La turbulenta historia reciente de Asia ha empañado tradicionalmente las relaciones entre Corea del Sur y Japón. La diplomacia entre ambos países adquiere en la actualidad una mayor trascendencia, ya que ambas naciones parecen haberse comprometido a trabajar juntos con el fin de afrontar los desafíos que depara el futuro en la región, especialmente resulta de gran importancia la situación de Corea del Norte, donde la postura del régimen de Pyongyang se suele considerar uno de los principales factores de inestabilidad a nivel mundial, así como la postura de Japón respecto a acontecimientos escabrosos de la Segunda Guerra Mundial como el caso de las mujeres de solaz.
Las reuniones mantenidas entre los líderes de Japón y Corea del Sur a lo largo del tiempo se han caracterizado por estar rodeadas de polémica y desavenencias. En el año 2004 se propuso una interesante iniciativa, el presidente surcoreano Roh Moo-hyun (2003-2008) y el primer ministro japonés Junichiro Koizumi (2001-2006), llegaron a acordar que en adelante, los líderes de ambas naciones se reunirían anualmente, en una serie de encuentros que se alternarían entre los dos países asiáticos. Sin embargo, este interesante y ambicioso proyecto se vendría abajo poco después como consecuencia de las polémicas visitas de Koizumi al Santuario Yasukuni. Estas reuniones diplomáticas se volvieron a mantener con el acceso al poder de Lee Myung-bak (2008-2013) en Corea del Sur, pero su sucesora Park Geun-hye (2013-2017) contribuyó nuevamente a enfriar la situación, ya que la posteriormente destituida Park[1] nunca llegó a visitar Japón durante su mandato. El actual presidente de Corea del Sur Moon Jae-in[2] parece que ha optado por un mayor acercamiento con el archipiélago nipón, de esta manera, el 18 de mayo de 2017, se produjo una reunión entre enviados surcoreanos y el primer ministro japonés, Shinzô Abe (2012),[3] tras la cual este último se mostró con gran acierto totalmente a favor de la reanudación de los contactos entre ambos países.
Sin embargo, pese a los esfuerzos emprendidos por devolver a la normalidad a la diplomacia entre ambas naciones, la situación de Corea del Norte en la actualidad ya no resulta el factor unificador que ha propiciado las relaciones entre Japón y Corea del Sur. El gobierno de Abe en Japón y la administración de Moon en Corea del Sur parecen estar abordando la situación desde perspectivas diferentes. De la misma manera en que la administración estadounidense, especialmente tras los recientes tweets[4] del presidente Trump, en los que el magnate se postula con una postura más agresivas hacia Pyongyang, Japón esta virando en lo respectivo a las sanciones hacia Corea del Norte, desmarcándose así de nueve años en los que los distintos gobiernos japoneses se han caracterizado por una política más conservadora, posición totalmente comprensible si tenemos en cuenta los últimos lanzamientos efectuados por el régimen norcoreano y que han atravesado territorio nipón. Moon por su parte ha optado por un enfoque bilateral, donde conjuga junto la presión hacia el desarme nuclear de Corea del Norte con un compromiso hacia posturas más dialogantes, por ejemplo durante la realización del este artículo, los principales periódicos mundiales[5] abrían con el las posturas de acercamiento entre las dos Coreas durante los Juegos Olímpicos de Invierno[6] el próximo febrero en Corea del Sur, después de que los dos países sostuvieron sus primeras conversaciones oficiales durante más de dos años. Este pequeño gesto puede venir a apoyar la posición de Corea del Sur, ya que conjugando el total rechazo que se produce desde la comunidad internacional a los desmanes nucleares sus vecinos del norte, todo paso hacia la normalización de las relaciones entre las dos mitades del paralelo 38, aunque puede parecer una quimera en la actualidad, no deja de ser más que bienvenido.
Además de la problemática entre el conflicto en la península coreana, el pasado sigue pesando enormemente en las relación entre ambos países. Recientemente, en el año 2015, un acuerdo bilateral[7] negociado por los ministerios de relaciones exteriores y los líderes de Japón y Corea del Sur se propuso intentar poner fin a la cuestión de las mujeres de solaz.[8] En el momento la iniciativa disfrutó de una gran acogida internacional por parte de diversas naciones entre las que se encontraban Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Este acuerdo del año 2015 se sustentaba sobre tres pilares fundamentales. En primer lugar, Japón debía presentar una disculpa sincera por su conducta durante la guerra y en especial en relación con las mujeres de solaz. En segundo lugar, Japón pagaría mil millones de yenes a una fundación que establecerá Corea del Sur para beneficiar a victimas. Y en tercer lugar, Corea del Sur se esforzaría por resolver la problemática en lo referente a una estatua en memoria a las víctimas erigida frente a la Embajada de Japón en Seúl.
