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Aproximaciones teóricas y metodológicas en el estudio de la diáspora china en Granada II – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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Aproximaciones teóricas y metodológicas en el estudio de la diáspora china en Granada II

Una vez se ha expuesto la importancia del estudio de la diáspora china en el primero de los artículos destinados a este tema, se hace necesario profundizar en las teorías migratorias que han regido los estudios en este campo y definir una metodología que se adecúe a los objetivos del estudio. En este apartado, nos adentramos en las dicotomías que entrañan la metodología cuantitativa y cualitativa de forma que se realice una fusión entre ellas, ya que no son excluyentes por naturaleza, puesto que, sin el uso de cifras, historias de vida, textos y una extensa revisión bibliográfica, corremos el riesgo de concluir con una investigación incompleta.

Metodología

Existen puntos de vista y perspectivas muy distintas a la hora de escoger la metodología que emplear para estudiar y analizar el fenómeno migratorio. Respecto a la elección entre metodología cuantitativa y cualitativa, ambas opciones tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y pueden unirse para ofrecer mejores resultados. Asimismo, el uso exclusivo de la metodología cuantitativa a través de estadísticas no nos ofrece un análisis completo y podemos caer en el error de usarla “para demostrar que existe un problema con la migración”.[1] Por todo ello, se empleará un enfoque multidisciplinario, en el que converjan una revisión bibliográfica, datos estadísticos y las historias de vida.

En cuanto a la metodología elaborada por el Colectivo Ioé para el estudio de las migraciones en España, este recalca que “el esquema ordinario de hacer investigación, sin ningún género de dudas, hablará del objeto de la investigación”.[2] No obstante, el objeto de esta investigación no puede ser la comunidad china residente en Granada, porque estaría cosificándola, sino que es la misma diáspora la protagonista en sí misma, es la comunidad china la que me ha abierto las puertas para que pueda ser portadora de sus experiencias bajo un análisis cuantitativo y cualitativo.

En primer lugar, he realizado un recorrido por las distintas teorías migratorias con el fin de seleccionar un marco teórico que se adecuara a las características de la diáspora china y que fuera capaz de responder a las preguntas expuestas en los objetivos. No obstante, debemos tener en cuenta que no existe “un corpus teórico único y global” ni tampoco “existe una teoría general de las migraciones, ni un modelo único para investigar dicho fenómeno, ni una metodología adecuada que abarque toda la complejidad del mismo”.[3] En consecuencia y debido a los cambios en los patrones y tendencias migratorias no se puede alcanzar una comprensión total de los procesos migratorios contemporáneos apoyándonos en las herramientas de una sola disciplina ni centrándonos en un solo nivel de análisis; sino que, debido a su naturaleza compleja y polifacética, requiere una teoría sofística que incorpore una variedad de perspectivas, niveles y asunciones.

Al comienzo de este proyecto, en enero de 2021, mi intención no fue la de tener experiencias directas con personas migrantes debido a la pandemia; sin embargo, en la primera fase de esta investigación, la revisión bibliográfica, comprendí la necesidad imperante de contrastar lo que estaba leyendo, reflexionando y cuestionando con las experiencias de las personas entrevistadas. Sabía que el hecho de que el mundo estuviera afrontando una crisis sanitaria me complicaría realizar las entrevistas. Sin contacto alguno, ¿cómo iba a encontrar personas dispuestas a desmenuzar sus experiencias ante una desconocida? Decidí salir a la calle y buscar comercios y locales regentados por personas de origen chino que estuvieran dispuestas a contarme detenidamente sus experiencias. El radio de búsqueda se ha extendido desde los barrios granadinos de la Chana y camino de Ronda pasando por el Centro y el Albaicín. La elección de los lugares donde preguntar se hizo observando los nombres y la fachada de las tiendas, bazares y restaurantes en los que había caracteres chinos o palabras transcritas en pinyin. En todas las ocasiones utilicé el chino estándar como primera toma de contacto.

