El pasado mes de abril llegó a las estanterías españolas una de las licencias que fue anunciada por la editorial Tomodomo en el pasado Salón del manga: Akamatsu y Seven. Macarras in love.
Se trata de una serie que cuenta con un total de tres volúmenes a manos de Shoowa al guión y Hiromasa Okujima como dibujante, primera vez que ambos se editan en España y primera obra que realizan juntos. En cuanto a la historia general, nos encontramos a dos protagonistas que son los que dan título a la serie: uno de ellos, Akamatsu, un estudiante de instituto que, por ciertas circunstancias, vive solo y le gusta acudir al parque para pegarse con un desconocido, Seven, a modo de desahogo y herramienta para liberar estrés. A lo largo de esta primera entrega, vemos como la trama avanza y ambos protagonistas acaban viviendo juntos en casa de Akamatsu, lo que va a desembocar en toda una serie de situaciones desternillantes que nos remiten tanto a la convivencia de ambos personajes como a otros escenarios, como la compra de menaje o la renovación de armario.
En la contraportada de este primer volumen se nos anuncia la cantidad de palos que toca este tándem: comedia doméstica (y romántica, aunque eso ya se verá más adelante), peleas intensas, yakuza… lo cierto es que no mienten al decir que esta serie engloba todo esto y más. Como hemos comentado brevemente, este tomo tiene un carácter introductorio, donde se nos presenta a Akamatsu y a Seven dando algunas pinceladas acerca de sus situaciones particulares. Todo está impregnado de ese tono humorístico y divertido que deriva en situaciones de lo más absurdas pero, no obstante, podemos apreciar como debajo de las mismas se acercan elementos mucho más dramáticos a la par que interesantes. Por un lado, tenemos la historia de Akamatsu en relación con su familia y su traslado a una casa que le alquila su tío, el hecho de que rehúya todo contacto con su madre y se muestre evasivo con algunos temas son aspectos que se resuelven al final del primer volumen y que no vamos a desvelar por respeto al lector. No obstante, la trama de Seven es algo que todavía no se ha desvelado en su totalidad, aunque podemos apreciar su relación con la yakuza, tanto por la aparición de algunos personajes que se refieren a él como por comentarios que hace; este no deja de ser un tópico en el mundo del yaoi, pero ya veremos cómo se desarrolla.
Nos hemos referido poco al apartado gráfico, decir que tiene un tono más realista que favorece a la historia. Akamatsu y Seven son personajes de rasgos afilados o incluso duros, lo que va muy bien con el carácter de ambos y juega en favor, por ejemplo, de las escenas de acción, así como favorece el tono cómico.
Se podría decir que esta primera entrega nos ha dejado con la miel en los labios y muchas ganas de saber más acerca de las aventuras y desventuras de este par de macarras, su convivencia juntos y los dramas que están por venir.