Los últimos meses de 2021 están siendo un camino rápido recorrido con pies de plomo hacia la recuperación de ese concepto un tanto abstracto al que llamamos normalidad prepandémica. Uno de los pasos más significativos y esperanzadores ha sido la celebración del 27 Manga Barcelona en una edición presencial y muy similar a la vigesimoquinta, antes de que las mascarillas, la distancia social y el gel hidroalcohólico se instalasen en nuestras vidas.
Tras una intensa campaña de vacunación en primavera y verano, que contribuyó enormemente a estabilizar las cifras de incidencia de la covid-19, a principios de septiembre las autoridades sanitarias catalanas dieron luz verde a la celebración de un evento presencial. Ficómic se encontraba entonces ante el gran reto de organizar, en un tiempo récord, un salón que se adecuase a las medidas sanitarias vigentes, que no han dejado de variar a lo largo del otoño, hasta acabar concretándose en un 80% del aforo y de los stands habituales.
El Manga Barcelona es más que una simple feria literaria, es una fecha clave para el sector de la publicación del manga en España, un momento de reencuentro entre aficionados, un termómetro de la industria. Su importancia simbólica y la expectación en torno a cuál sería su forma definitiva en 2021 no eran sino presión añadida para una organización que debía afrontar dificultades de toda índole.
Así, en octubre fuimos recibiendo un goteo de información sobre lo que podríamos esperar del evento. Aunque las dudas y la incertidumbre respecto a algunas cuestiones se prolongaron prácticamente hasta el último momento, la puesta a la venta de las entradas, con un par de semanas de antelación, provocó fallos informáticos y problemas varios por su altísima demanda. Derivado de ello, también se percibió en redes sociales mucho descontento (expresado, en ocasiones, de manera muy agresiva) sobre la gestión de la preventa de entradas, frustración no gestionada por parte de algunos, necesidad de atacar al evento por parte de otros. Pese a todo, las entradas se agotaron rápidamente y, con un aforo ligeramente reducido, llegaron a alcanzarse los ciento veinte mil visitantes.
Aunque la idea fundamental ha sido en todo momento la recuperación del formato físico, esta edición ha servido para asentar el desarrollo de un formato híbrido, abrazando e incorporando el aprendizaje del año pasado con el 26 Manga Barcelona Limited Edition.
Lo digital ha sido, por tanto, parte fundamental de esta edición, y lo ha sido de dos maneras: la primera, con la inestimable colaboración del Consulado de Japón en Barcelona y del Japan Media Arts Festival, ha permitido la realización de encuentros digitales con autores japoneses, siendo Kohinata Marco (Premio a la Excelencia del vigésimo cuarto Festival de Artes Mediáticas de Japón en 2021, su obra Artiste wa hana o fumanai, será publicada en España) y Waka Hirako (autora de My broken Mariko, un tomo único publicado por Milky Way Ediciones) las invitadas de esta edición. Además, también gracias al consulado se pudo realizar una visita virtual por el recién inaugurado Museo Tokiwa-so, que recrea los míticos apartamentos en los que se alojaron y dieron forma al manga autores de la talla de Osamu Tezuka, Shotaro Ishinomori, Shin’ichi Suzuki o el tándem creativo Fujiko Fujio.
La segunda pata digital del evento ha sido la retransmisión en streaming de algunas de las charlas y actividades más destacadas. Gracias a ello, podemos disfrutar en diferido de algunas de las actividades más interesantes, como las entrevistas a autoras anteriormente mencionadas.
Además, y gracias a la colaboración con Filmin, algunas de las proyecciones del Auditorio pudieron llegar también a los hogares de los aficionados, gracias a un bono especial que ha incluido títulos como Digimon Adventure: Last Evolution Kizuna, la adaptación de Bárbara de Tezuka por su hijo, Macoto Tezuka (invitado en la edición de 2019) o el cortometraje Hikikomori, de Borja Crespo.
Otra cuestión que ha marcado el evento ha sido el apoyo institucional. Además de la tradicional visita de autoridades en la jornada inaugural, han sido numerosas las autoridades que se han prodigado por la Fira de Montjuïc. Una atención motivada fundamentalmente por la mejora en la situación sociosanitaria, pero que ha puesto un foco adicional sobre el tebeo nipón, una contribución siempre bienvenida en la ruptura de prejuicios y la llegada a un público cada vez mayor y más variado.
Este año acudió Ada Colau, en calidad de alcaldesa de Barcelona, su visita tuvo un carácter simbólico de reconocimiento del impacto positivo que el Manga Barcelona tiene para la ciudad de la que toma nombre. Especialmente significativo, como veremos en un próximo artículo, por compartir espacio con un importante centro de vacunación.
También visitó el 27 Manga Barcelona el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés. Quiso celebrar el éxito del que goza la feria con unas desafortunadas declaraciones en las que alababa la buena salud del manga y el anime en catalán. Sus palabras fueron duramente criticadas, ya que, como en el propio evento se reivindica, la presencia de manga y anime en catalán se ha reducido drásticamente en los últimos años.
Pero la visita más sorprendente fue la del ministro de cultura, Miquel Iceta. Por una parte, las circunstancias favorecían la foto fácil (puente festivo en la ciudad natal del ministro), pero también entronca con el papel que está adquiriendo el cómic a nivel institucional en nuestro país desde la pandemia, con la configuración de una Sectorial de Cómic que ha impulsado una Proposición No de Ley para dignificar el sector y reconocer el valor artístico editorial del cómic y el tebeo en España. Aunque los avances parecen ser esperanzadores, queda camino por recorrer antes de que la evidencia se sustente en hechos.
En cualquier caso, la afluencia de visitantes ilustres no hace más que atestiguar que, si se tratase simplemente de una moda pasajera, la del manga y el anime sería la moda pasajera más exitosa en mucho tiempo.
Notas:
Todas las fotografías pertenecen a Ficómic y han sido obtenidas de la página oficial del evento.