Como ocurre cada año en la ciudad de Zaragoza, con el fin del verano llega uno de los eventos más esperados por los seguidores de la cultura popular japonesas, las Jornaicas del manga y el anime, que han tenido lugar los días 19 y 20 de septiembre.
Este año, uno de los elementos más llamativos de estas jornadas ha sido el cartel, a manos de la ilustradora Ruth Martínez, donde aparecen representados, a modo de desfile por las calles del Japón tradicional, un compendio de las criaturas, monstruos y fantasmas más famosos del imaginario japonés, como puede ser el caso, en primer plano, de los tanuki.[1] En relación con este precioso cartel se han llevado a cabo toda una serie de actividades relacionadas con estos personajes, tanto una charla por parte de Rafael Rodríguez (Universidad de Zaragoza) acerca del Japón sobrenatural como un conjunto de representaciones teatrales de leyendas como la de Oiwa[2] o la fiesta del Tanabata.[3]
Al igual que el año pasado, las actividades de Jornaicas se han complementado con una pequeña muestra centrada en la serie Digimon, que celebra su quince aniversario. En este caso nos hemos podido encontrar con toda una serie de ilustraciones a modo de fanarts por parte de diversos artistas llegados desde todo el mundo centradas en la representación de los personajes pertenecientes a este anime. Acompañando a las imágenes, la exposición contaba con un par de vitrinas en las que se disponían diferentes objetos pertenecientes al merchandising de la serie: desde álbumes de cromos correspondientes a las primeras ediciones, muñecos y figuras, peluches, cómics… hasta otras piezas mucho más actuales, como es el caso de las figuras y réplicas de los dispositivos digitales que aparecen en la serie y que han salido al mercado en relación con el aniversario que ya hemos comentado. Esta es una iniciativa bastante interesante y agradable, ya atrae tanto a aquellos primeros espectadores que pudieron ver las primeras temporadas de la serie a la salida del colegio como a nuevos seguidores que han podido conocer con posterioridad esta producción japonesa.
No podemos dejar de destacar el hecho de que este año Jornaicas ha traído invitados, como es el caso de la idol y cantante Yami Taby que a sus 16 años ha triunfado en el archipiélago nipón, además de Kuro Nightfall, representante de España en el Haneda International Anime Music Festival. Ambas, en compañía de artistas locales, protagonizaron tanto un concierto como una mesa redonda en la que se abordaron temas como es el caso de la influencia de la música popular japonesa en España así como la situación de la industria.
Por otro lado, esta edición también ha contado con otras actividades clásicas, como es el caso de los concursos de cosplay, el karaoke y las exhibiciones de baile. Se han incorporados novedades como una nueva edición de la Harajuku Fashion Walk organizada por la asociación Brovrashgka donde se han mostrado -con mayor o menor acierto- algunas de las modas presentes en el Japón actual llevando a cabo una selección de diferentes modelos y sus atuendos.
A modo de valoración, podemos desatacar un evidente crecimiento en lo que se refiere a este evento, como denotan la calidad de las actividades, para las que se están invitando a expertos y conocedores de la materia. Igualmente, el espectro de público ha aumentado, abarcando a personas de muy distinta edad, lo que, en ocasiones, pone de relieve un importante contraste en el comportamiento o actitud de los asistentes, con sus partes buenas y malas. Nos gustaría destacar el apartado comercial, sobre todo aquellos puestos de artesanía, con productos que han llegado a eclipsar a las tiendas oficiales por su calidad y variedad (considerando además el hecho de que muchas tiendas ofrecían, en algunos casos, falsificaciones de objetos originales). En resumidas cuentas, las Jornaicas de Zaragoza están tomando un rumbo muy positivo en cuanto a calidad y variedad de actividades.
Notas:
[1] Se trata de un mamífero japonés, un perro mapache.
[2] A grandes rasgos, se trata del fantasma de una mujer que busca vengarse de su cónyuge debido a que en vida intentó matarla suministrándole un veneno que le deformó la cara y le provocó la caída de su pelo. A lo largo de la historia que protagoniza, Oiwa se aparece de diversas maneras y adoptando distintas formas.
[3] Este festival tiene lugar el día 7 de julio, y celebra el encuentro entre Orihime y Hikoboshi, separados por la vía láctea.