“Klara y el Sol”, de Kazuo Ishiguro (Premio Nobel de Literatura 2017)

Fotografía de Kazuo Ishiguro.

Tras alzarse con el Premio Nobel de Literatura en el año 2017 eran muchas las expectativas que se cernían sobre Kazuo Ishiguro (1954) y su siguiente novela. Este escritor de nacionalidad japonesa y británica es conocido en Occidente por el gran número de publicaciones que ha realizado tras 1982, momento en el que lanzó Pálida luz en las colinas. Otras obras le siguieron, como Los restos del día, Nunca me abandones o El gigante enterrado, y ha sido su prosa la que le hizo ganador de varios galardones literarios, como el Premio Booker o el Premio Whitbread. Por este motivo, era de esperar que Klara y el Sol, publicada el pasado 2021, estuviese a la altura de su imagen.

Esta novela cuenta la historia de Klara, un robot humanoide programada con un avanzado sistema de inteligencia artificial que espera a ser comprada por algún niño de clase alta en el escaparate de una tienda, para así poder llevar a cabo sus funciones de cuidado y compañía de menores. Se trata de una premisa interesante acerca de un mundo nuevo, futurista, ficticio y seguramente distópico, con tintes siniestros, el cual tiene a una AA (Amiga Artificial) como personaje principal; estos, cabe añadir, se alimentan del Sol, motivo por el que tiene tanta importancia dentro de la obra. Pero Klara es un poco diferente al resto de sus hermanos, ya que muestra una gran capacidad para entender los sentimientos, así como tiene curiosidad e intriga por aprender y conocer más cosas del mundo; esto es lo que hace que su personaje sea tan interesante.

Como es de esperar, Klara es adquirida por Josie, una niña enfermiza, y su madre. Desde entonces tendrá la ocupación de acompañar y cuidar a Josie, y es entonces cuando el lector comprende que algo ocurre en este mundo, algo misterioso y oscuro que Klara tendrá que ir descubriendo poco a poco.

Portada de Klara y el Sol, de Kazuo Ishiguro y Anagrama.

Con este argumento es difícil que la obra disguste al lector, tratándose por tanto de una joya dentro de la literatura de ciencia ficción, algo similar a Nunca me abandones. La novela trata de lo que nos hace humanos, de la bioética, del desarrollo de las emociones y pensamientos por parte de una inteligencia artificial; es decir, de la vida y la humanidad.

Aun así, es cierto que existen ciertos elementos en la obra que pueden chocar un poco con el lector, como el hecho de que Kazuo Ishiguro no haya decidido mostrarnos más de su mundo, pues la trama se centra exclusivamente en Klara y su relación con Josie, provocando que el lector quiera saber más acerca de lo que las rodea. Tiene sentido el punto de vista del autor, porque la narradora de la historia es Klara, pero habría estado bien ver algo más acerca de este futuro distópico.

En cuanto a los personajes, estos están perfectamente construidos, especialmente Klara, aunque sí se ha de añadir que existen muy pocos secundarios en la primera mitad de la novela y muchos en la segunda. Esto es algo que va en sintonía con el estilo de Kazuo Ishiguro.

Portadas de otras obras de Kazuo Ishiguro publicadas por Anagrama.

La edición, por su parte, cuenta con el conocidísimo sello de Anagrama, presentando una traducción de Mauricio Bach realmente maravillosa. Trescientas treinta y cuatro páginas estructuradas en cinco partes o capítulos con una prosa fluida y bien hilada, y todo ello sin olvidar que la narradora es una AA llamada Klara, lo que hace la novela más interesante aún.

Así, con un final anticlimático que no dejará indiferente a nadie (para bien y para mal), Klara y el Sol nos invita a la reflexión y a la búsqueda interior, habitual en la pluma del escritor. Una novela narrada en primera persona de una manera sorprendente, la cual nos recuerda la fama del aclamado Kazuo Ishiguro. Posiblemente no sea su mejor obra, y es difícil no buscar la comparación con Nunca me abandones, pero su lectura es deliciosa, adictiva y, desde luego, encomiable. Desde Ecos de Asia esperamos con ansias sus siguientes obras.

Daniel Rodríguez (208 Posts)

Profesor de Geografía e Historia. Graduado en Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, con un Máster Universitario en Estudios en Asia Oriental cursado en la Universidad de Salamanca y otro Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional en la Universidad de Oviedo. Ha trabajado para el Museo Arqueológico de Asturias, la sala de exposiciones LAUDEO, la Universidad de Salamana, Satori Ediciones y la Academia Formación Sagan.