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Breve introducción al Budismo – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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Breve introducción al Budismo

En la pasada Exposición del II Aniversario de la revista Ecos de Asia el Budismo, el sistema filosófico y ético en el que se reconoce a Buda como fundador, aparecía representado en una serie de piezas y objetos. Por este motivo, para poder situarlos en un contexto adecuado, a continuación, pasaremos a realizar un breve recorrido por los aspectos más destacados de esta religión.

Siddhartha Gautama, que con posterioridad sería conocido como Buda, nació en la India en el siglo VI antes de Cristo. De acuerdo con las leyendas, Siddhartha fue el hijo de un rey del clan Shakya,[1] de ahí el nombre con el que a menudo se le hace referencia, Buda Shakyamuni. En el momento de su nacimiento, un adivino predijo que este o bien se convertiría en un gran líder militar o en un renombrado dirigente espiritual, por lo que su padre, para prevenir que esto último ocurriera, lo confinó a una vida con toda clase de lujos y placeres tras los muros de palacio, para que no fuera consciente del sufrimiento y de la cara más amarga de la vida.

Un día, durante su juventud, Siddhartha consiguió escapar de la lujosa vida en la corte, pudiendo llegar a contemplar por vez primera una persona anciana, un enfermo, un cadáver y un anciano asceta. Estas visiones le produjeron una gran conmoción y le afectaron profundamente, lo que le hizo llegar a la conclusión de la transitoriedad de los placeres y de la existencia del sufrimiento, por lo que se desprendió de todas sus joyas y vestidos, dejó a su mujer e hijo en palacio, para, a continuación, embarcarse en un viaje en búsqueda del verdadero conocimiento de la vida y de los distintos caminos o vías por las que los seres humanos fueran capaces de alcanzar la paz.

En un principio, Siddhartha se volcó en una búsqueda interior en su persecución del conocimiento, por lo que se dirigió a los bosques en busca de la ayuda de ascetas y hombres santos que le enseñaran a meditar, en la época, el yoga era ya reverenciado como una antiguo medio con el que se podía profundizar en el conocimiento de las verdades universales. Siddhartha se convirtió en un asceta, autoimponiéndose rigurosas renuncias, hasta el punto de encontrarse cerca de la muerte por inanición.[2] Llegando a la conclusión de que estas formas tan extremas de meditación no eran el camino a seguir, volvió a consumir alimentos, se sentó a meditar bajo la sombra de un árbol Bodhi  (ficus religiosus) donde, en el transcurso de la noche o de varios días según otros textos, el vil demonio Mara, comprendiendo que Siddhartha se encontraba próximo a la iluminación, le tentó con sus bellas hijas y un poderoso ejército. Siddhartha tocó el suelo con su mano derecha, llamando a la Tierra como testigo, con lo que pudo finalmente alcanzar la iluminación y deshacerse de Mara.[3] Cuando Siddhartha se levantó, lo hizo ya como Buda, lo que viene a significar el Iluminado o el Despertado, dictaminando que las causas del sufrimiento humano descansan en los deseos de toda clase y que debido a esto las almas de todas las criaturas vivientes están destinadas a sufrir reencarnaciones sin fin. Solamente con la completa eliminación de los deseos materiales se puede alcanzar un estado de felicidad absoluta, denominado Nirvana, palabra en sánscrito que significa “extinción”.

Buda se dedicó el resto de su vida a dar a conocer sus doctrinas ascéticas a su cada vez más numeroso grupo de seguidores. Enseñaba que el Nirvana[4] solo puede ser alcanzado llegando primero a la conclusión de las Cuatro Nobles Verdades: toda la vida es sufrimiento; este sufrimiento es causado por deseos; para eliminar este sufrimiento, uno debe primero eliminar los deseos; esto es posible siguiendo los Ocho Preceptos, los cuales incluyen pensamientos rectos, buenas intenciones, buenas acciones y una correcta concentración y meditación.

La doctrina budista atrajo a multitud de personas  a las cuales el sistema de castas y la exclusividad brahmánica sobre el control del culto resultaba poco alentadora.[5] Incluso  antes de la muerte de Buda, multitud de sus seguidores se habían convertido en monjes y monjas que desempeñaban sus labores en monasterios construidos gracias a las donaciones de ricos seguidores. Gradualmente, el Budismo fue alcanzado una mayor popularidad gracias a la labor de estos monjes que propagaron las enseñanzas[6] de Buda a lo largo del norte de la India. El principal punto de adoración lo representaban las estupas, montículos hemisféricos que contenían las reliquias de Buda o de otros seres trascendentales, que en su exterior solían estar decoradas con escenas de los Jatakas (cuentos populares que versaban sobre las vidas pasadas de Buda). Los fieles también llevaban a cabo peregrinaciones a importantes lugares relacionados con la vida de Buda, entre los que se encontraba su lugar de nacimiento, el árbol Bodhi en el que alcanzó la iluminación, o el Parque de los ciervos de Sarnath en el que proclamó su primer sermón. Conforme pasaban los siglos, peregrinos de toda Asia viajaron a visitar esos lugares sagrados en los que aprendían acerca de la vida de Buda y de sus enseñanzas.