Mientras que Japón cumplió con sus obligaciones bajo los dos primeros pilares, con el primer ministro japonés disculpándose y los fondos japoneses prometidos pagados, la situación en Corea del Sur se seguía viendo con desconfianza,[9] ya que a pesar de las disculpas de Abe y distintas manifestaciones de miembros relevantes de su partido acerca de la condición de esclavas de las mujeres de solaz, a lo que habría que añadir el gran descontento que entre la población surcoreana generaba el acuerdo y a la negativa a la retirada de la estatua de la embajada en Seúl, sino que se instaló también una segunda estatua frente al Consulado de Japón en Pusan. Ambas estatuas son ahora el foco de las manifestaciones regulares antijaponesas y, por lo tanto, constituyen claras violaciones de las obligaciones de a un país anfitrión a respecto a proteger una misión diplomática extranjera contra cualquier perturbación de la paz o menoscabo de su dignidad.
El presidente de Corea del Sur Moon Jae-in, que había planteado la posibilidad de revisar el acuerdo de 2015, intentando que Japón ofreciera concesiones más favorables como una medida de desmarcarse de las acciones de su antecesora, han sido recientemente negadas por la ministra de exteriores surcoreana,[10] señalando que el acuerdo bilateral de 2015 no logró reflejar la postura ni las peticiones de las víctimas surcoreanas de la esclavitud sexual, pero sin que se pueda negar que fue un acuerdo oficial sellado entre los dos países, por lo que el gobierno surcoreano no pedirá a Japón renegociar el acuerdo, si bien espera que Tokio reconozca con más profundidad los hechos históricos de forma voluntaria, en base a los estándares internacionales, y que haga esfuerzos para que las víctimas puedan recuperar su honor y su dignidad, para curar sus heridas.
Podemos comprobar así que si bien entre los dos países existen ciertas discordancias respecto a la gestión de la postura militarista de Corea del Norte, por otra parte parecen en gran medida acertadas las acciones emprendidas por ambos, ante una amenaza de su territorio y sus ciudadanos y en búsqueda de entorno global más seguro. Parece casi necesario, en este clima de incertidumbre en Asia Oriental, que la situación de ambos vecinos está abocada a apoyarse con el fin de generar un ambiente que favorezca los intercambios y beneficios mutuos que ambas naciones han mantenido a través de múltiples lazos e interconexiones a lo largo de su historia. Consideramos algunos sectores de la política japonesa deberían dejar de lado ciertas posturas revisionistas de sucesos del pasado e intentar un acercamiento con sus vecinos. En este respecto consideramos muy acertados los pasos del gobierno de Abe de acercar posturas en el tema de las mujeres de solaz, un gran avance, mucho más que necesario hacia la recuperación de la dignidad de las victimas y de un problema extremadamente complejo y en el que se están dando pasos que consideramos en el buen camino, que no pueden ser boicoteados o puesto todo el proyecto en peligro a través de ciertas manifestaciones trasnochadas y que no tienen cabida en un entorno cuya principal apuesta sea la estabilidad global.
Para saber más:
Notas:
[1] El mandato de Park finalizó antes de tiempo tras un escándalo político en 2016 que le implicaba presuntamente en una trama de tráfico de influencias. Mccurry, Justin. “Park Geun-hye: South Korean court removes president over scandal” The Guardian, (10-III-2017). Disponible en: https://www.theguardian.com/world/2017/mar/10/south-korea-president-park-geun-hye-constitutional-court-impeachment, (consultado el 9/01/2018).
[2] Moon Jae-in (1953), actual Presidente de Corea del Sur, fue elegido después de la acusación formal de su predecesor, Park Geun-hye, en las elecciones presidenciales de 2017. El programa de Moon se caracteriza por la visión del proceso de unificación de las dos Coreas como un proyecto a largo plazo. Pone el acento en la alianza con los Estados Unidos y especifica la necesidad de asegurar el desmantelamiento del programa de armas nucleares de Corea del Norte. Apoyó las sanciones contra el régimen norcoreano, dejando abierta la posibilidad de que fueran rescindidas, e indicó que es crucial establecer un tratado de paz con Corea del Norte para poner fin oficialmente a la Guerra de Corea a cambio de la desnuclearización. Ruediger, Frank. “Navigating Difficult Waters: President Moon Jae-in’s Berlin Speech” 38 North, a blog of the U.S.-Korea Institute at Johns Hopkins, (10-VII-2017). Disponible en http://www.38north.org/2017/07/rfrank071017/ (consultado 9/01/2018).