En cuanto a la estructura, las entrevistas se han distribuido en cuatro bloques divididos por temáticas: su vida en China, el proceso migratorio, su vida en Granada, su futuro a corto y largo plazo (ver anexo). Los cuatro bloques han constado de veintidós preguntas cerradas; sin embargo, se han ido añadiendo más a medida que se profundizaba en la vida de la persona. Los nombres de estas personas son ficticios, he elegido sus nombres en pinyin completamente al azar para que no estuvieran relacionados ni con su nombre real ni con su usuario de Wechat. Todas las entrevistas se han realizado en chino a través de Wechat debido a la incertidumbre en la bajada y repunte de los casos de personas enfermas con COVID-19. Las respuestas han sido escritas o bien recogidas a través de mensajes de audio. Decidí utilizar el putonghua porque usar la lengua materna de la persona entrevistada es esencial, las palabras surgen solas y no tienen que ajustar su discurso al español. Así pues, todas las traducciones son de elaboración propia. Al fin y al cabo, no era yo la que tenía que expresarse, eran las personas protagonistas de la diáspora. Migrantes o no, somos personas. Y el arma más poderosa que tenemos es el lenguaje. Con el fin de que la persona entrevistada me relatara lo máximo posible traté de ganarme su confianza, les di la seguridad del anonimato y de la confidencialidad, les mostré las preguntas de las entrevistas y les expliqué el procedimiento a seguir. El uso de Wechat nos ha dado una gran facilidad de comunicación, de ahí que no debamos prescindir de la recolección de historias de vidas, ya que una revisión bibliográfica y un análisis estadístico nos ofrecerían solo una parte de la totalidad del fenómeno migratorio.

Cabe recalcar que las historias de vida no se recogen de manera aleatoria ni espontánea, ni son conversaciones libres de temática, sino que deben casar con el proyecto de investigación, su marco teórico y los objetivos a alcanzar, deben tener cierta estructura, exigen una preparación previa y una revisión posterior de la transcripción. Del mismo modo, una vez se tengan las muestras deben ser analizadas y contrastadas con el marco teórico elegido y las fuentes estudiadas. Así pues, las fuentes orales “no son excluyentes y no hay que convertirlas en un fin, sino utilizarlas como un medio, exigido por el objetivo de estudio”, las cuales “completan y equilibran la información”.[4]

No obstante, la búsqueda de personas voluntarias no ha sido fácil. Acudí a 78 locales (tiendas de alimentación, bazares y restaurantes) regentados por familias chinas, recibí 58 negativas y 20 personas aceptaron mi propuesta. En mi búsqueda obtuve desinterés, recelo y desconfianza; aun así, también me encontré con curiosidad, entusiasmo y agradecimiento. Aunque varias personas me contaron que llevaban incluso décadas viviendo en Granada, la mayoría de ellas no se identificaban como migrantes. Esto me generó aún más curiosidad: si una persona que ciertamente se ha establecido en una ciudad a miles de kilómetros de su lugar de nacimiento, ha venido junto con su familia o tiene familiares en China, ha abierto un negocio y hace su vida aquí, ¿por qué no se identifica como migrante?, ¿por qué ser migrante no forma parte de su identidad? Creo que la respuesta se encuentra en las complejas relaciones de poder que controlan y predeterminan la sociedad. La identidad tanto social como individual no es algo permanente, sino que se encuentra en un proceso de cambio constante, además, “en Occidente, el racismo siempre ha actuado a partir de un discurso sobre la identidad y la especificidad”.[5] En la gran mayoría de sociedades contemporáneas ser migrante conlleva la denominación “ser inferior”; asimismo, el fenotipo, el idioma o la vestimenta de una persona hacen que la sociedad receptora la perciba como “diferente”, encasillándola en la alteridad.

