Es una verdad universalmente reconocida que, a partir de cierta edad, las semanas veraniegas comienzan a contarse en bodas. A medida que uno se aproxima a la treintena, es inevitable que las invitaciones a los casamientos de nuestros amigos y conocidos se acumulen, creando en los solteros sentimientos encontrados. Las bodas son, por un lado, ocasiones extraordinarias para socializar en un ambiente distendido –especialmente propicio si hay barra libre– pero, por otro lado, son fuente de estrés y ansiedad para aquellos que acuden sin pareja, dado que acaban siendo foco de indeseadas atenciones que suelen girar en torno a la temida cuestión del “¿y tú, para cuándo?”. Este pequeño drama universal del invitado soltero es el argumento en torno al cual gira la comedia romántica Plus One,[1] que se estrenó en Estados Unidos el 14 de junio de 2019 y, desde finales del verano, está disponible en plataformas de pago por visión, como Hulu.
La cinta está protagonizada por Ben y Alice, amigos desde la universidad que a principios de la temporada de bodas coinciden en uno de estos eventos: él intenta reconectar con un antiguo amor para descubrir que está prometida, mientras que ella está pasando por una amarga ruptura. Su especial química y su habilidad para resolver con humor las situaciones a las que han de enfrentarse durante el convite les llevan a realizar un pacto: a fin de evitar la soledad y los problemas que esta acarrea, cada uno será el acompañante (plus one, en inglés) del otro durante el resto del verano, sumando entre los dos un total de diez bodas. Sin embargo, progresivamente esa amistad irá evolucionando en algo más cuando ambos se den cuenta de lo que el resto del mundo parece asumir como evidente, y es que forman una pareja perfectamente imperfecta. Pero, ¿serán capaces de superar sus reticencias iniciales y dar el paso de la amistad al amor?
Esta película de regusto indie supone el debut en el mundo de los largometrajes de los guionistas y directores Andrew Rhymer y Jeff Chan, este último de origen chino, y, aunque cumple todos los requisitos del género, mantiene una frescura nada desdeñable. Un primer aspecto interesante del filme es el hecho de que cuente con una pareja protagonista interracial, pues el personaje de Alice es japonés y varios de los miembros de su familia aparecen durante el metraje; a ello se suma la herencia de la propia Maya Erskine, la actriz que la interpreta en la pantalla, que es hija de una mujer japonesa. A pesar de esta diversidad en la elección de los personajes, lo cierto es que ningún aspecto de la cultura nipona trasciende en el guion; muy al contrario, Alice no encaja en absoluto con el estereotipo de la mujer japonesa, ligado a conceptos de dulzura, orden, discreción y simpatía, sino que es una mujer deslenguada, caótica y algo propensa al alcoholismo. En este personaje se centra el componente humorístico del filme, con una Maya Erskine desternillante que captura al espectador en cada plano, basculando entre lo soez y lo torpe, cercano al clásico slapstick, pero siempre con una naturalidad arrebatadora que despertará empatía y reconocimiento, especialmente entre los millennials.
Otro aspecto reseñable es la especial relación de amistad que existe entre los protagonistas, con una complicidad que se manifiesta en detalles tan cotidianos que resultan fácilmente identificables para cualquier espectador.
Dentro de esta dinámica de amistad que viven los protagonistas, cabe mencionar un detalle nada insignificante para tratarse de una comedia romántica, y es el de la subversión de los roles de género; en contra de lo que viene siendo habitual, aquí es Ben, interpretado por el actor Jack Quaid, el romántico desesperado que busca un ideal de perfección en sus parejas y aspira a una relación tal y como la definen los cánones imperantes en la ficción literaria y fílmica, incluyendo un inicio de la misma basado en el icónico meet cute. Este término, que el propio personaje explica durante la película, consiste en que el primer encuentro entre dos personas, que luego serán pareja, se produzca bajo unas circunstancias humorísticas y adorables.[2]
La película trata de advertirnos en contra de estas ideas preconcebidas, mostrando que el amor y las relaciones no son tan sencillas como en la ficción, aunque para ello siga ciertos estándares del propio género que intenta desestimar. De esta forma, la idea de una relación de amistad que dura años y acaba convirtiéndose progresivamente en un romance nos remite ineludiblemente a la ya clásica película Cuando Harry encontró a Sally (1989). Este paralelismo se hace aún más evidente si subrayamos el hecho de que Jack Quaid, protagonista de Plus One, es hijo de las estrellas de Hollywood Dennis Quaid y Meg Ryan, siendo esta la actriz que dio a vida a Sally en el filme original.
Así pues, a través de referencias y lazos familiares, queda demostrado que Plus One pertenece a una larga tradición de comedias románticas con una esencia clara y un propósito eminentemente lúdico. Sin embargo, gracias a un casting inclusivo y un humor sin cortapisas, el filme consigue llevar el género a un nuevo nivel de contemporaneidad para erigirse como una comedia refrescante que hará las delicias de toda una generación de solteros, hastiados por la vida amorosa de sus congéneres.
Tráiler de la película.
Para saber más:
Notas:
[1] Plus One (2019) País: Estados Unidos. Dirección: Jeff Chan, Andrew Rhymer. Guion: Jeff Chan, Andrew Rhymer. Música: Leo Birenberg. Fotografía: Guy Godfree. Reparto: Maya Erskine, Jack Quaid, Ed Begley Jr., Rosalind Chao, Beck Bennett, Finn Wittrock. Productora: Red Hour / Studio71 / Firewatch / The Bindery / Lunacy Unlimited Productions / Inwood Road Films / Particular Crowd.
[2] Aunque el origen del término meet cute no puede establecerse con claridad, es evidente que ya se empleaba en el Hollywood clásico. Así, por ejemplo, en la película The Holiday (2006) el personaje de Arthur (Eli Wallach), un guionista de la época dorada, nos da una definición de meet cute que en castellano tradujeron como “encuentro cuco” haciendo referencia a la película La octava mujer de Barba Azul (1938) dirigida por Ernst Lubitsch y con guión de Billy Wilder:
Es cuando se conocen dos personajes en una película. Por ejemplo, un hombre y una mujer necesitan comprar algo que ponerse para dormir. Los dos acuden a la sección de pijamas para caballeros y el hombre le dice al dependiente: “sólo necesito la parte de abajo”. Y la mujer dice: “yo sólo la de arriba”. Entonces se miran… y es un encuentro cuco.