París es la ciudad perfecta para enamorarse y eso mismo debía tener en mente el director y guionista Aditya Chopra cuando ambientó allí su última comedia romántica bollywoodense, titulada Befikre (2016),[1] y que podríamos traducir como “despreocupados”.
La película comienza así con una larga introducción (de casi tres minutos) que nos lleva por las calles y plazas de la Ciudad de la Luz mientras vemos a personas de toda clase y condición comiéndose a besos: parejas multirraciales, ancianos, niños, homosexuales, discapacitados en sillas de ruedas, enanos… hasta que el idilio parisino acaba de forma brusca cuando una televisión cae a la calzada desde una ventana cercana y escuchamos los gritos de un joven indio que maldice porque no podrá ver el partido de fútbol entre el Arsenal y el Leicester.
De esta forma tan poco habitual, el espectador ve desarrollarse ante sus ojos una historia de amor empezando por su ruptura. A través de flashbacks y flashforwards, iremos recomponiendo la tortuosa relación de los protagonistas indiscutibles del filme: Dharam (Ranveer Singh) y Shyra (Vaani Kapoor).
Dharam llega a París procedente de Delhi para trabajar como cómico en el local nocturno de su hermano, pero en su primera noche de fiesta se encuentra con la incombustible Shyra, una muchacha francesa de padres indios que trabaja como guía turística y que romperá todos sus esquemas.
Número musical Nashe Si Chadh Gayi, que viene a significar “la chica me ha intoxicado”.
Entusiasmado con su nuevo hogar, Dharam le dirá a su hermano “París es genial, olvídate de las castas, aquí se mezclan todos con todos”, refiriéndose por supuesto a sus compañeras de piso lesbianas con las que fantaseará en más de una ocasión.
Shyra irrumpirá en su vida como un tifón para ponerlo todo patas arriba, forzando sus límites y llevándole a hacer todo tipo de insospechadas locuras mientras recorren París como dos enamorados más. Entre ellos surgirá una especie de juego, un tira y afloja para animar al otro a ir un paso más allá, retándose continuamente. Esto se nos cuenta en el filme durante el número musical Ude Dil Befikre, que da título a la película, y que podríamos traducir como “los corazones vuelan despreocupados”.
Dharam y Shyra prueban sus límites durante la canción Ude Dil Befikre.
Un año después de su ruptura, los protagonistas se reencuentran y son capaces de continuar sus vidas como amigos mientras buscan el amor cada uno por su lado, sin darse cuenta de que lo que compartieron es irrepetible y que el amor no es sino un salto de fe que solo favorece a aquellos que se atreven a intentarlo todo sin miedo.
La cinta, en general, se hace entretenida a pesar de su largo metraje (de más de dos horas), con algunos momentos verdaderamente desternillantes. Así por ejemplo, Shyra tendrá una cita con un banquero llamado Aney (Armaan Ralhan), que acabará siendo una noche a tres cuando Dharam se incorpore a una divertida fiesta en el karaoke. La cita acabará cuando ambos se despidan de Aney y Shyra se quede mirándole, mientras Dharam la intenta disuadir diciéndole que él no se volverá a mirarla, a lo que ella responde toda resuelta: “Esperar que se vuelva es de los noventa. Yo solo le miraba el culo”.
Sin duda gran parte del encanto de la película radica en su atractiva pareja protagonista, compuesta por una casi desconocida Vaani Kapoor y el siempre cautivador Ranveer Singh, al que ya vimos en la divertida Dil Dhadakne Do (2015) y que aprovecha para lucir su portentoso físico en cada fotograma.
Los fans de Ranveer Singh y los entusiastas de la comedia romántica disfrutarán con esta producción que fusiona París con Delhi en una explosión de bailes y color que articula la película de principio a fin, como no podía ser de otra forma.
Para saber más:
Notas:
[1] Befikre (2016). País: India. Director: Aditya Chopra. Guion: Aditya Chopra. Música: Vishal and Shekhar. Fotografía: Kaname Onoyama. Reparto: Ranveer Singh, Vaani Kapoor, Elisa Bachir Bey, Julie Ordon. Productora: Yash Raj Films. Idioma: Hindi.