Aquí, me gustaría abrir un paréntesis para subrayar que no se debe emplear la denominación “migrante ilegal”, ya que:

La legalidad o ilegalidad es un atributo ligado a situaciones, hechos o acciones, pero nunca a personas. Por ello no es correcto hablar de inmigrantes legales o ilegales, a pesar de que el uso de estos términos está totalmente extendido.[6]

Así pues, en cuanto a la denominación elegida para referirme a personas que han abandonado su lugar de origen y se han instalado en un nuevo país de manera permanente o temporal, he optado por personas migrantes, independientemente de su situación y con el fin de utilizar una terminología inclusiva.

Para concluir con la metodología, he de señalar que, en líneas generales, los estudios migratorios no cuentan con un único marco teórico consensuado. De hecho, existe cierta discrepancia en la metodología usada, porque, en su mayoría, depende de los objetivos y finalidad del proyecto.

Estado de la cuestión: Aproximaciones teóricas en el campo migratorio

En los estudios migratorios, con frecuencia, se ha hecho uso de un marco teórico basado en enfoques tradicionales, es decir, en las teorías clásicas y neoclásicas. Partiendo de este enfoque tradicional, a mediados del siglo XIX, Ravenstein (1885) se identifica como uno de los precursores en el estudio migratorio. Su formulación teórica supuso un antes y un después en el campo de estudio, pues desarrolló doce leyes con las que trató de generalizar, predecir y encasillar las migraciones describiendo “las principales causas de la expulsión y razones de atracción en el sitio de acogida o de llegada”.[7]Así, Ravenstein desarrolló un marco que sirvió de referencia para desarrollos teóricos posteriores. Con sus famosas “doce leyes de las migraciones” pretendía demostrar que en condiciones parecidas se generan migraciones similares. Este planteamiento dio lugar a la teoría de los factores pull and push (factores de atracción y expulsión).

El modelo pull and push funciona como una dinámica de expulsión del lugar de origen y de atracción al lugar de destino, ya que, en principio, existen condiciones ventajosas en el lugar de destino (pull) comparadas con las desventajas del país de origen (push). Los factores que atraen al lugar de destino son múltiples, así vemos: aumento en los ingresos, mejores condiciones de vida, más oportunidades de estudios y trabajo, la posibilidad de tener servicios básicos como sanidad, agua, electricidad o telefonía, etc. Por otro lado, los factores que empujan a abandonar el lugar de origen también son muy variados, encontramos desde guerras y desastres medioambientales hasta represiones y crisis políticas y sociales; pero también una persona puede elegir desplazarse a otro país para cambiar de aires o por decisión de otras. Sin embargo, debido a las generalizaciones que trae consigo el establecimiento de leyes fijas, la complejidad del modelo migratorio no puede verse reflejada en su totalidad dentro de los factores push and pull, puesto que las migraciones dependen de más factores.

Al no conseguir dar respuesta a los fenómenos migratorios, nacieron las teorías neoclásicas con cierta herencia de la teoría clásica. Con el fin de comprender el carácter de las distintas teorías neoclásicas, debemos situarnos en un momento histórico caracterizado por un crecimiento económico resultante de la consolidación de las sociedades industriales. Se desarrollaron con el fin de dar una explicación a las migraciones laborales, dado que se centran en las diferencias salariales y condiciones de desempleo entre los países. Así, al encontrarse la causa en la disparidad económica entre países, se entiende que a través de las migraciones se eliminarán las diferencias salariales y cuando esto suceda, cesarán los movimientos migratorios. El supuesto último de este enfoque es que el mercado mundial se ve equilibrado por las migraciones, ya que atienden a la oferta y la demanda.

