Este año, como tantos otros, el Centro Niemeyer de Avilés ha acogido varias exposiciones de arte japonés. En este caso, ha sido el turno del fotógrafo Masao Yamamoto. Este artista nació en la ciudad de Gamagôri en 1957, y antes de interesarse por la fotografía, estudió pintura al óleo bajo la tutela del artista Goro Saito, pero rápidamente eligió como expresión artística a la fotografía en gelatina de plata.[1]
Desde 1994, Masao Yamamoto es fotógrafo independiente, realizando exposiciones individuales en galerías y museos de Japón, Estados Unidos, Brasil, Rusia y Europa. Actualmente, es uno de los fotógrafos nipones más importantes e influyentes en el mundo artístico.
La exposición que acoge el Centro Niemeyer desde el 23 de septiembre, se podrá ver en el vestíbulo del Auditorio hasta el 8 de enero del próximo año. Esta muestra artística, que lleva por nombre Small Things in Silence, se compone de noventa fotografías que abarcan sus veinte años de carrera. La intención de estas fotografías es individualizar cada una de ellas como un objeto único, queriendo transmitir sentimientos como el equilibrio con la naturaleza, la serenidad, el silencio o el peligro de la libertad. Es decir, Masao Yamamoto pretende que cada fotografía sea única y que ésta se pueda entender en sí misma como un objeto, siendo este objeto el reflejo de los sentimientos de sus sentimientos; de este modo, cada fotografía es independiente del resto de las fotografías.
La sensación que quiere plasmar el autor es la de shizuka (traducido al español como “tranquilidad”). Un sentimiento que quiere captar mediante la realización de desnudos, paisajes y bodegones desdibujados, teñidos o rasgados, haciendo obras completamente independientes y únicas.
En la exposición puede verse uno de los principales intereses de Masao Yamamoto, la representación de la naturaleza. De hecho, el propio fotógrafo reside en un bosque, con la intención de concienciar a la población acerca de la importancia del respeto por la naturaleza/el medio natural. De este modo, Masao Yamamoto dice:
En el Japón actual, este ancestral sentimiento de arraigo a la naturaleza se está perdiendo paulatinamente o quizás ya haya desaparecido del todo. La demostración de que los japoneses están perdiendo el respeto a la naturaleza puede encontrarse perfectamente, como ejemplo, en la falta de una verdadera corriente crítica a la construcción en su día de centrales nucleares ubicadas en zonas proclives a movimientos sísmicos y susceptibles de recibir tsunamis.[2]
Además de pedir el respeto hacia la naturaleza, Masao Yamamoto alude también al respeto que hay que tener a la vida en sí misma. Es por eso por lo que, como la inmensa mayoría del pueblo nipón, se opone a la utilización de la energía nuclear, pues su mera existencia destruye más de lo que ayuda.
Entre las fotografías destacadas, se encuentran aquellas que hacen mención al agua, tanto por su juego monocromático entre el blanco y el negro como por su vinculación con la libertad y con los peligros que ella acarrea.
Tras visitar la exposición las personas salen con una sensación de vacío, pues a pesar de que es cierto de que la exposición no es muy grande y se puede ver tranquilamente en menos de treinta minutos, los sentimientos que se pueden percibir en las obras expuestas transmiten una sensación especial. La nada, el vacío, la libertad, la naturaleza o la muerte son las principales emociones que uno puede sentir al contemplar la exposición. Si se tuviese que decir algo negativo acerca de la exposición, sería que el emplazamiento de dicha muestra no es el más adecuado para una muestra tan profunda y emocional, pues es posible que un lugar tan luminoso, donde la luz artificial llena toda la estancia, y tan brillante, ya que hasta el suelo enmoquetado brilla con el reflejo de la luz, no sea el más idóneo para llevar a cabo este tipo de exposiciones. Pero, por lo demás, se trata de una exposición que se puede ver en poco tiempo y que no defraudará a nadie, ya que con tan sólo una fotografía que emocione al espectador, Masao Yamamoto habrá cumplido su verdadero cometido.
Para saber más:
Notas:
[1] Se trata de una técnica fotográfica en la cual se utiliza la reacción producida entre las sales de plata y la luz para llevar a cabo la plasmación de una imagen sobre un papel previamente tratado.
[2] Clavoardiendo. Masao Yamamoto: naturaleza, silencio y calma en el Centro Niemeyer. Disponible aquí.