[3] Shinzô Abe (1954) es el actual Primer Ministro de Japón y el Presidente del Partido Liberal Democrático (PLD). Es el tercer ministro con un servicio más largo en el Japón de la posguerra. Abe proviene de una familia políticamente prominente y fue elegido por una sesión especial de la Dieta Nacional en septiembre de 2006, siendo, con cincuenta y dos años, el Primer ministro japonés de posguerra más joven, y el primero en haber nacido después de la Segunda Guerra Mundial. Abe renunció el 12 de septiembre de 2007 por razones de salud, siendo reemplazado por Yasuo Fukuda. Más tarde, realizó una reaparición política, y el 26 de septiembre de 2012 derrotó al exministro de Defensa Shigeru Ishiba para la presidencia del PLD. Tras la victoria aplastante del PLD en las elecciones generales de 2012, siendo reelegido en las elecciones generales de 2014, conservando su mayoría de dos tercios con el partido socio de la coalición Komeito, y nuevamente en las elecciones generales de 2017. “Abe shows staying power as Japan’s third-longest-serving leader”, Nikkei Asian Review, (26-VII-2017) disponible en: https://asia.nikkei.com/Politics-Economy/Policy-Politics/Abe-shows-staying-power-as-Japan-s-third-longest-serving-leader, (consultado el 9/01/2017).
[4] Ahrens, J. M. “Trump responde al líder de Corea del Norte: “Mi botón nuclear es mucho más grande y poderoso””, El País, (Washington, 3-I-2018). Disponible en: https://elpais.com/internacional/2018/01/03/estados_unidos/1514950537_580407.html, (consultado el 9/01/2017).
[5] Vidal Liy, Maccarena. “Kim Jong-un intensifica el acercamiento a Corea del Sur” , El País, (Pekín, 13-II-2018). Disponible en: https://elpais.com/internacional/2018/02/13/actualidad/1518528718_316876.html
[6] Los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018, oficialmente conocidos como XXIII Juegos Olímpicos de Invierno, serán un evento multideportivo internacional que se están celebrando en la ciudad de Pyeongchang, Corea del Sur entre el 9 y el 25 de febrero de 2018.
[7] Easton, Ruraki. “The Comfort Women Agreement: A Win for Traditional Diplomacy”, The Diplomat, (31-XII-2015). Disponible en: https://thediplomat.com/2015/12/the-comfort-women-agreement-a-win-for-traditional-diplomacy/, (consultado el 9/01/2017).
[8] El término mujeres de consuelo o mujeres de solaz fue un eufemismo usado para describir a las mujeres que eran forzadas a la esclavitud sexual por parte de los militares japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. A nivel internacional, a las mujeres de consuelo se les ha venido a denominar como ‘”esclavas sexuales forzadas por el Ejército Imperial Japonés” (Enforced military sex slaves by the Japanese). En 1996, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó una resolución que nombra a las víctimas de los militares japoneses como esclavas sexuales y la Organización Internacional del Trabajo también anunció que Japón violó su convención N°29, que prohíbe trabajos coactivos y esclavitud forzosa, al engañar a muchas mujeres durante su proceso de expansión. Álvarez, María del Pilar. “Poscolonialismo y derechos humanos en el Este de Asia. El caso de las ex esclavas sexuales de la armada imperial japonesa: De la prostitución forzada al feminismo humanitario”, Revista Pilquen, sección de ciencias sociales, V. 18, nº 1, 2015, pp. 14-24.
[9] Panneerselvam, Prakash y Sandhya Puthanveedu, “6 Months Later: The ‘Comfort Women’ Agreement”, The Diplomat, (11-V-2016). Disponible en https://thediplomat.com/2016/05/6-months-later-the-comfort-women-agreement/ , (consultado el 9/01/2018).
[10] Según publicación del portal de noticias en español del gobierno de Corea -KBS World Radio, servicio internacional de Korean Broadcasting System (KBS), única emisora internacional multilingüe y de onda corta de Corea. En KBS World Radio, (9-I-2018), disponible en http://world.kbs.co.kr/spanish/news/news_Po_detail.htm?No=59265&id=Po (consultado el 9/01/2018).