Era 2013 cuando llegó a los cines la última gran película de Hayao Miyazaki (1941), Kaze Tachinu, mejor conocida en español como El viento se levanta. Haciendo gala de la maestría de siempre, Studio Ghibli creó un nuevo éxito de la industria de la animación que llegaría incluso a los Premios Oscar, y aunque no se alzó con la estatuilla,[1] sirvió para volver a demostrar el poder que tenía la imaginación de los creadores del anime nipón. Pero algo muy importante con respecto a este filme, y algo que aún a día de hoy muchas personas desconocen, es que se basa parcialmente en la vida de Jirô Horikoshi (1903-1982), ingeniero aeronáutico, así como en una novela de nombre homónimo, la cual fue escrita por Hori Tatsuo (1904-1953) entre 1936 y 1938. Recientemente esta narrativa ha llegado a España de la mano de la Editorial Verbum y de la traductora e investigadora Irene Starace (miembro del Comité Científico de Ecos de Asia), y esto es lo que hoy reseñamos en esta revista.
Tráiler de El viento se levanta, de Hayao Miyazaki.
Hori Tatsuo fue un escritor y poeta nipón que cursó sus estudios en la Universidad Imperial de Tokio. Fue en ese entonces cuando empezó a mostrar un verdadero interés por la literatura, principalmente aquellas de denuncia social, pero también se acercó a la narrativa tradicional japonesa. También fue influido en gran medida por la literatura francesa y los pensamientos filosóficos alemanes, así como por su amigo novelista Jinzai Kiyoshi (1903-1957), a quien había conocido en su niñez.
En 1923 perdería a su madre en el Gran Terremoto de Kantô, y poco después empezaría a padecer los primeros síntomas de tuberculosis, enfermedad que le acabaría arrebatando la vida en 1953. En su juventud también conocería a su gran maestro, Akutagawa Ryûnosuke (1892-1927), quien influiría decisivamente en su labor como escritor.
Tras varios escritos y participaciones en algunas revistas, Hori Tatsuo publicaría su primera obra en 1927, Rubensû no giga (El cuadro falso de Rubens), siendo a partir de entonces cuando comenzaría su verdadera carrera como novelista y crea su propio estilo de escritura, el cual sería alagado posteriormente por escritores como el ganador del Nobel de Literatura (1968) Yasunari Kawabata (1899-1972).
La obra culmen de Hori Tatsuo fue El viento se levanta, de corte autobiográfica. En ella se narra la historia de su prometida, Ayako Yano (aunque en la novela recibe el nombre de Setsuko) y sus últimos momentos juntos en un sanatorio. El joven decide acompañar a su novia con tuberculosis pulmonar, por petición del padre de esta, a un lugar aislado en las Montañas Yatsugatake para intentar poner remedio a la enfermedad. Será allí donde ambos pasen varios meses hasta la defunción de Setsuko, momento a partir del cual Hori Tatsuo continuaría su vida sin superar nunca el duelo de haber perdido a su amada.
La novela, que empezó a ser escrita mientras el propio autor se encontraba en el sanatorio, no tiene ninguna intención más que expresar las emociones que ambos vivieron en su estancia en las Montañas Yatsugatake. De corte profundo y emocional, Hori Tatsuo nos traslada a una vivencia en la que, a pesar de la tragedia, él fue feliz; lo que se refleja en la novela es el amor profundo que había entre ambos, la comprensión mutua que ambos compartían en una vida cotidiana y aislada en las montañas, algo que Hori Tatsuo siempre había soñado.
De este modo, ante nosotros tenemos una historia de corte simple, pero con un desgarro emocional que impresiona al lector desde el primer momento; y a pesar de que se pueden realizar muchas interpretaciones acerca de El viento se levanta, tal y como Irene Starace hace alusión en la introducción de la novela, dejaremos que estas queden a libre interpretación de los interesados en la obra.
Por último, y ya con respecto a la edición en castellano, se ha de señalar que se trata del primer escrito traducido de Hori Tatsuo. Por este motivo, es necesario agradecerle a Verbum su aventura para traernos una obra de este calibre. Asimismo, la labor que Irene Starace realiza en El viento se levanta es muy destacada, incluyendo, además de la propia labor de traducción, una introducción a la novela, así como un capítulo acerca de las transcripciones de las palabras japonesas, y un glosario al final del libro. La única pega que se le puede poner, es que habría sido ideal realizar un formato físico de mayor calidad, aunque el creado por Verbum está perfecto para el precio que tiene.
Desde Ecos de Asia siempre estaremos agradecidos de que las editoriales sigan trayéndonos joyas literarias como El viento se levanta de Hori Tatsuo, así como de que continúen apostando por autores aún desconocidos en España.
Notas:
[1] El Premio a la Mejor Película de Animación de la octogésima sexta edición de los Premios Óscar (2014) fue para Frozen.