Como hemos comentado en otras ocasiones, la editorial ECC y sus lanzamientos de manga o cómic japonés, están poniendo a nuestro alcance algunas obras de corte histórico elaboradas por importantes nombres dentro de la amplia nómina de mangakas o dibujantes japoneses.
Una de las últimas obras que actualmente se encuentran editando es Kei. Crónica de una juventud, una historia a manos de Kazuo Koike como guionista y Gôseki Kojima como dibujante, de la que vamos a reseñar los tres primeros volúmenes que han salido al mercado. En este caso, y como bien indica el título, la historia se centra en las aventuras de Kei, un joven guerrero que inicia un largo viaje con el fin de encontrar a la mujer que ama, todo ello bajo un marco histórico que nos sitúa en el período Edo (1603/1615-1868).
Se podría decir que el primer volumen de esta serie tiene un papel principalmente introductorio, ya que consta de una serie de capítulos con historias autoconclusivas en las que el protagonista, Kei, interactúa con mujeres de muy diversa naturaleza: hijas de buena familia, cortesanas, importantes cargos de la yakuza, etc. En resumidas cuentas, estas historias breves cumplen una doble función, la primera de ellas consiste en amenizar el principio de la historia, consiguiendo unos capítulos frescos y entretenidos que atrapan al lector -ávido de saber más acerca del protagonista y su búsqueda-, igualmente, sirven para introducir al personaje y su forma de comportarse, así como los principios que le empujan en su viaje. El segundo volumen empieza siguiendo esta misma tónica, no obstante, hacia la mitad la historia se hace continua, gracias a la aparición de nuevos personajes, y, en consecuencia, de un nuevo objetivo o misión. Hasta el momento, se podría decir que el tercer volumen es el más complejo y dramático, tanto por ser ya una historia continua y seguida, como por los acontecimientos que nos narran sus páginas; por otro lado, también permite conocer al lector los inicios de la historia de amor de Kei, además de parte de su dura niñez, para terminar dejando con la miel en los labios a la espera de un siguiente tomo.
Esta obra resulta interesante por proponer un argumento que deja de lado los enfrentamientos y guerras de la historia japonesa, sino que se centra en un único hombre, su historia, su camino y algunos personajes que se encontrará a su paso. Esto consigue hacer más ligera la obra -y más si la comparamos con otros mangas a manos de este mismo tándem de autores- permitiendo un mayor despliegue en personajes populares propios del período Edo o incluso en la ambientación misma, ya que Kei para por toda una serie de paisajes, arquitecturas o interiores que quedan reflejados en las viñetas.
Al igual que ocurre en otros mangas ilustrados por Gôseki Kojima, no podemos dejar de destacar la belleza y el cuidado del dibujo. En Kei. Crónica de una juventud, se combinan páginas clásicas (es decir, entintadas a plumilla con la posibilidad del uso de tramas o estampados) con otras mucho más delicadas coloreadas con los diferentes matices de la tinta negra, más y menos aguada, que dotan de mayor preciosismo algunas de las viñetas presentes en estos tres tomos de manga. Es interesante la llegada de estas obras de corte más realista y ambientación histórica que consiguen dejar un poco de lado la estética más deformada propia del cómic japonés, así como las ambientaciones más comunes.
En resumidas cuentas, aprovechamos estas últimas líneas para recomendar esta obra, interesante por su ambientación y personajes, que permiten al lector sumergirse en las calles y el ambiente propio de Japón Edo en una búsqueda cuyo resultado aún es un interrogante.