No obstante, dentro de la tradición neoclásica se creó una división que condicionó el estudio a través de la elección de enfoques macroeconómicos y microeconómicos. Por medio del enfoque a un nivel macro las migraciones se ven ligadas a factores como la demanda de empleo, diferencias salariales, el mercado, entre otros, y las decisiones de los individuos permanecen invisibles. Por otro lado, la perspectiva microeconómica analiza las migraciones a través de decisiones individuales. Por ejemplo, si la persona migrante considera que la probabilidad de conseguir un trabajo es baja, esto influirá sin duda alguna en su decisión de migrar, debido a que ante la predicción de no conseguir las ganancias esperadas puede que otros factores como el idioma, el viaje o la distancia, afecten en su decisión. No obstante, la persona migrante no tiene en su mano todos los factores que pueden influir tanto positiva como negativamente en el proceso migratorio y, de manera racional, decidir partir. Cierto es que puede hacerse una idea de los problemas esperados y ponerlos en balanza junto con los beneficios o ventajas. Sin embargo, estos planteamientos serán una incógnita hasta pasado un tiempo en el país de destino. En el caso de la diáspora china, “la migración tiene una estructura familiar de tipo nuclear”,[8] por lo que las decisiones no se toman de manera individual sino colectiva, y se ven influenciadas por las relaciones existentes entre familiares y amigos.

La eterna diferenciación entre la perspectiva macro y microeconómica se entrelaza a través del estudio de las redes, vínculos o relaciones entre las personas migrantes. Aunque comenzó a desarrollarse en la década de los sesenta, la Teoría de las Redes Migratorias es el marco teórico hacia el cual se orientan los estudios migratorios de manera exponencial en la actualidad. Las personas migrantes han dejado de ser actores pasivos e invisibles y se han convertido en actores sociales capaces de crear comunidades transnacionales y de expandir los distintos grupos de diásporas por todo el globo.

Debemos diferenciar entre las cadenas y las redes migratorias, pues la noción de cadena migratoria hace referencia a la ayuda que las posibles personas migrantes reciben de familiares, amigos o compatriotas: apoyo económico y material, transporte o un trabajo; mientras que “las redes migratorias son estructuras sociales mayores que trascienden los límites geográficos y tienen un carácter eminentemente transnacional”.[9] Es decir, las cadenas migratorias dependen de la estructura de las redes. En definitiva, las redes son capaces de explicar las decisiones migratorias, dónde migrar y cómo, debido a que el apoyo y la ayuda reducen sustancialmente los peligros del viaje. Así, las redes funcionan como un círculo que se perpetúa, ya que los actos de cada persona conllevan la reducción de la incertidumbre de la familia o grupo migrante posterior.

En su estudio de 1999 en Madrid, el Servicio de Mediación Social Intercultural (SEMSI) concluyó que la comunidad china:

Es el colectivo más unido por excelencia: tiene organizadísimas sus redes de apoyo que acogen a sus miembros recién llegados, les buscan trabajo y les orientan para manejarse en la sociedad hasta que se valgan por sí mismos.[10]

En conclusión, como hemos visto, la elección de la metodología del estudio deberá ajustarse a los objetivos que en el se planteen, sin embargo, tal y como se demostrará partiendo de los resultados en los siguientes artículos, una fusión entre ambas metodologías es la clave en el estudio migratorio. Asimismo, podemos afirmar que la diáspora china está caracterizada por el uso de las redes migratorias, por lo que este será nuestro marco teórico. Posteriormente, se demostrará, a partir de las entrevistas, que todas las personas entrevistadas han afirmado haberse desplazado hasta Granada gracias a los vínculos con familiares y compatriotas residentes en esta ciudad. De hecho, a través de las redes y lazos entre familiares y compatriotas, han creado una unidad que traspasa los lazos afectivos y que da como resultado la creación de comunidades transnacionales.

Anexo

Preguntas de las entrevistas – Traducción del chino putonghua
Háblame de tu ciudad de origen: trabajo, estudios, situación económica, sueños y aspiraciones, etc.
Háblame de cómo fue venir a España:

–       ¿Quién lo decidió?

–       ¿Cómo te preparaste?

