Lady of the Dinasty (2015),[1] dirigida por Shi Qing, es una de las últimas grandes producciones históricas de la cinematografía china, destinada a narrar, de una manera sintética y especialmente lírica, la gran historia de amor de la Consorte Imperial Yang Yuhuan (719-756), favorita del emperador Tang Xuanzong y la última y más conocida de las Cuatro Grandes Bellezas Chinas.[2] El personaje, que ya ha sido llevado a la pantalla previamente en varias ocasiones (siendo la más aclamada la dirigida en 1955 por el japonés Kenji Mizoguchi),[3] llegó el pasado verano a las pantallas chinas tras una larga y tortuosa producción que se prolongó durante seis años.[4]
El reinado del emperador Xuanzong (712-756) está considerado como el más esplendoroso de la dinastía Tang; durante este se mejoró la burocracia, los transportes y el ejército que defendía la frontera norte de los múltiples invasores. En buenas relaciones con japoneses, bizantinos y musulmanes, Xuanzong no supo, sin embargo, percibir lo suficientemente claro al enemigo interior, y durante su reinado se sucedieron -más si cabe que en el de sus predecesores- diferentes traiciones y luchas por el poder, lo que le hizo tener que ejecutar a muchos de sus consortes e hijos. Fue precisamente una de estas rebeliones, la del general An Lushan -que controlaba casi la mitad de su ejército- la que le hizo abandonar la capital, a su esposa y, finalmente, el trono.
Yuhuan nació en una familia de oficiales y muy pronto llamó la atención de la Consorte Wu, la esposa favorita del emperador Xuanzong, quien a los 14 años la eligió como mujer para su hijo, el príncipe Li Mao. Tras ser ejecutada Wu en el 737, el Emperador comenzó a fijarse en su nuera, pero al estar Yuhuan todavía casada, amañó la situación ingresándola en un monasterio taoísta, en el que pasaría ocho años. Finalmente, tras conceder una nueva esposa al príncipe Mao, el Emperador desposó a Yang Yuhuan, y colmó con toda clase de privilegios a ella y a su familia, incluyendo rangos[5] y enlaces matrimoniales, además de varios puestos de responsabilidad.
Uno de sus primos, Yang Guozhong, actuaría despóticamente en el ejército y entraría en conflicto con el general An Lushan, responsable de dos tercios del Ejército Imperial, lo que generó la conocida como Rebelión de An Lushan y que obligó a huir al Emperador y a su familia más cercana de la capital. Acusado de conspirar con los emisarios tibetanos (entonces, uno de los bastiones más inestables de la diplomacia Tang), los soldados exigieron la muerte de Yang Guozhong y de toda la familia Yang, incluyendo a Yuhuan, ya que era ella la que les había ganado el favor imperial y por ello era culpada de todo el desastre. Finalmente, para poder salvaguardar la unidad imperial y nacional, Xuanzong se vio obligado a ordenar la ejecución de Yang Yuhuan, que fue enterrada sin sarcófago, únicamente rodeada por bolsas fragantes. Poco después, el Emperador se vio forzado a abdicar, pero su historia de amor con Yang Yuhuan trascendió el tiempo y las fronteras.[6]
Generalmente, la historiografía considera que durante sus años finales Xuanzong se apartó de las funciones de gobierno en favor de sus consortes y concubinas, situación que se representa muy claramente en la pantalla. No obstante, existen notables diferencias entre la historia oficial y la retratada en la película. Por ejemplo, se incide en las capacidades dancísticas y musicales de Yuhuan más que en su legendaria belleza, o se presenta la decisión de ordenarse monja taoísta -periodo que parece transcurrir demasiado rápidamente en el filme- como propia, para evitar los ímpetus carnales del emperador. Asimismo, se concede una gran importancia al personaje de la Consorte Wu, tanto en su papel de casamentera como de traidora.
A pesar de lo belicoso del periodo -especialmente durante la mencionada Rebelión de An Lushan-, Lady of the Dinasty es esencialmente una película costumbrista sobre las contradicciones de los Tang, que no se prodiga en grandes batallas (a pesar de tratar la famosa rebelión) sino en escenas cortesanas, con una buena dosis de escenas románticas acompañadas por música, baile y partidos de polo. Tampoco cuenta, y esto podría decepcionar a muchos de los aficionados al cine histórico chino, con algunos de los elementos característicos del género wüxia, como son las luchas coreografiadas de artes marciales, centrando su narración en la historia personal y amorosa de Yuhuan.
Presentando una cuidada dirección de arte y trabajos de decorado y vestuario (al nivel de las mejores producciones históricas del país), actoralmente cuenta con notables presencias como Leon Lai o Joan Chen -que en los últimos años parece haber retomado papeles magistrales- o su protagonista Bingbing Fan, poco conocida en Occidente pero estrella de grandes éxitos de la China continental desde finales de los 90. No obstante, estos no están adecuadamente aprovechados y la película bascula lenta hacia su desenlace, sin que en ninguna ocasión se capten momentos de verdadera tensión o intriga a pesar de lo agitado de su historia.
