Dejábamos pendiente para una nueva entrega el análisis de la más reciente aparición en el cine de La vuelta al mundo en ochenta días. Como ya adelantábamos, se trata de una producción sin excesivas pretensiones, combinando la comedia ligera con el género de aventuras, buscando definirse dentro del ámbito del cine para todos los públicos (sin ser excesivamente infantil ni demasiado complejo).
Si cuando hablábamos de la adaptación de 1956 decíamos que se lastraba a sí misma obligando al espectador a tener siempre presente la novela, y que eso subrayaba las diferencias y sacrificaba su originalidad; en ésta de 2004 se da la situación contraria. El director, Frank Coraci, y los guionistas David N. Titcher, David Benullo y David Goldstein, construyen una historia diferente y novedosa, en la que tan solo toma de la novela de Verne los hitos principales (el robo al Banco de Inglaterra, la apuesta, el plazo…) para reinterpretarlos elaborando un argumento nuevo.
Manteniendo la ambientación victoriana (con una vuelta de tuerca, dándole tintes de steampunk[1] y añadiendo además anacronismos con pretensiones humorísticas) Jackie Chan,[2] Passepartout, es el ladrón del Banco de Inglaterra, donde no se han sustraído cincuenta y cinco mil libras, sino una escultura de Buda realizada en jade que, como se descubrirá poco después, es la pieza clave de una trama de conspiraciones en torno a una aldea china, de la que originalmente procede el mayordomo y a la cual pretendía salvar sustrayendo el Buda. De este modo, se introduce un componente adicional de acción física, en los que Jackie Chan da rienda suelta a sus habilidades como artista marcial, exhibiendo coreografías que combinan la pelea con el humor (tal es el caso de la que tiene lugar en París, en la que mientras Chan hace frente a sus oponentes en un salón de arte, los golpes y maniobras para esquivarse terminan pintando un cuadro). Por su parte, Phileas Fogg (Steve Coogan[3]) es un inventor, arquetipo del genio soñador y un tanto ingenuo, que pasa en muchas ocasiones a ocupar un lugar secundario en la película. Finalmente, la princesa Aouda se convierte en Monique Laroche,[4] una aspirante a artista francesa que se une espontáneamente al dúo protagonista.
Conforme avanza el metraje, la cinta se separa más de la historia de Verne. Los protagonistas escogen otra ruta diferente (el Orient Express hasta Constantinopla, y de allí a India), aunque en esta película el itinerario tiene un peso mucho menor y solo aparece mencionada de manera anecdótica. Así, es posible hacer que en la ciudad de Agra sean cercados por la justicia inglesa, y ante la imposibilidad de proseguir el viaje haciendo escala en las colonias inglesas de Singapur y Hong Kong, decidan atravesar China, pudiendo así llegar Passepartout a su aldea natal para ponerla a salvo.
Este paso por China, que tanto argumentalmente como en minutos de duración tiene gran importancia para la película, es una recreación del espíritu de las películas de género wuxia.[5] No debe perderse de vista que en el año 2000 se había estrenado Tigre y Dragón,[6] y posteriormente Hero (2002)[7] y La casa de las dagas voladoras (2004),[8] lo cual había contribuido enormemente a la puesta de moda del género.
La villana, Fang (interpretada por Karen Mok[9]), lidera una hermandad secreta que persigue y pone en riesgo en numerosas ocasiones el desarrollo de la apuesta. Con una estética que bebe de la representación tradicional del villano chino (de uñas largas, intimidadora y despiadada, vestida con trajes que evocan los qipaos tradicionales y peinada con complicados moños) aunque modernizada a través de maquillajes de estilo contemporáneo, Fang está dispuesta a conseguir a cualquier precio controlar la aldea natal de Lau Xing (verdadero nombre de Passepartout), de modo que pacta con los lores de la Real Academia de Ciencias (institución que había sustituido al Reform Club) su apoyo logístico a cambio de impedir que Fogg complete su reto.
