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Corazones Sucios (Kegareta Kokoro), investigando el tabú. – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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Corazones Sucios (Kegareta Kokoro), investigando el tabú.

Durante décadas la comunidad nikkei en Brasil mantuvo en las sombras unos hechos que a pesar del tiempo pasado seguían produciendo dolor, ira y vergüenza y que había afectado en mayor o medida a toda la comunidad durante años.

Portada de Corações Sujos: A história da Shindo Renmei de Fernando Morais. En ella figuran los siete samuráis Tupa que protagonizaron el primer episodio de violencia conocido.

Portada de Corações Sujos: A história da Shindo Renmei de Fernando Morais. En ella figuran los siete samuráis Tupa que protagonizaron el primer episodio de violencia conocido.

Es por ello por lo que el autor del libro Corações Sujos: A história da Shindo Renmei (Corazones Sucios: La historia de Shindo Renmei), Fernando Morais fue capaz de, pese a las reticencias iniciales, de contactar con miembros de la comunidad nikkei que habiendo vivido esos hechos y estaban vivos o, en su lugar, descendiente de ellos. De estas entrevistas obtuvo  testimonios que no se habían plasmado con anterioridad en el papel y que proporcionaron a su investigación un gran valor.No obstante, los hechos que producían vergüenza en la comunidad no fueron excesivamente publicitados fuera de esta y es por ello por lo que la sociedad brasileña con el tiempo los olvidó. Así pues, un tema olvidado en la sociedad brasileña era un tema tabú en la comunidad nikkei y es por ello por lo que un brasileño ajeno a la comunidad nikkei sería la primera persona en tratar con profundidad estos hechos y rescatarlos del olvido para dejar de ser tabú y convertirse Historia.

A estos testimonios, Fernando Morais añadió la información obtenida de diversas fuentes tales como diarios de la época o la documentación encontrada en los archivos del  Departamento Estadual de Ordem Política e Social  (DEOPS), que fue durante décadas el organismo encargado de la vigilancia, seguridad y orden público en Brasil.

Así pues, con toda la información recogida, Morais de-construye un tabú, libera a una comunidad de sus fantasmas y construye un hecho histórico libre de emociones y de sentimientos como la vergüenza o la ira que logró satisfacer a la comunidad nikkei.

Todo ello lo consigue a través de un tono neutral que usa para contar cómo se produjo uno de los episodios más extraños de la inmigración japonesa en Brasil que a pesar de (o precisamente por ello) ser uno de los más sangrientos también es uno de los más olvidados.

Así pues con extrema habilidad, Morias nos narra cómo tras la derrota del Japón Imperial durante la Segunda Guerra Mundial la comunidad nikkei en Brasil (al igual que sucedió en otras partes del planeta) quedó dividida básicamente en dos (aunque en ciertos lugares se encontrase un tercer grupo): los que creían que el mensaje radiado del Emperador Hirohito[1] en 1946 no era cierto sino una farsa y que Japón en realidad había ganado la guerra (kachigumi  o ganadores) y lo que creían que, efectivamente, Japón había perdido la guerra (makegumi  o perdedores.

El Emperador Hirohito firma el Acta de Rendición de Japón a bordo del USS Missouri el 2 de Septiembre de 1945.

El Emperador Hirohito firma el Acta de Rendición de Japón a bordo del USS Missouri el 2 de Septiembre de 1945.

Esta misma fracción consideró adecuado que para mantener la unidad de la comunidad debía de ilustrar/iluminar a los miembros de la comunidad nikkei acerca de la realidad de tal modo que si algunos miembros de la comunidad se resistiesen a ello debían de ser eliminados pues eran corazones sucios[2] que manchaban al resto.[3]Este fraccionamiento de la comunidad nikkei llevó consigo un enfrentamiento entre las dos fracciones en la cual la primera mencionada (ganadores) atacó de manera reiterativa a la segunda de ellas (perdedores). Curiosamente los perpetradores de estos ataques (de carácter terrorista y que se saldaron con muchas vidas) tenía como objetivo último el mantener la unidad de la comunidad mediante el mantenimiento de la fidelidad en el Emperador Japonés y en el Imperio del Sol Naciente. Así pues, la fracción victoriosa, incapaz de reconocer que el Emperador era humano (y no Dios debido a ser descendiente de la Diosa Amaterasu) y de que su discurso era auténtico (y no una mentira que los medios de comunicación brasileños se habían encargado de difundir ante la ausencia/prohibición de medios japoneses) concluyó que la comunidad nikkei en Brasil debía permanecer fiel a su emperador y a su ejército (que en más de tres mil años no había sufrido una derrota) y que no debía de creer en aquello que medios brasileños y extranjeros difundían sobre la derrota de Japón.