–       ¿Encontraste problemas?

–       ¿Por qué decidiste venir aquí?

–       ¿Cómo te sentías antes de llegar a Granada?

–       ¿Por qué migraste aquí y no a otro país u otra ciudad?

–       ¿Antes de venir a Granada habías vivido en otra ciudad?

–       ¿Te has acostumbrado a vivir en Granada?

Háblame de tu vida en Granada.

–       ¿Ahora tienes muchos amigos?

–       ¿Sigues en contacto con tus familiares en China?

–       ¿Has tenido problemas? Si es así, ¿quién te ha ayudado? (personas de origen español, chino…)

–       ¿Has sufrido discriminación? ¿Cómo fue? Por ejemplo…

–       ¿Qué impacto ha tenido la COVID-19 en tu vida? ¿Has sufrido discriminación por la COVID-19?

 

Háblame de tus planes futuros

–       ¿Cómo crees que es la vida aquí?

–       ¿Qué planes tienes para el futuro? ¿Querrías quedarte en Granada o volver a China?

–       ¿Querrías migrar a otra ciudad?

–       ¿Querrías cambiar de trabajo o hacer algo distinto?

–       ¿Te consideras una persona feliz?

Para saber más:

  • García, Rocío, “Un estado de la cuestión de las teorías de las migraciones”, Historia Contemporánea, número 26, 2003, pp. 329-351. Disponible aquí.
  • Arango, Joaquín, “La Explicación teórica de las migraciones: Luz y sombra”, Migración y Desarrollo, número 1, 2003, pp. 1-30. Disponible aquí.

 

Notas:

[1] De Tona, Carla, “But What Is Interesting Is the Story of Why and How Migration Happened”, Forum: Qualitative Social Research, número 3, 2006, volumen 7, p. 4 (traducción de la autora).

[2] Colectivo Ioé, “¿Cómo abordar el estudio de las migraciones? Propuesta teórica-metodológica”, Las migraciones a debate, IV Congreso de Inmigración Africana, 2000, p. 4.

[3] García, Rocío, “Un estado de la cuestión de las teorías de las migraciones”, Historia Contemporánea, número 26, 2003, p. 330.

[4] García-Nieto, María Carmen, “Fuentes orales e historia”, Studia historica. Historia contemporánea, número 6, 1989, p.109.

[5] Naïr, Sami, “Inmigración e identidad”, El País, 12 de marzo de 2001.

[6] Micolta, Amparo, “Teorías y conceptos asociados al estudio de las migraciones internacionales”, Trabajo Social, número 7, 2005, p. 66.

[7] Gómez, Jaime Alberto, “La migración internacional: teorías y enfoques, una mirada actual”, Semestre Económico, número 26, volumen 13, 2010, p. 91.

[8] Sáiz, Amelia, “La migración china en España: Características generales”, Revista CIDOB d’AfersInternacionals, número 68, 2004, p. 156.

[9] Pedone, Claudia, “Cadenas y redes migratorias: propuesta metodológica para el análisis diacrónico-temporal de los procesos migratorios”, EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales, número 19, 2010, p. 107.

[10]Nieto, Gladys, “La inmigración china en España. Definiciones y actuaciones sobre integración social”, Revista CIDOB d’Afers Internacionals, número 63, 2003, p. 175.

avatar Lucía Rodríguez Trujillo (2 Posts)

Profesora de inglés y español para extranjeros. Graduada en Traducción e Interpretación con especialidad en inglés, chino y español. Ha realizado estancias formativas en la Universidad de Pekín, en la Universidad de East Anglia y ha trabajado en Shanghái como profesora de español. Ha cursado el máster de Estudios de Asia Oriental en la Universidad de Granada (UGR) con especialización en migraciones. Actualmente, está cursando el máster de Enseñanza del Español como Lengua Extranjera en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) mientras desempeña su labor docente en una academia de idiomas.


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