Así, el filme parece destinado a mostrar las grandezas de la corte Tang al público occidental (pues el chino las conoce de sobras debido al abundante cine histórico). Se utiliza para ello un recurso narrativo que no está demasiado bien tratado y que resulta, en cierto modo, chocante: la inclusión de un enviado bizantino -diplomático, sacerdote y cronista- que hace las veces de narrador y que alaba el clima de tolerancia religiosa y cultural de la corte Tang (algo lógico si se considera la Crisis Iconoclasta por la que pasaba Bizancio en aquel momento), a pesar de las múltiples intrigas cortesanas. No obstante, esta estrategia no está bien resuelta ni argumental ni técnicamente,[7] lo que otorga al filme un sabor agridulce, sabiendo que la peculiar historia de Yang Yuhuan podría haberse aprovechado mucho más.
En definitiva, a Lady of the Dinasty le sucede lo que a buena parte de las biografías históricas de personajes populares cuando se llevan al cine: ambiciona más de lo que consigue, a pesar de unos actores más que adecuados y un excelente trabajo en las categorías técnicas. Posiblemente, su mayor fallo esté en el guión, lento y desequilibrado. No obstante, la película es una forma amena y visualmente espléndida para iniciarse en una de las historias más conocidas de la China clásica, especialmente para el público occidental.
Para saber más:
Ficha de la película en IMDB
Tráiler de la película en YouTube (en mandarín):
https://www.youtube.com/watch?v=cUu37CpafsM
Notas:
[1] En mandarín, la película recibe el nombre de su protagonista (Yang Guifei, es decir, “Consorte Imperial Yang”), aunque se ha traducido al inglés como Lady of the Dinasty.
[2] Las Cuatro Grandes Bellezas son cuatro antiguas mujeres chinas que alcanzaron fama por su belleza y cuya vida ha sido también notablemente idealizada por la leyenda. Junto a Yang Guifei (Dinastía Tang), las otras son Xi Shi (Periodo de las Primaveras y Otoños), Wang Zhaojun (Dinastía Han) y Diaochan (Periodo de los Tres Reinos).
[3] El personaje ya ha aparecido en numerosas obras de teatro y de óperas de Pekín, varias adaptaciones cinematográficas y unas cuantas series de televisión, como las hongkonesas Lady Yang (1976) y The Legend of Lady Yang (2000), la taiwanesa Yang Gui Fei (1985) y las chinas Tang Ming Huang (1990), Da Tang Fu Rong Yuan (2007) –también protagonizada por Fan Bingbing- y The Legend of Yang Guifei (2010).
[4] En 2009, la película se promocionó como una coproducción China-Reino Unido. Poco tiempo después, la compañía inglesa se descolgó de la producción y se cambió el título y argumento de la película, agregándose además capital y actores japoneses, y se confirmó al coreano Kwak Jae-yong como director. En 2012, tras grandes discrepancias creativas, salió la compañía japonesa y se sustituyó al director por Tian Zhuangzhuang, quien más tarde también se apartaría del proyecto. Finalmente, el guion, casting y presupuesto definitivos llegaron en 2013, año en el que se rodó la película.
[5] Según la historiografía tradicional, el Emperador nunca nombró a Wu ni a Yuhuan emperatrices porque esto habría hecho peligrar la posición, y la vida, del príncipe imperial heredero.
[6] El ex- Emperador Xuanzong quiso dar un enterramiento digno a Yang Yuhuan pero no le fue permitido, por lo que envió a sus eunucos a hacerlo a hurtadillas. Cuando encontraron el cuerpo, este se había corrompido, pero las bolsas fragantes seguían intactas y fueron devueltas a a Xuanzong, quien encargó un retrato a tamaño natural de Yang para su nuevo palacio. Años después, en el 809, el poeta Bai Juyi compuso la elegía Chang hen ge (“La canción de la pena perpetúa”), describiendo la tristeza de Xuanzong tras la pérdida de Yang, que rápidamente se convirtió en un éxito y que todavía hoy es enseñada en las escuelas de toda China. Su historia también se convirtió en tremendamente popular en Japón, en donde se cree que fue una de las fuentes de inspiración para el Genj Monogatari, y en donde se extendió el rumor de que Yang había sido rescatada y se había refugiado en Japón, adoptando el nombre de Yokihi.
[7] Por ejemplo, durante toda la película se presenta al personaje hablando en inglés, tanto en sus escritos como cuando se relaciona con los personajes chinos, que hablan siempre en mandarín. No solo resulta increíble la comunicación sino que, si lo que se quería era guardar rigor histórico, debería haberse elegido una lengua como el griego o el sogdiano. Por otra parte, la iglesia en la que se le presenta es del todo improbable, además de mostrar características románicas y, por tanto, anacrónicas.