Con este objetivo en mente, tal y como nos narra Morais, en un encuentro clandestino (nótese que la reunión de nacionales de Alemania, Italia o Japón estaban prohibidas) varios de estos miembros patrióticos llevados por su exacerbado nacionalismo fundaron la Liga del Camino de Súbditos o Shindo Renmei. Esta organización aunque no fue única dentro de este contexto, si fue la más activa y a pesar de su clandestinidad, la más temida.

De nuevo, Morais tal y como hacer al adentrarnos en el contexto, con tono neutro alejado de cualquier emotividad que pueda afectar al lector, nos retrata el fanatismo de los miembros de la Shindo Renmei con extrema habilidad con datos y hechos verificados dejando una puerta abierta a la posibilidad de que existan más datos y hechos que corroboren lo obtenido hasta ese momento.

 Los miembros de Shindo Renmei amenazaban a sus compatriotas escribiendo sus nombres en tablitas mortuorias o ihai.


Los miembros de Shindo Renmei amenazaban a sus compatriotas escribiendo sus nombres en tablitas mortuorias o ihai.

Por otra parte, Morais al adentrarse en Shindo Reinmei, también se adentra en un aspecto muy interesante por su valor histórico pero también por su constante valor actual: el racismo estatal.Así pues, una vez que la obra ha establecido un contexto y se ha centrado en una organización concreta, el autor facilita toda una serie de hechos registrados en la memoria de los supervivientes pero también en archivos de diferente índole así como en periódicos. Estos datos nos proporcionan un exhaustivo conocimiento de las actividades delictivas de Shindo Renmei desde sus comienzos hasta su final. También nos proporciona conocimiento de los activos humanos de esta organización y la transformación que estos sufren a lo largo del tiempo, ya que dentro de la propia organización hubo individuos que permanecieron fieles al objetivo de la organización pero también hubo individuos que o bien traicionaron a la organización en beneficio propio y por ello la deshonraron o bien hubo aquellos que se percataron de lo irreal que era continuar creyendo en una victoria inexistente y se rebelaron contra la ola de violencia que la organización generó.

Hoy en día la sociedad brasileña se enorgullece de ser una sociedad multicultural basada en la diversidad donde tienen cabida todas las razas, religiones y colores.[4]  Sin embargo, esta diversidad no siempre fue así y algunas comunidades sufrieron mucho en el camino. Tal es el caso de la comunidad nikkei. De hecho, es muy significativo como Morais en toda la obra no llega a realizar ninguna afirmación al respecto si no que siguiendo el riguroso tono científico de la obra, proporciona al lector las pautas para que, en base a los resultados obtenido de su investigación, pueda sacar conclusiones propias sobre como en dicha época el racismo de las autoridades estaba tan “normalizado” y era tan “habitual” que ante los hechos tan graves que estaban acaeciendo en la comunidad nikkei no sólo no actuase sino que también reflejase una opinión en la que la comunidad nikkei fue totalmente dejada a la suerte de la organización clandestina. De hecho, hasta que la situación trascendió fuera de la comunidad, el estado ni siquiera consideró apropiado terminar con esta organización que era “cosa de japoneses”.

Regresando a la comunidad nikkei, cabe mencionar que otro de los aspectos que Morais trata con gran detalle es la mentalidad de dicha comunidad. Así pues, Morais es capaz de situar al lector en un contexto (derrota de Japón y consecuencias fuera de él), de describir una situación (fraccionamiento de una comunidad), de realizar el seguimiento de una organización (Shindo Renmei) y de explicar reacciones externas (estado y sociedad brasileños). Pero también es capaz de adentrar al lector en la mentalidad de una comunidad que durante décadas había permanecido muy unidad pero también cerrada en sí misma y que pocos investigadores ajenos a ella han sabido describir. Por una parte, muestra como a pesar de que los primeros inmigrantes japoneses llegaron en 1908 a bordo del Kasato Maru y en 1945 esa comunidad seguía basando su sistema escolar en el sistema escolar que se había exportado de Japón y que hacia la mitad del siglo XX había sufrido pocas alteraciones con respecto a principios de siglo. Esta comunidad tenía también sus propias maneras de regirse, especialmente cuando existía una cooperativa que agrupaba a todos o casi todos los miembros de la comunidad. Por otra parte, las diferentes comunidades se hallaban, (coma) a pesar de la distancia, conectadas por lengua, tradición y relaciones comerciales/sociales lo cual hacía que dentro del territorio brasileño se pudiese hablar de una comunidad nikkei. Además, el hecho de que durante la Segunda Guerra Mundial se hubiese prohibido toda actividad cultural japonesa (debido a que eran el enemigo) no hizo que esta comunidad se desintegrase si no que consiguió una mayor cohesión de la comunidad que se organizó para de manera clandestina sus miembros siguiesen cumpliendo con las normas de ser buenos súbditos del emperador. De hecho es esta cohesión la que permitió que Shindo Renmei actuase impunemente durante años: la unidad de la comunidad estaba por encima de los individuos.