Debe destacarse, también, que esta versión de 2004 bebe de su antecesora en algunos rasgos, como la inclusión de numerosos cameos y colaboraciones de estrellas de Hollywood, que hacen su aparición en pequeños papeles. Desfilan ante la pantalla personalidades como Jim Broadbent, Arnold Schwarzenegger, Owen y Luke Wilson, Rob Schneider, Kathy Bates, John Cleese o Ewen Bremner en pequeños papeles.
Con ésta, terminamos el repaso a las películas que se han visto directamente inspiradas en La vuelta al mundo en ochenta días. Sin embargo, dentro del ámbito audiovisual esta obra no fue trasladada únicamente al cine, también pasó a la televisión con un formato serializado, lo que nos ocupará en próximas entregas.
Notas:
[1] Steampunk es un género, que ha alcanzado los tintes de corriente cultural, en el que se adopta una estética victoriana combinada con alardes tecnológicos superiores a los logrados durante el siglo XIX, pero apoyados todos ellos en las técnicas disponibles en la época, como puede ser la máquina de vapor.
[2] Jackie Chan es un polifacético artista internacionalmente conocido por sus papeles en películas de acción y artes marciales. Si bien sus comienzos, en Hong Kong, estuvieron vinculados al cine de artes marciales (donde inició su carrera como especialista y doble), tras la muerte de Bruce Lee el público le vio como su sucesor natural, así que para desmarcarse de este “título”, optó por imprimir a sus películas y escenas de acción un tono cómico, cercano al slapstick clásico, que se convertiría en su sello de identidad.
[3] Steve Coogan es un comediante, actor y productor británico cuya prolífica carrera ha estado muy vinculada al Reino Unido, resultando relativamente desconocido fuera de este ámbito. Ha protagonizado numerosas películas, entre las que podemos destacar 24 hour party people (2002, ambientada en la escena musical de Manchester entre los setenta y los noventa, en torno a la discográfica Factory Records –y contemplando el surgimiento de grupos tan icónicos como Joy Division y New Order), Hamlet 2 (2008, una disparatada comedia sobre un fracasado profesor de teatro de instituto) o la más reciente Philomena (2013, que le ha valido un gran número de reconocimientos). También es un rostro popular gracias a papeles secundarios en producciones como Thropic Thunder o la saga Noche en el museo. Si estos ejemplos le han convertido en un rostro popular a nivel internacional, a nivel británico es una celebridad gracias al personaje de Alan Partridge, nacido en el marco de un programa de radio, que llegó a tener incluso una película: Alan Partridge, Alpha papa (2013).
[4] Interpretada por Cécile de France, reconocida actriz de origen belga a la que este papel le sirvió para abrirse camino en Hollywood. Después protagonizaría Más allá de la vida, junto a Matt Damon y bajo la dirección de Clint Eastwood.
[5] Wuxia (“caballero de las artes marciales” en una traducción aproximada) es el nombre que recibe un género audiovisual y literario de origen chino. Aunque como género cinematográfico se remonta a comienzos del siglo XX, tras la revolución comunista este género encontró reductos en Taiwán y Hong Kong, donde vivió su edad de oro entre las décadas de los sesenta y los ochenta.
[6] Tigre y dragón, dirigida por Ang Lee, protagonizada por Chow Yun-Fat, Michelle Yeoh y Zhang Ziyi, coproducida por China, Hong Kong, Taiwán y Estados Unidos. Obtuvo numerosos reconocimientos, entre los que destacan varias nominaciones y premios Oscar.
[7] Hero, dirigida por Zhang Yimou y protagonizada por Jet Li y Zhang Ziyi. Aunque es una película de 2002, en Estados Unidos no vio la luz hasta 2004.
[8] La casa de las dagas voladoras, dirigida por Zhang Yimou y protagonizada por Takeshi Kaneshiro,
Andy Lau y Zhang Ziyi.
[9] Actriz y cantautora, que con esta película daba el salto a Hollywood.