Desde Ecos de Asia hemos tratado en otras ocasiones publicaciones de la editorial Desperta Ferro, con especial mención a la serie de libros centrados en la figura y campañas de Takeda Shingen, en las que exponíamos cómo, a través de un gran rigor y una enorme labor de documentación, se nos presentaba un estudio de la vida de esta trascendental figura de la historia japonesa.
En esta ocasión nos centraremos en una de las ediciones que acompaña a la línea de su revista Desperta Ferro Historia Moderna, el número XV más concretamente, y que se centra en la historia de los Tercios en Asia. Se trata del quinto volumen de la serie en el que se va narrando la historia de estos soldados de la monarquía hispánica, centrándose en esta ocasión en la frontera más lejana y remota del imperio de los Austrias, Asia, un continente que antiguamente había sido fuente de misterios y leyendas. A través de una serie de artículos se desarrolla un recorrido por la historia de estos soldados, prestando especial atención a Filipinas, epicentro desde el que se fue desplegando la presencia española por el resto de naciones del Sureste Asiático hasta alcanzar las costas de China y Japón.
Carlos Martínez Shaw, catedrático de Historia Moderna de la UNED y académico de número de la Real Academia de la Historia nos guía en El Pacífico de los Ibéricos a través de los descubrimientos y viajes realizados por los marinos portugueses, desde los viajes de Vasco da Gama a Calcuta, las expediciones a las Molucas en búsqueda de las afamadas especias, la llegada de los navegantes lusitanos hasta Japón y China para finalizar con el asentamiento español en Filipinas. Carlos Martínez Shaw, autor de referencia en historia marítima y del Pacífico español, expone con meridiana claridad las consecuencias de estos descubrimientos y de los intercambios intercontinentales que éstos propiciaron.
Miguel Luque Talaván, profesor de la Universidad Complutense de Madrid se centra en su artículo, Legazpi y la conquista de las islas Filipinas en la figura del conquistador vasco y de la expedición que, partiendo de las costas occidentales de México y surcando las aguas del océano Pacífico, logró arribar finalmente a Filipinas. Sería uno de los miembros de esta expedición, el Agustino fray Andrés de Urdaneta, quién junto al nieto de Legazpi, Felipe de Salcedo, fueron los primeros en realizar la vuelta del Tornaviaje, la ruta que permitiera deshacer el recorrido por el Pacífico hasta el puerto de Acapulco.
Por su parte, Stephanie Mawson de la Universidad de Cambridge nos presenta un interesante estudio acerca de los aspectos sociales relacionados con los soldados españoles que se vieron desplegados en un destino tan recóndito y lejano, y cuya presencia resultaba vital para mantener las aspiraciones sobre estos nuevos asentamientos en Asia. Se nos describe los orígenes de las tropas que desde Nueva España se embarcaban en los galeones hacia Filipinas, y se nos presenta una interesante visión acerca de las funciones que estos soldados desempeñaban una vez en las islas.
Manuel Ollé, profesor de la Universidad Pompeu Fabra nos presenta uno de los principales peligros con el que tuvieron que tratar los portugueses y españoles asentados en puertos asiáticos, el caso de la piratería china y sus diversas ramificaciones a lo largo del Sureste Asiático. Con anterioridad a la presencia española, el comercio entre China y Filipinas era desarrollado por compañías ilegales de procedencia china, por lo que fueron muchos los líderes de enormes bandas de piratas, caso de los famosos Ling Feng o Koxinga, los que pusieron sus ojos en ese beneficioso comercio entre Manila y los puertos chinos, poniendo en apuros en más de una ocasión a los ibéricos.
La navegación y presencia española en esta parte de Asia no habría sido posible sin el galeón, barco que aseguraba las comunicaciones con Asia Oriental y Europa a través del Pacífico o del cabo de Buena Esperanza. Ostwald Sales-Colín Kortajarena, de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco en Ciudad de México, desarrolla un recorrido a través de la figura esta embarcación y de las diferentes naves que conformaban las armadas españolas desplegadas en Asia, además de una presentación de las vías de comunicación entre las Islas de Poniente, nombre que recibían las islas Filipinas y los puertos de Nueva España.
A cargo de Ubaldo Iaccarino, de la Università degli studi di Napoli L´Orientale corre la narración del enfrentamiento que se libró entre españoles y piratas japoneses en la provincia de Cagayán, en la isla de Luzón. Como se señala en diferentes ocasiones a lo largo del número especial, el provechoso comercio desarrollado desde estos asentamientos ibéricos con China atrajo no solamente a comerciantes sino a diferentes grupos de piratas, caso del japonés Taifuza. Estos wako o piratas japoneses se cree que pretendían asentarse en la desembocadura del río Cagayán, al norte de la isla de Luzón, por lo que el gobernador español envió al veterano capitán Juan Pablo de Carrión a hacerse cargo de esta amenaza.