Sin duda, la obra de Morais tiene un gran valor científico ya que es el resultado de una amplia investigación que trata de sin entretenerse en detalles superfluos proporcionar al lector una visión general al mismo tiempo que se adentra en el objetivo de la investigación.

Pero además de este valor científico, esta obra tiene un gran valor social porque gracias a ella,  nikkei y no nikkei pueden entender aunque no justificar un hecho violento que durante años avergonzó a la comunidad nikkei y que fue desconocido por la sociedad brasileña en general la cual hoy en día desconoce lo que los trabajadores y dedicados nikkei sufrieron en el pasado y lo que los abiertos y multiculturales brasileños maltrataron a estos nikkei.

Conviene destacar que esta obra ha recibido grandes elogios y en términos generales el lector se queda más que satisfecho con su lectura. De hecho el interés en ella es tal que el director Amorín realizó una versión cinematográfica del mismo nombre.

Junji Kikawa, ex-coronel del Ejército Imperial Japonés, fundador de Shindo Renmei tras ser detenido y encarcelado.

Junji Kikawa, ex-coronel del Ejército Imperial Japonés, fundador de Shindo Renmei tras ser detenido y encarcelado.

Personalmente, considero que esta obra, sin querer serlo, es una lección de Historia pero también es una lección de valores para todo aquel que analizando los datos y hechos neutros de Morais sea consciente de la condición humana.Sin embargo, hay un punto que no queda del todo claro y quizás sea su talón de Aquiles: el final de los miembros de Shindo Renmei. Si bien Morais nos relata cómo fue desmantelada la organización, cómo fue juzgada y cómo una pequeña parte de sus miembros cumplieron condena o murieron, no nos relata si aquellos miembros (en un principio se llegaron a detener 30.000 personas activas relacionadas con la organización) llegaron a abandonar definitivamente sus ideas acerca de la victoria japonesa.

Es como si Morais, después de años de investigación presentase lo que encontró, se lo diese al lector y éste decidiese el punto dónde se queda, es decir si va más allá y lo aplica a la actualidad donde el tema inmigración es más que candente o se queda con una excelente lección de Historia que puede que como toda Historia se vuelva a repetir, o no.

Se trata de una obra que siendo un viaje en el tiempo, es altamente recomendable para todo aquel que interesado o no en el tema sienta placer en quedarse “enganchado” con un buen libro o que considere que conocer parte de la historia de los otros (japoneses y brasileños) le enriquece personal y socialmente y le abre la mente.

Es al mismo tiempo una obra para reflexionar sobre la relación que se establece entre pasado y presente y de manera especial, tal y cómo se ha mencionado anteriormente, para reflexionar sobre la condición humana y cómo el humano puede avanzar tecnológicamente, experimentar cambios físicos y psicológicos pero siempre de algún modo hay una condición invariable: la condición humana.

Para saber más:

  • Morais, Fernando, Corações Sujos: A história da Shindo Renmei. Companhia das Letras, 2000.

Notas:

[1] Emperador Showa o Emperador Shôwa (Shôwa tennô) fue el 124º Emperador de Japón y gobernó hasta su muerte en 1989 (29 Abril 1901 – 7 Enero 1989).

[2] Kegareta Kokoro.

[3] Resulta cuanto menos curioso que en realidad, basándonos en los hechos históricos, los corazones sucios no eran los derrotistas sino los victoriosos.

[4] Aunque en la realidad, la discriminación existe y un alto porcentaje de los más desfavorecidos pertenecen a minorías o a descendientes de esclavos africanos.

avatar María Alicia Lacal (16 Posts)

Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, Estudios del Asia Oriental y Humanidades. Actualmente realiza un Doctorado en Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid sobre la inmigración japonesa en Brasil.


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