012 también se dedicó en Angulema un espacio destacado a los artistas españoles. Ese mismo año, en Barcelona se celebraron con una exposición los cincuenta años de trayectoria de la artista, así que no es extraño que también se la incluyese en alguna exposición o actividad del evento francés.

avatar Carolina Plou Anadón (272 Posts)

Historiadora del Arte, japonóloga, prepara una tesis doctoral sobre fotografía japonesa. Autora del libro “Bajo los cerezos en flor. 50 películas para conocer Japón”.


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