A finales de 2021 llegó a las librerías españolas una nueva propuesta por parte de la editorial Héroes de Papel, nos referimos al ensayo Los secretos de la cultura kawaii, de Bárbara Fernández García.
Con anterioridad en esta revista, nos hemos referido a otras publicaciones de la autora, como es el caso de Los secretos de las Magical Girls, una publicación que analiza de forma bastante exhaustiva diferentes títulos de manganime que formarían parte de este género donde las chicas con poderes son protagonistas. En este caso nos vamos a encontrar con una temática diferente, como bien indica el subtítulo de la obra “Tu guía por el universo de lo adorable”, es decir, esta estética kawaii que asociamos con Japón pero que, como bien indica la propia autora, cada vez está más presente en Occidente.
A la hora de hablar de los contenidos propiamente dichos, partimos de una introducción en la que se establece la definición del término kawaii, sus connotaciones y su evolución. Resulta muy interesante cómo Fernández nos traslada a la década de los 60-70 en el archipiélago nipón para hablar de la creación de una cultura femenina que toma por bandera lo adorable, así como una actitud escapista que pretende huir de la adultez y todo lo que implica. Como comentamos, la introducción es bastante completa e instaura una serie de bases y conceptos que se irán repitiendo a lo largo de todo el libro.
Después de este apartado pasamos a hablar de kawaii propiamente dicho, y en este aspecto destacan dos elementos importantes en los que la autora se detiene: la creación de personajes y la vertiente comercial de esta cultura kawaii. En el primero de los casos, se mencionan grandes firmas y chara (personajes) que han pasado a convertirse en los abanderados de esta estética, tanto en Japón como en otros tantos países, destacando el caso, entre otros muchos, de Sanrio. A raíz de estos charas se habla de las evocaciones que provocan los mismos y como han ido cambiando a lo largo del tiempo con el fin de apelar a un espectro de público distinto, así como a diversas características. Por otro lado, y como comentábamos, no podemos dejar de lado la vertiente comercial, destacando la gran variedad de productos que no hacen otra cosa que “kawaiificar” nuestra vida, a pesar de las dificultades para conseguirlos.
En última instancia, se habla de los espacios kawaii o que pueden ser transformados para adaptarse a esta estética: cafeterías, parques temáticos o incluso espacios virtuales (tanto personales, como blogs, como juegos y aplicaciones) que nos sumergen en la cultura kawaii, muchas veces sin darnos cuenta.
Así, y teniendo en cuenta los apartados de este libro además de las propias anotaciones de la autora, estamos ante una guía básica que nos habla de lo kawaii, aportando una serie de herramientas (tanto una amplia bibliografía al final, como toda una serie de recursos web) para ampliar nosotros, los lectores, nuestros conocimientos. Si bien, quizá hubiera sido interesante profundizar en algunos aspectos o dedicarle una mayor atención a otros, como la impronta del kawaii en el arte contemporáneo, su influencia en el manganime o la adaptación de esta cultura en Occidente. Si bien, son temas bastante amplios que, ya de por sí, darían para un ensayo completo, así que quedamos a la espera de los nuevos proyectos y reflexiones por parte de esta autora.