Kenji Miyazawa (1896-1933) es uno de los principales autores de la literatura japonesa que vivieron entre el período Meiji (1868-1912) y el período Shôwa (1926-1989). Consagró todo su tiempo y su energía a la escritura, a la ciencia y a la religión. Su nacimiento como escritor tuvo lugar en una época en la que los escritores empezaron a utilizar el estilo de las obras occidentales. El mismo Miyazawa fue un gran admirador de Iván Serguéyevich Turguénev y de Hector Malot. A lo largo de su vida académica se interesó en el budismo Nichiren y en la relación entre hombre y naturaleza. Este monje itinerante escribió sobretodo tankas (poemas japoneses que constan de cinco versos de 5-7-5-7-7 sílabas) y prosa.
Miyazawa podría ser considerado el Hans Christian Andersen de la literatura japonesa. De hecho, el escritor japonés y el escritor danés crearon cuentos para niños con temas humanísticos (sobre todo filosóficos y religiosos). Por este motivo, sus relatos parecen originales y, a veces, sombríos.
El tren nocturno de la Vía Láctea (銀河鉄道 の夜, Ginga tetsudô no yoru) es seguramente su dôha (cuento para niños) más largo y más importante. Después de haberlo leído y corregido varias veces, Miyazawa nos presenta la historia de Giovanni y de su amigo Campanella. Los dos adolescentes se encuentran en el tren de la Vía Láctea que los llevará a la cuarta dimensión: la muerte. Los paisajes son metafísicos, las estaciones son solitarias y hay muchos colores, características por las que suele considerarse esta obra como visionaria.
Giovanni y Campanella forman parte de un universo contradictorio, dominado por dos extremidades diferentes: la felicidad y el altruismo. Aunque sus compañeros de viaje quieren llegar al destino final y obtener la bienaventuranza, ellos prefieren practicar los principios del Sutra del Loto y ayudar a los demás.
Miyazawa nos presenta el tema de la transmigración budista utilizando un estilo sencillo e introduce al lector en las cuatro nobles verdades:
Giovanni y Campanella no quieren enfrentarse a la muerte de sus seres queridos. Y es probablemente esto el elemento fundamental del dôha: todas las personas que encontramos, con las que hablamos, con las que comemos o hacemos un viaje en tren, pueden convertirse en nuestro mejor amigo.
Al final de la historia, Giovanni se da cuenta de que el tren de la Vía Láctea ha sido simplemente fruto de su imaginación. Ahora se encuentra de nuevo en la Tierra, un mundo tridimensional que siempre pertenecerá al ciclo de los renacimientos. En este mundo todo depende de consecuencias regulares: algo ocurre porque ya ha sido establecido y al reves. Nada se puede saber con antelación y los hombres están obligados a aceptar cualquier evento, hasta incluso el más trágico.
En la literatura de Miyazawa, la felicidad es una manifestación alternativa del dolor y la conciencia es una abstracción que evoluciona constantemente. Cuando hablamos de transmigración, no estamos haciendo referencia a la transmigración de un individuo, sino a los cambios de una casualidad perfecta que sostiene al mundo. Giovanni y Campanella forman parte de esta casualidad y se inmergen totalmente en ella.
Los dos personajes podrán estar de nuevo juntos cuando se hayan alejado de su propia individualidad. La vuelta de Giovanni al mundo real representa el primer paso hacia la comprensión del Buda: no podemos conocerlo a él, que nos permite conocer lo que se conoce y que se presenta a nosotros en cualquier forma y en cualquier cosa.
En La Sirenita de Andersen, las sirenas pueden vivir hasta los trescientos años y cuando mueren, desaparecen para siempre. En lo que concierne a los hombres, son considerados seres superiores porque su alma es inmortal. La Sirenita, así como Giovanni, no acepta el mundo en el que vive y quiere transformarse en humana para alejarse del mar y tener un alma. No obstante, el contraste entre vida y muerte que Miyazawa trata en El tren nocturno de la Vía Láctea es totalmente distinto de la visión de Andersen. Giovanni es un adolescente ingenuo y que se refugia en sus sueños para que Campanella siga estando a su lado. Lo más importante es que la relación con él sea eterna, independientemente de la realidad y de las leyes que reglan nuestra existencia.
La personalidad de la Sirenita no es generosa y sincera como la de Giovanni. Aunque cambia su cuerpo para conquistar al príncipe, su forma de pensar resulta bastante ambivalente. Las piernas son metáfora del sacrificio, del amor romántico y de su voluntad. A pesar de que pueda ser ignorada por la persona de la que está enamorada, la Sirenita desea pertenecer a una sociedad diferente y lo conseguirá a cualquier precio.
