El cuarto artículo continúa en la línea de los temas que aborda Dinh Dang durante su última etapa (2000-2016). Siguiendo con el género del retrato, se estudiará la parte concerniente al uso del mismo como símbolo de la experiencia vital del artista.
El retrato como reflejo de su vida. El caso de Los caballos ardientes (The burning houses, 2002) y La Eucaristía (The Eucharist, 2014):
Esta obra de transición, pues así lo denota su colorido apagado y su escasa volumetría, enlaza con algunos lienzos pertenecientes a la etapa de 1994-2000, como La Trinidad (The Trinity, 1997) o El fin de la Puerta Norte (The End of the North Gate, 1998). En todo caso, el uso de dicho cromatismo tiene que ver con el tema representado y recrea una atmósfera desazonada e incluso fatalista. Se trata de uno de los cuadros más tristes del pintor, pues ni siquiera transmite los valores positivos vinculados a la esperanza que enseña el tríptico llamado Autobiografía (Autobiography, 2005-2006).
El retratado es Nguyen Dinh Nam, el padre del artista, aunque ya en la ancianidad. Su vehículo es una silla de ruedas y se mantiene en un segundo plano, denotando cansancio en sus manos y el gesto del rostro. Destaca dentro de la composición la máquina de escribir que comienza a levitar, ascendiendo junto a un montón de folios plegados que se van desdoblando. Se crea, por tanto, una discordancia entre la figura del padre, que transmite reposo y quietud, frente a las situadas a la derecha, cargadas de movimiento. Iconográficamente, la máquina y los papeles ascendentes recuerdan que pronto también Dinh Nam subirá al Cielo. Más principalmente, el simbolismo de estas hojas reside en que son los poemas que escribía su padre, buena parte de ellos dedicados a su mujer. Dinh Dang admiraba las cualidades literarias de su predecesor, y por eso, junto a su tía, recuperaron la poesía de Dinh Nam en la antología titulada Mis amores y mi odio (Mes amours et ma haine). Ahora, pese a que la existencia es efímera, su recuerdo permanecerá en la eternidad mediante la palabra.
Dinh Dang realiza entre 2005 y 2006 un tríptico –haciendo honor a este formato tan popular en la Plena y Baja Edad Media y el Renacimiento– con el propósito de reflejar su vida familiar. Así, en el panel central, en segundo plano se representa a su padre de anciano, cuya debilidad se hace patente a través de la rigidez corporal y la mano que se posa inmóvil sobre la mesa. Este hombre sufrió un accidente cerebrovascular que le provocó una gran discapacidad asociada a la parálisis. Por eso, Vu Thi Chin, a su lado, le sirve plátano para comer de forma paulatina. Se trata de una mujer paciente y tolerante que ama a su marido enfermo. El momento evoca ternura y traslada el sentimiento del amor en la vejez; el apoyo incondicional entre dos individuos que, por fortuna, nunca se separaron tras unirse.
Los rostros están dotados de un realismo endulzado y transmiten lentitud, calma y espera; sustantivos vinculados a la senectud. El color ligeramente más pálido del padre de Dinh Dang respecto al de su mujer, además de la cierta inestabilidad del gesto, deja ver el estado delicado del personaje.
Este matrimonio, además, aparece bendito por lo sagrado, y en este caso Dinh Dang utiliza las bóvedas de crucería, vinculadas preponderantemente al estilo gótico, con el propósito de plasmar pictóricamente la idea. Además, situadas encima de ambos personajes recalca también que, durante su vida, recibieron protección divina. El vietnamita eligió un elemento arquitectónico del arte europeo, ligado al cristianismo, con el propósito de hacer más entendible el significado que quiere dar a su pintura. Entendió que la figuración de motivos pertenecientes a religiones asiáticas en la misma línea, no serían de fácil comprensión para los occidentales.
No obstante, frente a esa imagen conmovedora se plasma a los mismos protagonistas en las fases adultas de su vida, al fondo. Representan el pasado y, por tanto, el físico opta por las tonalidades azuladas, casi neutras, las cuales se aproximan al cromatismo sepia de de la fotografía en la que se inspira. En ella, la pareja se muestra posando en el parque Montsouris de París. Aquí, Nguyen Dinh Nam poseía la edad de 31 años, un poco más mayor que su chica, Vu Thi Chin, de 28. En esos momentos, él estudiaba en la Universidad de La Sorbona y ella en el Instituto de Medicina de París. Dinh Nam se licenció en Magisterio, impartiendo clases de Matemáticas, Inglés y Francés a su vuelta a Hanói. Mientras, Vu Thi Chin se convirtió en la primera mujer que logró alcanzar la profesión de médico en Vietnam, especializada en Pediatría.
Por último, Dinh Dang se muestra en primer plano completamente desnudo, aludiendo a ‘’cómo vino al mundo’’. Aparece retratado sujetando los útiles del pintor y con la edad que tenía en ese momento –47 años–. Sin embargo, está idealizado, lo que especialmente deja entrever la piel. Utiliza el mismo recurso para modelar la textura de sus padres ya ancianos. De esta manera, el realismo se suaviza en la búsqueda de una cierta belleza.
Este otro panel del tríptico resulta interesante al representar a Mai y Dinh Dong mediante la iconografía correspondiente a la Virgen con el Niño. Nuevamente se remite al cristianismo, al igual que en la bóveda de El océano invernal (The winter ocean, 2005).
De esta composición, es destacable la figuración plástica y literaria del eclipse solar como hecho astronómico vinculado al misterio –en este caso, de la vida, pues se celebra el nacimiento de Dinh Dong pese a que en esta representación ya tenía seis meses de edad–. El eclipse también apunta a los cambios que produce la llegada de un bebé a una familia.
