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Japón, ¿cuna del fujimorismo? – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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This article was written on 01 Feb 2016, and is filled under Historia y Pensamiento.

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Japón, ¿cuna del fujimorismo?

El presidente Alberto Fujimori (fuente: Biografías y vidas).

El presidente Alberto Fujimori (fuente: Biografías y vidas).

El continente asiático ha estado muy presente durante muchos años en Latinoamérica, especialmente en Perú, pues Alberto Fujimori, presidente durante una década, era descendiente japonés, lo que se conoce con el término nikkei.[1] Además, uno de los momentos más importantes de su gobierno fue el rescate de rehenes en la embajada japonesa, así como sus posteriores aspiraciones políticas en el país nipón.

Alberto Fujimori (Lima, 1938) es un controvertido político, con doble nacionalidad, peruano y japonés, lo que, como veremos más adelante, ha levantado algunas intrigas sobre su nacimiento. Muchos analistas lo definen como ejemplo de antipolítico,[2] una figura surgida en los años 90 en América Latina, debido a los cambios sociales ocurridos en la década anterior.

Ingeniero agrónomo, Fujimori, de padres japoneses emigrados a Perú, accedió a la presidencia del país en el año 1990, tras vencer a Mario Vargas Llosa, y renovó dicho cargo en las elecciones de 1995 y 2000. Sin duda, fue una presidencia muy accidentada y con muchos claroscuros. Si muchos son los aspectos enrevesados que marcaron su gobierno, también lo son sobre su persona.

Todos los analistas coinciden en que el mantenimiento de Fujimori como presidente se debió a los éxitos de su gobierno “en el campo de la economía, la lucha contra el terrorismo y la reinserción en los círculos internacionales”, según afirma Mercedes García Montero.

Fujimori tuvo que hacer frente al terrorismo de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (surgido en 1984), organizaciones terroristas aparecidas durante el gobierno de Belaúnde Terry (1980-1985). La crisis que acusaba a Perú se fue agravando con el aumento de la inflación y la crisis económica, hasta llegar a un Estado casi en bancarrota durante el gobierno de Alan García (1985-1990). Esto, unido al avance de la violencia terrorista, así como el narcotráfico, la creciente intervención militar en los asuntos públicos, etc., consiguió el descrédito de los partidos políticos tradicionales.

Todos estos problemas provocaron que personajes independientes fueran tomando protagonismo y se fueran formando nuevas agrupaciones políticas, como Cambio 90, liderado por Fujimori, o la coalición Frente Democrático (Fredemo), de Mario Vargas Llosa.

Sorprendentemente, entre ellos estuvo la batalla por la presidencia. El escritor Vargas Llosa venció en la primera vuelta con el 27,6% de los votos frente al 24,6% de Fujimori, pero el apoyo a éste de los votantes de los partidos de izquierdas le dio la victoria en la segunda vuelta.

Sin embargo, una vez llegado al poder, aplicó un programa de estabilización económica aún más duro que el propuesto por el neoliberal Vargas Llosa, por el cual privatizó gran parte del sector público, dejó los precios en manos del mercado, dio prioridad a la inversión extranjera, etc. Es decir, aplicó una política contraria a la que había prometido durante la campaña.

Viendo la marcha de su gobierno, algunos opositores, como el diario Careta, dudaron incluso de su partida y fecha de nacimiento, oficialmente el 28 de julio de 1938, y defendieron que había nacido antes de que sus padres llegaran a Perú. La contradicción estaría en que su partida de nacimiento pudo ser alterada para llegar a la presidencia, pues la Constitución peruana establece que sólo los nacidos en el país pueden ser presidentes, por lo que, de haberse demostrado ser falsa su fecha de nacimiento, debería tendría que renunciar al cargo. Los opositores defienden que el mandatario pudo haber nacido años antes, en 1934, cuando sus padres aún residían en Japón, pero finalmente esta acusación no tuvo consecuencias para Fujimori.