El hecho que el personaje de Andersen se transforme en una hija del aire podría ser comparado con la misión del Bodhisattva. Este término se utiliza para referirse a un ser cuyo objetivo es practicar virtudes y conocimientos trascendentes para que el Buda se despierte. Su búsqueda de la iluminación, el Nirvana, se transformará en algo concreto sólo cuando haya llegado completamente a la muerte. Así como Giovanni, Campanella y la Sirenita, el Bodhisattva tendrá que olvidarse de su propia individualidad para sentirse libre de cualquier definición etimológica.
El reino de los cielos es solamente para los que están completamente muertos. Esto significa que si los personajes de Miyazawa y de Andersen quieren dominar su ser, tendrán que aniquilar sus instintos. La constitución del hombre y del mundo se identifica en la destrucción y en la reconstrucción. Según Plutarco, nada permanece en el hombre y nada es hombre. Nuestros sentidos, por ignorancia de la realidad, nos dicen erróneamente que lo que podría ser existe efectivamente. Probablemente, Giovanni y la Sirenita son dos adventureros que acaban de empezar un viaje que los llevará al descubrimiento de la conciencia universal. Esta última depende de la transmigración, la cual los acercará a la comprensión de las cosas como parte integrante de un continuo devenir.
El tren nocturno de la Vía Láctea en la cultura popular:
El tren nocturno de la Vía Láctea se ha convertido en una alusión musical, literaria y cinematográfica imprescindible en la modernidad japonesa.
Vocaloid (ボーカロイド), una aplicación de síntesis de voz desarrollada por Yamaha Corporation, ha sido utilizada por Gumi para cantar la canción Campanella (カムパネルラ). El software permite al usuario crear canciones simplemente escribiendo la letra y la melodía. Una interfaz de piano roll-up permite incorporar la melodía y las letras que pueden ser puestas en cada nota.
El software puede cambiar el acento de las pronunciaciones, agregar efectos tales como el vibrato (la variación periódica de la altura o frecuencia de un sonido) o el cambio de dinámica y el tono de la voz.
始めからね宇宙船じゃ 届くはずないこと知ってたんだ。
それだけ遠く、それだけ遠く君が行ってしまったのです。
始めからね宇宙船じゃ 会えるはずないこと知ってたのに
それでも僕は、それでも僕は 。。。
Desde el inicio sabía que habría sido imposible alcanzar con una nave espacial. Eso significa que desgraciadamente te fuiste lejos. Desde el inicio sabía que con una nave espacial no habría podido encontrarte … pero yo, pero yo.
CAMPANELLA (カムパネルラ)[1]
Bungaku shôjo (文学少女) es una colección de novelas ligeras escritas por Mizuki Nomura e ilustrada por Miho Takeoka. La historia comienza cuando Konoha Inoue, un estudiante del segundo año, se une al club de literatura del instituto. Touko Amano, una chica del tercer año que ama los libros, es la presidenta de este club. Después de haber escrito una novela de amor para una competición, Konoha elige como pseudónimo el nombre de una chica porque prefiere quedar en el anonimato.
A lo largo de la novela, Konoha intenta aplacar el hambre de Touko ofreciéndole sus historias y, en el quinto volumen, pretende ser el autor de El tren nocturno de la Vía Láctea. Aunque Konoha y Touko son reflejos de dos mundos distintos, Mizuki Nomura nos presenta dos estudiantes que se concretizan en la búsqueda de la felicidad. ¿Es posible que para obtenerla tengan que subir a un tren?
El tren nocturno de la Vía Láctea[2] de Gisaburô Sugii es un dibujo animado surreal e inquietante, que trata de la soledad y de la amistad. El director japonés reproduce fielmente la atmósfera fantástica de Miyazawa recorriendo dos momentos históricos muy importantes: el presente del autor después del período Meiji y el boom económico de los años 80. Cada personaje contribuye al desarrollo de una sociedad familiar y desconocida, iluminada por las farolas y marcada por los tic-tac de un reloj de péndulo. Giovanni y Campanella intentan descubrir qué hay detrás de esta realidad ilusoria.
En una noche clara, cuando se mira al cielo, nuestra galaxia es como un gran río. De este modo, como podéis ver, se parece a un río, pero parece estar hecho de leche. ¿Puede decirme alguien qué le confiere este brillo blanco?
¿Podríamos hacer algo para que los demás sean felices? ¿Explorar la galaxia nos ayudará a encontrar lo que estamos buscando? Si queremos encontrar los significados que nos escapan, tendremos que movernos tan rápido como el viento. De hecho, el billete que llevamos en el bolsillo es mucho más que un simple pedazo de papel…
Notas:
[1] Traducción de la autora
[2] Night on The Galactic ferrocarril está disponible aquí.