Mapa en el que se muestran las principales vías de difusión de la doctrina budista. Fuente Wikimedia Commons.

Mapa en el que se muestran las principales vías de difusión de la doctrina budista. Fuente Wikimedia Commons.

La primera forma de Budismo se denomina Theravada (Camino de los ancianos), estando estrictamente adherida a las enseñanzas de Buda y a su austera forma de meditación y distanciamiento, manteniendo que son muy pocos los destinados a alcanzar el nirvana. Inicialmente en el arte, Buda se representaba solamente mediante símbolos y referencias, pero en el noroeste y centro de la India durante el período Kushan (50-320 d.C.), se comenzó a utilizar la imagen de Buda con forma humana. En la representación del arte budista cobra una especial importancia la escuela de Gandhara,[7] región que actualmente forma parte de Pakistán y Afganistán,  en la que a través de las colonias romanas de Asia el arte griego siguió floreciendo entre los años 200 al 400 d.C. En las esculturas de Gandhara son características las representaciones de Buda de pie, cubierto con una especie de toga al estilo romano-helenístico. En este mismo momento emergió una nueva forma de Budismo, la denominada Mahayana (Gran Vehículo), el cual sostenía que Buda era más que un gran docente o guía espiritual, representándolo como una figura más cercana a la de un dios salvador. Se creía que había aparecido en una perfecta forma humana para acabar con el sufrimiento, y defendiendo que, llevando a cabo buenas acciones y manteniendo una fe verdadera, el Nirvana resulta accesible para cualquier persona a través de una serie de prácticas menos estrictas y arduas que en el Theravada (al cual los budistas Mahayana denominan Hinayana o Vehículo Pequeño.)

El Budismo Mahayana ponía gran énfasis en los sutras[8] y con el tiempo fue asimilando a todo un panteón de deidades destinadas a ayudar a los fieles y devotos, entre los que podemos encontrar: budas del pasado, los bodhisattva[9] como Maitreya (Buda del Futuro), o el atractivo y gentil Avalokitesvara,[10] el bodhisattva de la compasión infinita, que podía ser invocado  para ayudar a los fieles que se encontrasen en momentos de  especial necesidad.  La fe Mahayana se convirtió en la más popular del Budismo y fue exportada por monjes y mercaderes a través de Asia Central a través de las rutas hacia China y de ahí hacia Corea y Japón.

Otra forma de Budismo, denominado esotérico o tántrico[11] o Budismo Vajrayana, hizo su aparición a consecuencia de una escisión del Mahayana a finales del siglo VI o principios del VII. Esta modalidad esotérica aceptaba los principios del Mahayana pero a su vez usaba formas de meditación dirigidas por maestros que hacían uso de palabras mágicas, símbolos y prácticas con las que acelerar al devoto en su camino hacia la iluminación. Consideraban que aquellos que practicaban la compasión y meditación con una resolución inquebrantable adquirían la sabiduría con la que poder llegar a distanciarse de las pasiones humanas, pudiendo lograr en una vida un estado de perfecta felicidad o “luz clara”, término para la ultima comprensión y libertad. Estas prácticas tienen sus paralelos con las desarrolladas en el Hinduismo.

Numerosas deidades nuevas aparecieron en el panteón del Budismo Esotérico que, con sus poses, gestos y expresiones, ayudan a visualizar ideas filosóficas, por ejemplo, las deidades femeninas y masculinas abrazadas simbolizan la unión de sabiduría y compasión. Las deidades rubicundas simbolizan protección, ayudando a los fieles, con su apariencia violenta y terrorífica, a vencer sus propias pasiones que entorpecen su salvación. En el centro de la creencia esotérica se encuentran los cinco Budas Celestiales (las cuatro direcciones y el zenit), que representan tanto la energía del universo y el potencial de sabiduría dentro de la construcción psicológica del individuo.

En el siglo XII, el Budismo ya era imperante en distintas partes del continente como China, Corea y Japón, mientras que en la zona noreste de la India, territorio donde vivió y predicó el Buda histórico, se encontraba cerca de la extinción debido a las alteraciones que conllevaron las invasiones musulmanas en las que se destruyeron monasterios y centros de estudio, haciendo que maestros y monjes se vieran forzados a emigrar a territorios como Nepal, Tíbet o Birmania, perteneciendo en la actualidad solamente una pequeña parte de población a la religión budista en la India.

Representación en porcelana del bodhisattva Guanyin. Dinastía Ming (1368-1644). Fuente Wikimedia Commons.