Segundo gobierno (1995-2000)

El 17 de diciembre de 1996 ocurrió el acontecimiento que marcó el segundo gobierno de Fujimori, la conocida “crisis de los rehenes”. Durante las celebraciones del 63 aniversario del emperador japonés Akihito, un grupo de la organización terrorista MRTA irrumpió en la embajada japonesa en Lima, siendo embajador Morihisha Aoki, y tomaron como rehenes a ochocientas personas, entre las que se encontraban diplomáticos, políticos, oficiales del ejército, etc. Este suceso no se resolvió hasta el 22 de abril del año siguiente, situando a Perú en el centro de las noticias durante varios meses.

De las ochocientas personas, sólo había veinticuatro japoneses, el resto eran peruanos, si bien algunos de origen japonés. Enseguida fueron liberados la mayor parte de los rehenes, hasta que quedaron setenta y dos.

Finalmente, en abril un grupo de las Fuerzas Armadas peruanas irrumpió en la embajada, rescatando a setenta y un rehenes: murieron diecisiete personas, entre ellas catorce terroristas. Este hecho le sirvió a Fujimori para ser conocido en Japón, donde consiguió gran prestigio y pasó a ser visto como un hombre firme y decidido.

Fujimori "liderando" el rescate de los rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima, en abril de 1997.

Fujimori “liderando” el rescate de los rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima, en abril de 1997.

Terceras elecciones (año 2000)

Tras estas elecciones, en las que Fujimori obtuvo de nuevo la victoria, se desvelaron sobornos y presiones a congresistas para que le dieran su apoyo. Además, se difundió un vídeo en el que Vladimiro Montesinos, su mano derecha, aparecía sobornando a un congresista, así como el descubrimiento de que traficaba con armas hacia las guerrillas colombianas. Por la huida de éste del país y sus denuncias por corrupción, el presidente anunció nuevas elecciones en las que él no participaría directamente.

Entre todo esto, Fujimori salió del país para participar en la reunión internacional de la Asia-Pacific Economic Cooperation (APEC) en Brunei y, en lugar de regresar a Perú, marchó a Japón, desde donde anunció su dimisión como Presidente de la República por fax el 19 de noviembre del año 2000 al presidente del Congreso con el siguiente texto.

Formulo, pues, ante usted, señor presidente del Congreso, mi renuncia formal a la Presidencia de la República, en concordancia con el artículo 113, inciso 3 de la Constitución Política del Perú.[3]

Dos días después, el Congreso de la República rechazó su renuncia y le inhabilitó por “incapacidad moral” para ocupar cargos públicos. El Presidente del Congreso asumió la presidencia de la República y convocó elecciones para el 8 de abril de 2001, dejando atrás una década de autoritarismo.

Segunda nacionalidad, segunda oportunidad

Pese a estos escándalos, no termina aquí la vida política de Fujimori. Durante cinco años vivió en Tokio gracias a su doble nacionalidad, confirmada por el gobierno japonés.

En 2005 viajó a Chile tratando de llegar a Perú y reincorporarse a la vida política, pero no pudo ser porque fue detenido en Santiago de Chile,[4] lo que le llevó a probar suerte en Japón. Años más tarde, la Corte Suprema del país aprobó la extradición solicitada por el Poder Judicial del Perú, como veremos más adelante.

Cartel electoral de Fujimori en Japón.

Cartel electoral de Fujimori en Japón.

Pese a su detención domiciliaria, el expresidente concurrió a las elecciones como candidato a senador en Japón, teniendo a su favor la crisis de los rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima en 1997, que había conseguido resolver con buen acierto y traía buen recuerdo del candidato.

Fujimori se presentó por el partido de derechas Kokumin Sinta (Nuevo Partido del Pueblo, NPP), que le había invitado a participar en las elecciones con ellos. Él se dirigió en un vídeo a los peruanos en el que expresaba que su intención era dar “un nuevo paso en mi vida política que me permitirá contribuir con el pueblo japonés y ser un puente entre Japón y Perú”. El principal objetivo de Fujimori era conseguir la inmunidad que el cargo de senador conlleva. Sin embargo, y pese a los pronósticos, en los comicios celebrados en julio de 2007 no resultó elegido.

En 2009 se produjo la sentencia[5] que condenaba a Fujimori a veinticinco años de prisión por violación de los derechos humanos en la masacre de Barrios Altos (hecho ocurrido en este barrio de Lima, donde asesinaron a quince personas vinculadas intencionadamente al grupo terrorista Sendero Luminoso en 1991) y el caso de La Cantuta (cuando un destacamento del Ejército Peruano secuestró a un profesor y nueve estudiantes en la universidad conocida con este nombre). Ambos fueron ejemplos de la violación de derechos sufrida en Perú durante el gobierno de Fujimori.

