Durante largos años, la web de CineAsia se ha convertido en un referente para la información sobre el cine oriental. No obstante, su labor es mucho más amplia, y su trayectoria más compleja. CineAsia nació en 2004, como una revista física, en papel, la primera en España dedicada al cine asiático. Después de más de una veintena de números, en 2008 abandonaron el papel para potenciar la web y diversificarse hacia nuevas tareas con las que fortalecer su objetivo principal de difusión del cine asiático. Para ello, comenzaron a impartir conferencias y cursos que abarcaban todo tipo de público (desde las más divulgativas, en centros cívicos y eventos de ocio, hasta las más académicas, en colaboración con distintas universidades e instituciones culturales) y se volcaron en la organización de proyecciones y en la colaboración con festivales de cine.
Ya en 2014, en cierto modo conmemorando su décimo aniversario, llevaron a cabo una campaña de micromecenazgo que tuvo como objetivo la publicación de un Anuario, en el que se valoraban las producciones cinematográficas que habían sido estrenadas durante el año, tanto en sus países de origen como en España.
Este Anuario 2014 supuso una satisfactoria vuelta a los orígenes, al tiempo que su éxito confirmaba el buen hacer de CineAsia, asentando una base de fans, interesados y conocedores de las distintas cinematografías orientales, que a su vez se descubrían también como fieles seguidores de su notable labor difusora. El público agradecía la publicación no solamente por tratar de cine asiático (un tema que en los últimos años se está convirtiendo en un valor al alza en los círculos culturales y culturetas), sino también por tratarse de una iniciativa llevada a cabo por una marca de confianza, tan rigurosa como cercana al espectador.
Esto nos lleva a 2016, cuando CineAsia decide lanzar un segundo Anuario, financiado mediante el mismo sistema de micromecenazgo. Nuevamente, la propuesta fue un gran éxito. Durante la campaña, lograron superar con creces el objetivo económico necesario (obtuvieron algo más de cinco mil euros, mientras que la cifra necesaria para financiar el proyecto estaba en cuatro mil), lo que supuso la publicación de un nuevo Anuario, la obra que nos ocupa en esta ocasión.
Se trata de una publicación en la que se recogen contenidos variados que presentan el estado del cine asiático durante el pasado año, así como la recepción que han podido tener en España. Así, películas como Yo no soy Madame Bovary obtienen una atención pormenorizada, dado su impacto internacional (ya que ha supuesto el retorno de Feng Xiaogang al circuito de festivales internacionales). También Makoto Shinkai recibe protagonismo, ya que al cierre del volumen resultaba innegable la importancia de su última película, Your Name, que había pulverizado todos los récords de taquilla que ostentaba el Studio Ghibli (entonces todavía no se sabía el éxito que iba a suponer también en España, donde su estreno en salas también ha arrasado, a una escala menor, con las cifras de taquilla de los últimos estrenos de animación japonesa, además de entrar en la lista de las diez películas más vistas la semana de su estreno, ampliarse las salas de proyección por su alta demanda y mantenerse en cartelera durante varias semanas).
Este Anuario 2016 no solamente se centra en algunas figuras protagonistas como las anteriormente citadas. También realiza interesantes balances sobre las cinematografías principales, como son Japón, Corea del Sur, China e India, así como un repaso por otras industrias más pequeñas pero igualmente relevantes. En este sentido, son del máximo interés los artículos dedicados, por ejemplo, a la producción del Sudeste Asiático (que abarca Tailandia, Filipinas, Singapur, Malasia e Indonesia), a la figura de Lav Díaz, a la representación de la mujer en el cine indio o al cine coreano independiente, por citar algunos de los contenidos relevantes del volumen.
A estos textos que analizan el cine en sus países de origen debe sumarse un capítulo específico que se centra en la recepción del cine asiático en España. A través de varios artículos, se hace un balance de las obras que han llegado a la cartelera española, y se presta atención al género costumbrista japonés contemporáneo, que ha caracterizado una parte significativa de los estrenos.
Cabe destacar que el Anuario 2016 contiene, además, un centenar de fichas en las que se destacan las principales películas a tener en cuenta. Estas fichas se alternan con los artículos, integrándose y relacionándose de forma que se combina la explicación del fenómeno global con la atención pormenorizada a las películas más relevantes.
Finalmente, el Anuario 2016 consta también de algunas secciones en las que se exploran otros aspectos relacionados con el cine, sin serlo estrictamente, como pueden ser la publicación de libros (tanto de ensayo sobre cine, como ficciones en las que se basan películas) o la comercialización de bandas sonoras. También dedica unas páginas a los Premios CineAsia, en los que buscan homenajear a personas o instituciones que, como ellos, se dedican activamente a la difusión y conocimiento del cine asiático.
En definitiva, el Anuario 2016 posiblemente sea la más completa radiografía del cine oriental de rabiosa actualidad que puede encontrarse editada en castellano, una obra que complementa a la perfección la labor diaria de CineAsia, y que no puede faltar en la estantería de cualquier aficionado.