El Budismo Theravada, Mahayana y Esotérico se propagaron a través del Sureste Asiático en el siglo VII. El Budismo Theravada se propagó por Sri Lanka en una fecha temprana, siendo en la actualidad la fe predominante. Fue llevado a través de las rutas marítimas hasta los puertos de Tailandia y Birmania (actual Myanmmar), practicándose esta forma de Budismo todavía en estos países, así como en los vecinos Camboya y Laos. En Vietnam, la población es preeminentemente Mahayana, debido en parte a la proximidad con China, donde es el tipo de Budismo que persiste en la actualidad. En Indonesia, el Budismo Esotérico, que convivió durante siglos pacíficamente con el Hinduismo, fue desapareciendo gradualmente debido a la propagación del Islam, al igual que ocurre en Malasia desde el siglo XV.

En China el Budismo fue introducido el siglo I d. C., por Kashyapa Matanga,  si bien hasta el año 335 no se permitió oficialmente la presencia comunidades monásticas. [12]  A partir del siglo cuarto, el interés por la doctrina fue palpable con los viajes de Fa Xian (337-422 d. C.) a la India con el fin de conocer diferentes maestros e interpretaciones, así como iniciar la traducción de textos sagrados del sánscrito al chino. Durante los siglos V y VI, el Budismo fue difundido por las dinastías reinantes, creándose los primeros monasterios rupestres de Mogao y Longmen. Con las dinastías Sui y Tang (siglos VI-X), tras un breve periodo de persecuciones, el Budismo adquirió el rango de religión oficial, impulsando el desarrollo cultural y la expresión artística en todos los campos. Durante este periodo surgieron diferentes escuelas budistas, como resultado de la fusión de conceptos tradicionales de la filosofía china con los propiamente budistas. Entre ellas destacan la escuela Huayen, la escuela Channa y la escuela Faxiang o de la Tierra Pura. El poder que durante estos siglos adquirieron las comunidades monásticas, junto con la inestabilidad política la dinastía Tang, hizo que se desatara en el año 845 una cruenta persecución debilitando definitivamente el Budismo en China. En el siglo XVII, como parte del programa político de acercamiento entre el Tíbet  y China, los emperadores introdujeron en la corte Budismo Vajrayana.[13]

Pintura a la tinta en la que se representa al patriarca del budismo zen Bodhidarma. Hakuin Ekaku (1686-1769). Fuente Wikimedia Commons.

Otro centro importante del Budismo en el Lejano Oriente es Japón. El Budismo llegó al archipiélago en el siglo VI vía Corea, pero fundamentado en gran parte en la tradición china. El período Heian (794-1185) fue testigo del desarrollo de las escuelas esotéricas Tendai y Shingon,[14] ambas introducidos desde el continente. La escuela de la Tierra Pura, una forma distintiva de budismo japonés basado en la devoción al Buda Amida, también comenzó a desarrollarse alrededor de este tiempo y alcanzó su apogeo en el período Kamakura (1185-1333). Quizás la escuela más importante del Budismo japonés es la Zen,[15] que llegó a Japón desde China (donde era conocido como Chan) y Corea a principios del siglo XIII. La palabra ‘Zen’ se deriva del sánscrito y viene a significar “trance”. En esta escuela la meditación juega un papel central en la práctica. Sosteniendo que la iluminación se produce en un momento de despertar intuitivo que está más allá de la comprensión lógica.

 

Bibliografía

  • García Gutiérrez, Fernando. Ensayos sobre Budismo y estética de Japón. Sevilla, Videal Impresores, 2011
  • Hirakawa, Akira. A history of indian Buddhism: from Sakyamuni to early Mahayana. Honolulu, University of Hawaii Press, 1990.
  • Keown Damien. Buddhism: A Very Short Introduction. Oxford, Oxford University Press, 1996.
  • Elverskog, Jonathan. Buddhism and Islam on the Silk Road. Filadelfia, University of Pennsylvania, 2010.
  • Sen, Tansen. Buddhism, Diplomacy and Trade. The Realignment of Sino-Indian Relations, 600-1400. Honolulu, University of Hawaii Press, 2003.
  • Cervera, Isabel. Arte y cultura en China. Madrid, Ediciones del Serbal, 1997.
  • Schirokauer, Conrad, Lurie David y Suzanne Gay. Breve historia de la civilización japonesa. Barcelona, Edicions Bellaterra, 2014.

Notas:

[1] El clan Sakya era una pequeña casta guerrera dedicada al cultivo de arroz, que habitaba el territorio situado en la frontera entre India y Nepal, siendo su capital la ciudad de Kapilavastu. El padre de Buda, Suddhodana, era uno de los líderes de los Sakya. Su madre, Maya, murió a los siete días de su nacimiento, por lo que fue criado por la hermana pequeña de esta, Mahapajapati Gautami. Hirakawa, Akira. A history of indian Buddhism: from Sakyamuni to early Mahayana. Honolulu, University of Hawaii Press, 1990, p. 21.

