La época estival es tiempo de blockbusters que suelen llegar de la mano de animaciones infantiles, películas para adolescentes y comedias veraniegas, a menudo intrascendentes. Si ya habéis disfrutado con los malvados de cómic y las mascotas escapistas, es tiempo de poner el broche de oro a un verano de cine con un auténtico taquillazo en clave oriental: The Mermaid (2016),[1] que podríamos traducir como “la sirena”. Esta producción china fue estrenada a principios de año y llega ahora al mercado americano en DVD y VOD, por lo que desde Ecos de Asia hemos decidido recuperarla para refrescar estos calurosos días de agosto.
Prácticamente desconocida en Occidente, The Mermaid ha supuesto una auténtica revolución cinematográfica en China, arrasando la taquilla en su estreno (a lo que, sin duda, contribuyó que coincidiera con el Año Nuevo Chino) y batiendo todos los récords de recaudación del mercado asiático.
Estos fulgurantes datos vienen respaldados por la fama del director de la cinta, Stephen Chow, un maestro del humor absurdo convertido en ídolo local a raíz de otras producciones tan surrealistas como la que ahora analizaremos, entre las que podríamos destacar Kung Fu Sion (2004).
Para esta ocasión, el irreverente cineasta parte del archiconocido cuento de La Sirenita, un clásico de Hans Christian Andersen, adaptando su argumento al entorno y las preocupaciones de la China contemporánea. El sempiterno romance entre una sirena y un humano, que ya pudimos ver en la gran pantalla tanto en carne y hueso (1, 2, 3… Spash, de 1984, con Daryl Hannah y Tom Hanks) como en versión animada (La Sirenita de Disney, de 1989), se torna ahora en una fábula ecologista para reflexionar sobre las consecuencias de la acción del ser humano sobre el medio ambiente.
Liu Xuan (Deng Chao) es un despreciable magnate y acaudalado playboy cuyo único interés es conseguir beneficios económicos con sus empresas. Con este fin, desea recalificar una isla que se encuentra en una zona medioambiental protegida, la reserva Green Gulf, para construir una urbanización de lujo. Para ello, deberá hacer ver a las autoridades que la fauna marina local ha abandonado esas aguas, lo que consigue disponiendo un potente sonar que acaba con toda forma de vida en dicho área.
Sin embargo, Xuan no cuenta con la presencia de otros seres en la zona que también se ven afectados por sus invasivas acciones, como es un grupo de sirenas que ve peligrar su modo de vida. Estos seres, liderados por un engendro, mitad humano y mitad pulpo, se proponen contraatacar las acciones de los humanos y para ello preparan un complot para asesinar a Liu Xuan. La primera parte de este plan consiste en utilizar una de las sirenas más bellas como cebo y la elegida será la joven Shan (Lin Yun), quien se presentará a Liu durante una fiesta y conseguirá que este le pida una cita, al final de la cual deberá atraerlo hasta la guarida de sus semejantes, que acabarán con su vida.
Tras innumerables y cómicos intentos de asesinato, más propios de la slapstick comedy, seguidos de estrepitosos fracasos, la pareja disfruta de una divertida noche en la feria donde comparten confidencias, comida e incluso un número musical dominado por la canción que compone el tema principal de la película, titulada “Invincible”, y que se convierte por momentos en leitmotiv recurrente a lo largo de toda la trama. Inevitablemente, el amor surge entre ambos y deberán decidir qué es más importante, sus propios intereses personales o los del ser amado.
El amor es pues el tema principal de esta comedia del absurdo, a medio camino entre el romance y la fantasía, pero bajo esta premisa se entrevé una interesante reflexión sobre el impacto medioambiental del ser humano, la contaminación de los mares y la necesidad de proteger la naturaleza como modo de supervivencia. Se incluye también una crítica al hombre como depredador de otras especies y de sí mismo, como generador de destrucción, haciendo alusión a la bomba atómica.
Entre los aspectos negativos del filme, cabe destacar las deplorables interpretaciones de todo el elenco, acordes con el tono surrealista de la película, o los efectos especiales que, aunque son aceptables en algunos momentos (como la animación de los tentáculos del hombre-pulpo), lo cierto es que resultan obsoletos y rudimentarios para una producción que contó con un presupuesto superior a los sesenta millones de dólares.
En cualquier caso, si consiguen acercarse al filme de Chow sin prejuicios, dejando la lógica y el sentido común aparcados fuera de la sala de cine, puede que lleguen a disfrutar de los histriónicos aunque entretenidos disparates que propone esta irreverente versión de La Sirenita.
Para saber más:
Notas:
[1] The Mermaid / Mei ren yu (2016). País: China. Director: Stephen Chow. Guión: Stephen Chow, Kelvin Lee, Ho Miu-Kei, Lu Zhengyu, Andrew Fung, Ivy Kong, Chan Hing-Kar, Tsang Kan-Cheung. Música: Wendy Zheng. Fotografía: Choi Sung-Fai. Reparto: Jelly Lin, Kitty Zang, Kris Wu, Deng Chao, Show Lo, Wen Zhang, Lam Tze-Chung, Law Kar-Ying, Adam Cheng, Tsui Hark, Pierre Bourdaud. Productora: Coproducción China-HK; Edko Films / China Film / The Star Overseas.