Crítica: Expotaku Zaragoza 2019

Artículo escrito en colaboración con María Gutiérrez

Como ya comentamos en un artículo anterior, la Expotaku tuvo lugar los días 21, 22 y 23 de junio en la ciudad de Zaragoza, más concretamente en la sala multiusos del auditorio, que, de un tiempo a esta parte, alberga otros eventos afines como el Salón del Cómic de Zaragoza o la Noche Insomne de Juegos Alternativos.

Si algo podemos decir a favor del espacio es la ubicación de éste, ya que está bastante bien conectado dentro de la ciudad, a la par que es bastante amplio, lo que permite separar diversas zonas y que la gente pueda discurrir cómodamente entre ellas sin problemas.

A la hora de hablar del espacio podemos distinguir cuatro áreas muy bien definidas, siendo éste uno de los puntos fuertes en la distribución del recinto. En primer lugar, el escenario propiamente dicho, donde se celebraron diversas competiciones que iban desde el clásico concurso de cosplay hasta las batallas de ramen picante, pasando por competiciones de baile o pequeños torneos de preguntas y curiosidades vinculadas con la cultura friki. Por otro lado, la zona de stands comerciales se vio reducida en comparación con años anteriores, aunque otros mantuvieron su territorio, como es el caso del espacio dedicado a videojuegos, que contaba tanto con ordenadores como con distintas consolas, y, en última instancia, lo que podríamos considerar el artists alley del evento, una serie de puestos de ilustradores y artesanos que hacían las delicias de los fandoms más alternativos.

Vista del escenario durante el concurso de baile que tuvo lugar el domingo por la tarde.

Zona de videojuegos, que experimentó una gran afluencia durante todo el evento. Al fondo se puede ver el puesto de comida nipona.

No obstante, aunque estas cuatro zonas estaban bastante bien diferenciadas, en algunos casos había un notable menor espacio para transitar de unas a otras, ya que, dependiendo de las actividades, la gente se apiñaba en lugares específicos que, generalmente, son de paso. Sin embargo, bien es verdad que no resultó agobiante a pesar de la afluencia.

Ya comentamos brevemente la parrilla de actividades, pero nos gustaría señalar que, al igual que ocurre en otros eventos de la ciudad, una de las propuestas más exitosas es el concurso de cosplay. A pesar del retraso a la hora de comenzar las presentaciones, no podemos dejar de mencionar el entusiasmo y la variedad de sus participantes, así como el especial cuidado que muchos de ellos ponen en sus creaciones. Otro punto fuerte del fin de semana fue la competición y muestra de baile y K-pop, con un público más que entregado durante la tarde del domingo, que permaneció durante tres horas coreando y vitoreando a todos los participantes. No podemos dejar de mencionar la presencia de Salva Espín, que atendió a sus seguidores con simpatía y cariño durante todo el fin de semana con una presencia más que constante en un stand destinado a su personaje estrella: Deadpool. Junto a él tuvimos también la presencia de diferentes miembros de la familia Marvel, siendo el otro gran atractivo de esta edición de Expotaku, y es que entre el cartel de actividades contábamos con un meet and greet con David Brau, Joël Mulachs y Raúl Llorens, dobladores en la edición española de Vengadores de Loki, la Viuda Negra y el Capitán América respectivamente.

Un aspecto interesante que nos llamó la atención fue la inclusión de debates y concursos de preguntas en torno a diversos temas de cultura pop y tradicional nipona y de otras grandes series y películas vinculadas con el ámbito friki, como pudo ser el caso de la saga de Harry Potter.

Vista general de la zona comercial.

Uno de los pasillos correspondientes al artist alley.

Como siempre, el espacio que suscita más interés es el de los artistas, locales y nacionales, que aportan un matiz de originalidad y variedad dentro de la un tanto monótona selección de productos en los puestos comerciales. Este año ha contado con un amplio abanico de dibujantes con técnicas y estéticas muy variadas, escultores e incluso escritores, abarcando así algunas manifestaciones culturales que poca cabida habían tenido hasta la fecha. Algunos puestos, sin embargo, permanecieron vacíos el fin de semana.

A modo de notas generales, ya se comentó anteriormente cómo podemos distinguir una mayor diversificación de las temáticas que se tocan en el evento, si bien la afluencia este año ha sido notablemente menor que en otras ediciones. Es posible que este hecho se deba a la subida paulatina  que ha sufrido el coste de la entrada desde los inicios del evento y por la, en ocasiones, escasa variedad de la oferta de actividades, ya que los tres día siguieron un esquema bastante similar en cuanto a las propuestas. Se echa también en falta la presencia publicitaria en la ciudad, así como comercios y tiendas locales dedicados al papel, aunque bien es verdad que Expotaku pertenece más bien a una tipología de evento que tiende hacia lo popular de manera algo más genérica, en ocasiones sin tener en cuenta que manga y anime son productos que van cogidos de la mano. Esperamos más sorpresas para el año que viene.

Pablo Begué (21 Posts)

Graduado en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza y Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte por la misma universidad. Actualmente está realizando su tesis doctoral en torno a los cuentos de hadas clásicos, su ilustración en el siglo XIX y la influencia de estas imágenes en el arte popular y la cultura de masas.