A todos aquellos amantes del arte que no sepáis que hacer este fin de semana os proponemos visitar la exposición “Paisajes Orientales” que ofrece el centro cultural Mariano Mesonada de Utebo. Desde el pasado jueves 16 de enero podéis acercaros a contemplar una pequeña, aunque no modesta, colección de pintura oriental.
Decíamos que la selección es pequeña pero no modesta porque, aunque en la presentación de la exposición se insistió en cómo muchas de estas piezas eran de carácter anónimo al estar realizadas no por pintores tradicionales sino por intelectuales con inclinaciones artísticas, encontramos entre los firmantes algunos de los grandes nombres de la pintura oriental, como la popular Escuela Kano (presente en la exposición a partir del siglo XVIII) en el ámbito japonés, o el reputado artista Qi Baishi (1864-1957), uno de los más exitosos pintores chinos de la primera mitad del siglo XX.
La muestra, de 36 pinturas, se compone de dos colecciones privadas, siendo una de ellas la de José Antonio Giménez Mas (Colección “Pájaro Profeta”), que ya ha sido expuesta en otras ocasiones. Organizada por el doctor David Almazán Tomás, estos dos amantes del arte extremo oriental nos ofrecen una exposición diseñada en consonancia con el espíritu de las obras expuestas. La serenidad del pincel chino y japonés (este último domina la exposición en cantidad), y sus diferentes tintas, impregnan el papel montado sobre las más ricas sedas, que contrastan sobremanera con el espíritu frugal de lo representado. Son estos auténticos ejemplos esenciales de la belleza estacional, que nos ofrecen temas de la naturaleza salvaje, sin apenas rastro humano. Así, solitarios pinos, rocas, aves de diferentes especies, los habitantes celestes, flores y frutos cohabitan con el vacío en el espacio compositivo. De carácter inconcluso, muchas de las obras esconden antiguos pensamientos de la filosofía oriental que incluso el espectador novel puede intuir; encontramos varias representaciones del junco (flexible pero resistente, toda una filosofía vital), así como de parejas de patos (símbolo de la fidelidad). En estas pinturas, fechadas desde el periodo Edo hasta la mitad del siglo XX, encontramos un auténtico canto a la naturaleza reflejada en su esencia, que nos muestran el amor por la naturaleza de estos pueblos.
Las pinturas utilizan el formato conocido como kakemono (literalmente “cosa que se cuelga”), un equivalente a los cuadros de pared occidentales, pero de carácter móvil, ya que estos solían cambiarse de acuerdo al paso de las estaciones y que se guarda en cajas de madera durante el resto del año. Son precisamente estas cajas, confeccionadas a medidas, las que podemos encontrar en una de las vitrinas que complementan la exposición: la otra está destinada a los materiales de escritorio con los que el pintor, diletante o no, realizaría sus obras: pinceles, tintas y otros utensilios.
La exposición, de carácter gratuito, estará abierta al público desde el 16 de Enero al 16 de Febrero en el centro cultural Mariano Mesonada (Plaza España, 10, Utebo, Zaragoza), con los siguientes horarios: lunes-viernes (10:00-14:00 y 15:00-21:00), sábado (16:00-21:00) y domingos (10:00-14:00).
María Galindo y Marisa Peiró.