[2] Ibídem., p. 26.

[3] Mara, diosa de la muerte y el deseo, representa los principales conflictos psicológicos a los que se enfrentaban estos ascetas. La diosa volverá a aparecer con posterioridad una vez que Buda alcanzó la Iluminación, señalando que incluso los iluminados no pueden escapar a estos deseos. Ibídem, p. 21.

[4] El Nirvana es el bien supremo del Budismo, el final y bien más alto. Es a la vez un concepto y una experiencia, que ofrece una visión particular de la realización humana y forma de vida ideal. Como experiencia, se encarna en el transcurso de tiempo de la persona que lo busca. Keown Damien. Buddhism: A Very Short Introduction. Oxford, Oxford University Press, 1996, pp.21-22.

[5] Para un completo análisis de la situación religiosa en la India antes del nacimiento de Buda consultar Hirakawa, Akira. A history of indian Buddhism… op. cit., pp. 15-19.

[6] Las enseñanzas de Buda se recopilaron en distintos escritos denominados canónicos.  Estos se derivaban de una tradición oral que se remonta a la época de Buda, y que fue preservada a través de un método de canto comunal. El único de estos primeros cánones que se ha conservado intacto es el Canon Pali, llamado así porque está escrito en pali, una lengua vernácula relacionada con el sánscrito y cercana al la hablada por Buda. El Canon Pali se comenzó a escribir en Sri Lanka a mediados del siglo I a. C. y consiste en tres divisiones o cestas (pitaka). Estos son: los discursos (Sutta Pitaka) o sermones de Buda, que se subdividen en cinco divisiones conocidas como nik- âyas; la regla monástica (Vinaya Piṭaka), que contiene las reglas de la disciplina monástica y la tratadística escolástica (Abhi-dhamma Piṭaka), una recopilación más tardía de trabajos de eruditos. Keown Damien. Buddhism: A Very Short… op. cit., 1996, p. 15.

[7] García Gutiérrez, Fernando. Ensayos sobre Budismo y estética de Japón. Sevilla, Videal Impresores, 2011, pp. 25-30.

[8] El núcleo de la doctrina Mahayana fue una serie de nuevas escrituras que aparecieron en los primeros siglos de la era cristiana. Mientras que se cree que los sutras anteriores contenidos en el Canon Pali son las propias palabras del Buda, los nuevos sutras no podían fácilmente ser atribuidos al fundador. Estos textos fueron compuestos de forma anónima y, a menudo se observa la presencia de varias manos. Keown Damien. Buddhism: A Very Short … op. cit.,  p. 60.

[9] En el Budismo Mahayana, un bodhisattva es un ser supremo que ha alcanzado un alto grado de trascendencia espiritual pero que renuncia al Nirvana con el fin de guiar a otros seres en su búsqueda de la iluminación. Cervera, Isabel. Arte y cultura en China. Madrid, Ediciones del Serbal, 1997, p.30.

[10] En China, a partir del siglo VII, la iconografía de Avalokitesvara sufrió una transformación que dio origen a Guanyin, la diosa de la misericordia, alcanzando una gran devoción, evolución que tuvo su origen con la evolución de elementos del taoísmo popular y la penetración de elementos tántricos. Cervera, Isabel. Arte … op. cit, p.85.

[11] Los tratados arcanos conocidos como Tantras, compuestos en la India en la última parte del primer milenio, hacen uso de diagramas místicos (mandalas) y fórmulas mágicas (mantras), y están escritas en un misterioso “lenguaje al que sólo los iniciados tienen la clave. La iniciación es dada por un gurú (tibetano: Lama) que luego enseña el significado esotérico de las palabras y los símbolos a sus estudiantes.” Keown Damien. Buddhism: A Very Short … op. cit.,  p. 79.

[12] Elverskog, Jonathan. Buddhism and Islam on the Silk Road. Filadelfia, University of Pennsylvania, 2010, pp. 30-33.

[13] Cervera, Isabel. Arte y cultura en … op. cit., p. 36

[14] Schirokauer, Conrad, Lurie David y Suzanne Gay. Breve historia de la civilización japonesa. Barcelona, Edicions Bellaterra, 2014, pp. 84-88.

[15] Ibídem, pp. 118-120.

avatar David Lacasta (76 Posts)

Soy Licenciado en Historia del Arte y actualmente estoy cursando el máster en estudios avanzados, en la modalidad de Asia Oriental. Estoy trabajando en la cerámica Satsuma, y el fenómeno de su coleccionismo en occidente.También me interesa mucho todo lo relacionado con las armas y armaduras de los samurai, así como la historia militar de Japón.


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