El pasado mes de diciembre llegaba a nuestras librerías en un volumen único Sakuran, una obra de Moyoco Anno que se suma al catálogo de la editorial Kodai, junto a otros títulos como Cocoon o La ciudad al atardecer.
A grandes rasgos, este único volumen nos cuenta la historia y trayectoria de Kiyoha, una cortesana que, desde niña, habita en un burdel del barrio de Yoshiwara. Así, a través de este personaje podemos conocer las diferentes posiciones y etapas por las que pasa hasta convertirse en una oiran o cortesana de alto rango, partiendo de su papel como criada de la oiran anterior y su escalada dentro del propio burdel.
Si por algo destaca este título es por dos elementos fundamentales. En primer lugar estamos ante un título de tintes históricos, de modo que Moyoco Anno se aprovecha de los espectaculares kimonos y peinados de las prostitutas de Yoshiwara para exagerarlos aún más, si cabe, con un tratamiento repleto de estampados, volúmenes y horquillas de carey que adornan intrincados peinados. Por otro lado, e incidiendo en este carácter histórico, vemos como a través de las viñetas se nos transmiten montones de información sobre las costumbres en el trato a los clientes, la concepción de la belleza femenina y una visión de la sociedad en general limitada, eso sí, a los diversos personajes que vagan por el barrio de Yoshiwara. Igualmente, este segundo factor se ve apoyado por el cuidado y esmero que ha puesto la editorial a la hora de traer este título a nuestro país, incluyendo al final una selección de definiciones y notas a pie que complementan a la obra propiamente dicha y que permiten entender mejor tanto a la figura de la oiran como el funcionamiento de un burdel en el Japón tradicional.
La historia avanza despacio, como el fluir del agua, de modo que el lector crece junto a Kiyoha, aprendiendo sobre sus aventuras y experiencias y esperando para saber qué será lo próximo que se le ocurra hacer. Esta no es la primera obra de Moyoco Anno que llega a nuestro país, pero si por algo resala respecto a las otras es por la ambientación y por la manera en el que el preciosismo de su estilo se pone al servicio de toda la pompa y exotismo ligado a estas cortesanas.
Una propuesta inesperada y muy interesante que Kodai ha puesto a nuestro alcance y que no podemos dejar de recomendar, ya no sólo por el apartado visual, sino por la historia y como llega hasta nosotros un trocito del periodo Edo en forma de manga.