Fue toda una sorpresa cuando Panini Manga anunció, ya en 2018, que publicaría la popular historieta Banana Fish, un manga cuya edición original fue iniciada en 1985, contando con un total de diecinueve tomos. Akimi Yoshida fue el encargado de escribir y dibujar esta maravillosa obra cuyo primer tomo nos ha llegado en español en octubre de 2019.
Su éxito actual deriva de la serie de animación llevada a cabo por el estudio MAPPA y dirigida por Hiroko Utsumi para Fuji TV. Fue emitida entre el 5 de julio y el 20 de diciembre de 2018, siendo veinticuatro los episodios realizados. Fue en ese entonces cuando Banana fish resurgió, en parte por traernos algo diferente a lo que nos estaba acostumbrando la industria japonesa. Además de este anime, la obra también cuenta con varias historias adicionales, novelas, una interpretación teatral y una adaptación de radio.
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Tráiler de la serie animada de Banana Fish.
La popularidad de la obra se centra en su argumento. Comienza situándonos en 1973, en plena Guerra de Vietnam, cuando el soldado Griffin dispara a su propio escuadrón; es derribado y sometido por su compañero Max Lobo, y el atacante, tras desplomarse, dice las palabras “Banana Fish”.
Este es el preámbulo de la historia. Pasan entonces doce años, hasta 1985. Griffin se encuentra con una grave discapacidad mental, siendo su hermano menor, Ash, quien se encarga de él. Este es el líder de una pandilla callejera de la ciudad de Nueva York, y se centrará en investigar el significado de “Banana Fish”, para así saber qué relación tiene con su hermano. El problema será que Papa Dino, el jefe de una mafia que tiene adoptado a Ash como juguete sexual, no se lo pondrá fácil. Aun así, Ash intentará llegar al fondo de la cuestión, y para ello contará con la ayuda de Eiji Okumura, un fotoperiodista nipón.
Ash y Eiji son los auténticos protagonistas de Banana Fish, y aunque por el camino otros personajes los ayudarán, la trama se centrará en ellos. El primero es un adolescente de diecisiete años con un gran carisma, un elevado intelecto y una gran previsión táctica, mientras que el segundo, de diecinueve años, es amable, gentil, terco y algo ingenuo. Poco a poco, ambos se irán acercando más y más, hasta el punto de desarrollar una relación afectiva homosexual, pero sin ser esto el elemento principal de la trama. De este modo, nos encontramos ante una especie de shônen con toques de acción, thriller y crímenes, donde las mafias, las investigaciones policiales y las luchas callejeras se convertirán en elementos esenciales de la historia.[1]
En cuanto al dibujo, este nos lleva por completo a la época de los años ochenta y noventa, momento en el que se realizó la obra. Akimi Yoshida nos mostrará la historia de un modo dinámico y detallista, algo que choca al principio con los mangas actuales que están en el mercado, siendo esa la razón por la que también destaca. Estamos ante un estilo diferente, y seguro que cualquier lector asiduo de historietas niponas estará maravillado de verlo, sobretodo aquellos que empezaron su inicio en este arte décadas atrás.
A ello hay que sumar la edición de Panini. El primer tomo está compuesto por los dos primeros volúmenes de la edición japonesa, lo que agiliza mucho más la lectura; se prevé, por tanto, que el resto de números vayan saliendo de este modo. Un libro rústico con sobrecubierta a color de unas trescientas setentaiséis páginas con un formato algo mayor de lo habitual (una característica actual de la editorial) es lo que tenemos en Banana Fish 1.
Panini Manga, Akimi Yoshida y Banana Fish son, sin duda alguna, una combinación perfecta que cualquier apasionado del manga debería tener en su estantería sin tener en cuenta sus gustos, pues esta obra tiene la capacidad de captar y enganchar a todo tipo de públicos. Esto fue lo que ha ocurrido con los redactores de Ecos de Asia, quienes nos hemos encandilado con la maravillosa obra de Akimi Yoshida y recomendamos la compra de Banana Fish a todo lector asiduo de manga japonés, ya que, sin duda alguna, le encantará. Gracias, Panini Manga, por darnos la oportunidad de disfrutarla.
Notas:
[1] Recuerda a un poco a otros mangas como Fake, de Sanami Matô, o Kizuna, de Kazuma Kodaka, ambos publicados en español por Norma Editorial. Ambos se iniciaron en 1992, y con un estilo de dibujo similar al de Banana Fish, se centran en mafias, investigaciones policiales, drogas y crímenes, aunque en estos la relación homosexual de los protagonistas es un elemento más importante que el que vemos en Banana Fish.