El experto en la historia del Sureste Asiático Sean Retana Vallely, nos trae un apasionante y desconocido episodio acaecido en la Camboya de finales del siglo XVI, en la que el portugués Diego Velloso y el español Blas Ruiz se vieron envueltos en una serie de incursiones, intrigas diplomáticas y negociaciones entre los reinos de Camboya y Siam, que culminó con la restauración en el trono del heredero camboyano Paramaraja III, quién gracias a las labores desarrolladas a favor de su causa, concedió a los dos valerosos extranjeros grandes posesiones y riquezas. Este episodio nos ilustra del interés que había por parte de los dirigentes de Filipinas por la política y relaciones con los demás reinos vecinos.
José Eugenio Borao Mateo, de la Universidad de Taiwán nos señala que al igual que la conquista de América habría resultado imposible sin las distintas alianzas y colaboraciones que se realizaron entre los conquistadores españoles y distintos pueblos nativos, en el archipiélago filipino las tropas españolas colaboraron y se sirvieron de distintos auxiliares y aliados, especialmente las tribus de pampangos y los cagayanes, pueblos que pronto supieron ver las ventajas de una defensa mutua junto a los españoles. Estos nativos acompañaron a los soldados de los tercios en distintas contiendas, buscando muchas veces la posterior recompensa de tierras o buscando venganza ante enfrentamientos pasados con sus vecinos.
El episodio de la conquista de las Molucas, único lugar del mundo en el que se producía el apreciado clavo es tratado por Antonio C. Campo López, de la Universidad Nacional a Distancia, quién a través de su artículo nos describe la que fue la mayor expedición española que se desarrolló en territorio asiático. Bajo el apoyo del Duque de Lerma se organizó una flota que, a pesar de conseguir la rendición del sultán de Ternate, pronto atrajo la atención de holandeses, deseosos de hacerse con los lucrativos mercados de las especias, acarreando una larga serie de enfrentamiento entre España y Holanda hasta el año 1662, momento en que se evacuaron las islas.
El director de Desperta Ferro Historia Moderna, Àlex Claramunt Soto, nos acerca la historia de Domingo de Toral y Valdés, un soldado asturiano que tras pasar por Madrid, Flandes y Lisboa se embarcó rumbo a la India con una escuadra destinada a fortalecer la presencia de portuguesa en el océano Índico ante la cada vez mayor presencia de holandeses e ingleses. Como Toral contaba con conocimientos de ingeniería defensiva, se le encargaron realizar tareas de fortificación de la costa India y tras varios viajes por el Índico y el estrecho de Ormuz, trató de retomar Mombasa para los portugueses fracasando en el intento. Tras una serie de desavenencias con el virrey de Goa, Toral se emprendió en un apasionante viaje de vuelta a España atravesando toda Mesopotamia y el Mediterráneo.
Miguel Martín Onrubia de la Universidad Complutense de Madrid nos presenta La defensa de Filipinas frente al holandés en 1646, episodio en el que una flota holandesa de casi treinta buques invadió las islas Filipinas con el objetivo de expulsar de una vez a España y ganar para Holanda el lucrativo comercio del archipiélago. La defensa española ante los superiores neerlandeses fueron dos vetustos galeones españoles que lograron una serie de victorias consideradas milagrosas por la población filipina.
Para finalizar, el profesor Miguel Zugasti de la Universidad de Navarra nos presenta un completo recorrido a través de la presencia de Asia y Oriente en el imaginario español de los siglos XVI y XVII mediante un repaso por toda una serie de relatos de viajeros que desde tiempos medievales, como los de Ruy González de Clavijo y su Embajada a Tamerlán (s. XV), hasta los relatos de viajeros de época moderna, como la narración de Antonio Pigaffeta de la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, los relatos de misioneros que siguieron los pasos de san Francisco Javier, así como de todos los libros de viajes y comedias que recogían las andanzas de viajeros y soldados que se adentraron en los confines de Asia.
A toda esta serie de geniales artículos nos queda añadir que, como ocurre con el resto de realizaciones de Desperta Ferro Ediciones, los artículos se acompañan con toda una serie de ilustraciones en las que se recrean los equipos, atuendos y condiciones a las que se tuvieron que enfrentar españoles y portugueses en sus viajes por Asia, así como un conjunto de completos mapas en los que se indican las travesías y campañas narradas en el texto y que ayudan a seguir la narración, con especial mención de la recreación de la ciudad de Manila con el aspecto que presentaba en pleno siglo XVII, así como toda una serie de detalles de obras de la época. Con todo lo expuesto, no nos queda más que recomendar la obra a todos aquellos interesados no solamente en la historia militar de los tercios, sino a los deseosos de saber más acerca de un periodo de nuestra historia caracterizado por toda una serie de intercambios y encuentros con pueblos y culturas asiáticas.