Reseña literaria: Viaje a la costa, de Kazumi Yumoto

Hace unas semanas, la editorial Nocturna Ediciones nos sorprendía con el anuncio de la publicación de una segunda novela de Kazumi Yumoto, autora de Los amigos (que ya tuvimos ocasión de reseñar aquí). Con este nuevo lanzamiento, Nocturna parece consolidar una nueva tendencia editorial, aunque sobre ello hablaremos más adelante.

Portada de la edición de Nocturna Ediciones, muy acorde con el diseño de cubierta de Los amigos.

La nueva novela, que salió a la venta el pasado 29 de febrero, se titula Viaje a la costa. Fue publicada originalmente en 2010, y ha sido la primera vez que se traduce al castellano. Cuenta la historia de Mizuki, una mujer que se reencuentra de manera muy peculiar con su marido, Yusuke, desaparecido tres años antes, y que resulta estar muerto. Aceptado este hecho con naturalidad, ambos se embarcan en un viaje que tiene mucho de espiritual, recorriendo en sentido inverso el camino que su marido hizo para encontrarse con ella desde el lugar en el que falleció.

Bajo esta premisa, un tanto macabra, puede parecer que la novela va a dirigirse hacia la comedia negra (en la línea, salvando las distancias, de obras –en este caso, audiovisuales– como Este muerto está muy vivo), o bien hacia una intensa reflexión trascendente sobre la vida y la muerte. Si bien existe este componente reflexivo, no se trata de un texto denso, sino más bien de un reposado drama sólidamente construido.

Narrativamente, resulta muy interesante cómo la autora logra, a través de un lenguaje sencillo y una actitud muy serena por parte de la protagonista, hacer que el lector asuma como factible, posible y real la esperpéntica situación de partida. Sin paños calientes ni introducciones, la novela se inicia con el encuentro entre el matrimonio. Aunque, obviamente, se presentan en primer lugar ciertos aspectos de los personajes y se crea una moderada intriga acerca del encuentro (son un matrimonio, que lleva tres años sin verse, y sin embargo comparten la velada con absoluta naturalidad), muy pronto se descubre la naturaleza sobrenatural del marido, acontecimiento que termina de atrapar al lector. Si durante las primeras páginas ya se urdía un misterio suficiente para proseguir con la novela, a partir del giro (por otra parte, plenamente anunciado) la tensión resulta prácticamente ineludible. Es posible que parte de este efecto se pierda en tanto que el hecho de que el marido haya muerto se presenta como parte promocional de la novela, tanto en la edición de Nocturna (que muestra en la portada un eslogan alusivo) como en la sinopsis de la misma (en este caso, más comprensiblemente, dado que es un pilar fundamental en el argumento), no obstante, Kazumi Yumoto consigue crear una atmósfera tan natural desde la primera página que no por conocido resulta un giro menos imprevisto.

El desarrollo de la novela no resulta menos interesante, ya que la autora sabe dosificar a la perfección las distintas pistas sobre el motivo del viaje, entrelazadas con los distintos episodios que se suceden, todos ellos con una gran capacidad evocadora. A través de los largos trayectos y de las conversaciones, va dibujándose la vida pasada del matrimonio. Si bien gira en torno a Mizuki, narradora en primera persona de los acontecimientos, no se convierte en ningún momento en una figura central que desplace a Yusuke al rol de mero secundario, sino que es el matrimonio en conjunto el que sustenta el peso de este pasado, aunque esto ocurra a través de los ojos de uno de los miembros.

A pesar de que se enmarca dentro de la colección Noches Blancas que Nocturna Ediciones lleva publicando desde 2010, da la sensación de que esta segunda obra de Kazumi Yumoto viene a demostrar que la edición de Los amigos no fue un caso aislado, sino un nuevo y enriquecedor rumbo en el que se incluyan, dentro de la línea editorial, títulos procedentes de la literatura japonesa que vienen a llenar un hueco que se encuentra relativamente descuidado en la publicación en castellano: novelas contemporáneas, alejadas de los grandes clásicos o de los autores de moda y reconocimiento, adecuadas para un público joven aunque no específicamente dirigidas a este target. Resulta refrescante, en este sentido, comprobar cómo, progresivamente, van ampliándose las fronteras de la literatura asiática, especialmente japonesa, que se publica en España. Del mismo modo, es encomiable la labor que realizan editoriales como Nocturna, alejándose de convencionalismos establecidos, y enriqueciendo su línea editorial con este tipo de inclusiones. Esperamos que esta tendencia se confirme y podamos seguir disfrutando de títulos tan atrayentes como Viaje a la costa.

Carolina Plou Anadón (272 Posts)

Historiadora del Arte, japonóloga, prepara una tesis doctoral sobre fotografía japonesa. Autora del libro “Bajo los cerezos en flor. 50 películas para conocer Japón”.