Portada del diario “La República”.

Portada del diario La República.

El fujimorismo tras Fujimori

En las elecciones celebradas tras la repentina dimisión por fax de Fujimori, el 8 de abril de 2001, el que había sido su partido, Cambio 90-Nueva Mayoría, sólo reunió el 1,68 por ciento de los votos y tres representantes en el Congreso.[6]

Actualmente, la hija del expresidente, Keiko Fujimori, lidera el partido opositor Fuerza Popular, con el que parte favorita en los sondeos para alcanzar la presidencia peruana en las elecciones de abril de este año. Pero para ello ha tenido que aclarar algunos aspectos del gobierno de su padre, como tener que reconocer que hubo “graves delitos de corrupción”, aspecto que promete vigilar mucho en caso de formar gobierno.

Keiko posee una larga trayectoria política en su país. Fue la primera dama del Perú  durante la presidencia de su padre, es congresista desde el año 2006, la primera mujer peruana en pasar a la segunda vuelta en unas elecciones generales –se presentó en 2011, pero perdió en segunda vuelta frente al reelegido presidente Ollanta Humala- y, quién sabe, si la primera mujer presidenta del Perú. Pero eso, las urnas y los peruanos lo dirán.

Alberto Fujimori con su hija Keiko, candidata a la presidencia del Perú.

Alberto Fujimori con su hija Keiko, candidata a la presidencia del Perú.

Por tanto, el fujimorismo no está olvidado en Perú, sino todo lo contrario, se encuentra en primera línea de la política del país. Por segunda vez, un nikkei (descendiente japonés) puede alcanzar la presidencia peruana y, además, hacer historia siendo la primera mujer presidenta del país. Japón lo tiene cerca.

Para saber más:

  • García Montero, Mercedes. “La década de Fujimori: ascenso, mantenimiento y caída de un líder antipolítico”, América Latina Hoy, nº 28, 2001, pp. 49-86.
  • Nizama, M. “El síndrome de Fujimori”, Revista Iipsi, vol. 12, nº 1, 2009, pp. 215-237.
  • Ohgushi, Kazuo. “Los japoneses y la crisis de los rehenes en Lima, Perú: una interpretación”, Revista Ciencia Política, vol. XIX, 1998, pp. 200-207.
  • Sobre los orígenes de Fujimori. Disponible aquí.
  • Noticias sobre la carrera presidencial de Keiko Fujimori. Disponible aquí.
  • Noticias sobre Fujimori como candidato en Japón. Disponible aquí.

Notas:

[1] Para más información sobre los nikkei, puede consultarse este enlace.

[2] Otros ejemplos de antipolíticos son Rafael Caldera, Luis Ignacio Lula da Silva, Carlos Menem y Mario Vargas Llosa, a pesar de que han sido figuras clave en la política latinoamericana de las últimas décadas. Ver García Montero, Mercedes. “La década de Fujimori: ascenso, mantenimiento y caída de un líder antipolítico”, América Latina Hoy, nº 28, 2001, pp. 50-53.

[3] Texto completo aquí.

[4] En este enlace se puede leer una noticia que resume todo el proceso desde que Fujimori llegara a Chile.

[5] Para ver un resumen de todo el proceso contra Fujimori puede consultarse el siguiente artículo: Nizama, M. “El síndrome de Fujimori”, Revista Iipsi, nº 1, vol. 12, 2009, pp. 215-237.

[6] García Montero, Mercedes. “La década de Fujimori: ascenso, mantenimiento y caída de un líder antipolítico”, América Latina Hoy, nº 28, 2001, pp. 49-86.

avatar Diego Moreno Galilea (2 Posts)

Graduado en Geografía e Historia por la Universidad de La Rioja. Actualmente estudia el Máster de Profesorado en la misma Universidad.


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One Comment

  1. David
    08/11/2016
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    Bueno solo nosotros somos tan brutos en elegir a un presidente japones solo nosotros pudimos elegir a un presidente extranjero…

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