Detalles como el huevo roto –símbolo del nacimiento, entendiéndose el huevo completo como preconización del mismo- o la aparición de músicos reafirman la iconografía mariana. Llama la atención que la mujer música toca un dan ty-bá[1], mientras que el hombre lo hace con un instrumento similar, el laúd. Además, aparece vestido a la manera florentina y la unión de los dos personajes evoca la mezcla entre la cultura oriental y la occidental tan presente en la familia.
Para finalizar con el análisis de este tríptico, trascendental para comprender la vinculación de Dinh Dang con su familia directa, falta analizar el panel diestro; Inocencia (Innocence, 2005). Con una notable simplicidad iconográfica respecto a sus precedentes, retrata a su hijo en la adolescencia, acompañado de su pareja y usando un móvil. Hace referencia, en primer lugar, a la madurez del que una vez había sido un bebé en Eclipse solar (Solar eclipse, 2006), pues ahora ya mantiene sus primeras relaciones amorosas. No obstante, también comunica que los avances tecnológicos fomentan las relaciones indirectas, asemejándose entonces esta obra a Día de la Mayoría de Edad (Coming-of-Age Day, 2008).
Además, Dinh Dang juega con la ambigüedad al representar una granada cerrada, pues en Occidente las semillas desperdigadas de la misma se asocian al sufrimiento. Mientras, en Asia Oriental, con mucha frecuencia, dichos granos están ligados al incremento de la inteligencia y el progreso académico en los estudiantes. De esa manera, representa un fruto ambivalente al permanecer intacto, haciendo una metáfora con el destino incierto de Dinh Dong.
Este lienzo fue concebido para celebrar la futura boda entre Reiko, profesora de piano de Dinh Dong y su prometido Yoshihide. Los retratados se figuran de forma bastante inusual en Dinh Dang, aunque la repetirá en Regalo de boda de mi hijo (Wedding present to my son, 2015). Son representados con una apariencia chibi[2] para recalcar el carácter japonés de la unión –pues ambos personajes son nativos de este país–. Aparte, otorga un carácter desenfadado a la composición, que además se asemeja a un cartel publicitario. Por último, la granada abierta, pese a sus múltiples significados, en este contexto hace referencia al deseo de prosperidad matrimonial.
En La Salida (The exit, 2007), la profesora de piano de Dinh Dong está recién casada. Esta obra es la continuación directa de Bienvenido a nuestra fiesta de boda (Welcome to our wedding party, 2006).
La profesora Reiko aparece retratada tanto en primer como en segundo plano. Al principio se muestra con el traje utilizado durante un concierto de piano celebrado el día 10 de marzo de 2007, tal como lo demuestra la fotografía. Sin embargo, en último plano viste con un shiromuku[3] y avanza dando la espalda al espectador, con el piano amarrado a su cola. Es una metáfora que hace alusión a que, pese al matrimonio, nunca abandonará su profesión. Este cuadro guarda una estrecha relación con La música y el piano, que será uno de los siguientes temas en estudiarse. Dinh Dang tiene como afición tocar dicho instrumento, y es algo que trasladó con fervor a su hijo Dinh Dong.
Representado a la izquierda con colores de tendencia realista, y a la derecha, mediante el negativo de los mismos, Benjamin Lee posee un retrato que lo vincula directamente con su profesión como fotógrafo. Este hombre participó en la Exposición de Bellas Artes de Tokio y actualmente desarrolla aquí su profesión. Retratado de forma alegre aunque excéntrica, refleja la personalidad particular del personaje.
Dinh Dang realiza obras para acontecimientos futuros, como fue el caso de Bienvenido a nuestra fiesta de boda (Welcome to our wedding party, 2006). En este caso, se analizará su último óleo encuadrado en esta vertiente. Regalo de boda de mi hijo (Wedding present to my son, 2015) tiene el propósito de conmemorar el matrimonio de Dinh Dong y su esposa, nativa de Japón. Figurados también al estilo chibi, del mismo modo que sucede en la obra de 2006, destaca una menor tendencia a la caricatura que su precedente, así como un progreso en el valorismo, consiguiendo un poderoso volumen frente a la planitud de Bienvenido a nuestra fiesta de boda (Welcome to our wedding party, 2006).
Atendiendo a la pincelada, y enlazando con el artículo III, puede apreciarse en la obra de 2015 una mano de pintura rápida y suelta, la cual forja los detalles mediante toques que a veces dejan el rastro de su acuosidad. En ocasiones, utiliza empastes muy gruesos. En definitiva, se trata de una pintura muy matérica que se aleja de la vista en años anteriores –algunas pocas, como El kimono azul (The blue kimono, 2008), en las prendas de la joven se aproximan a esta forma de pintar–. No obstante, las futuras obras del autor nos servirán para conocer si pretende seguir con esta línea u opta por el común acabado liso, conformado por capas superpuestas y veladuras.
En cuanto a la iconografía de esta obra, Dinh Dang quiere aunar la cultura vietnamita y japonesa. La primera se refleja a través de la barca, fabricada en bambú y que es típica en el país del sudeste asiático, utilizada para pescar. Al fondo se erige el majestuoso Monte Fuji vinculado indudablemente al País del Sol Naciente. Para finalizar, el pintor utiliza motivos frecuentes en el arte occidental, como los lirios pertenecientes a la Anunciación o la perla; símbolo de fecundidad.
Para finalizar con este apartado, basta recordar la presencia de Dinh Dong en Día de la Mayoría de Edad (Coming-of-Age Day, 2008) para entender que el pintor, en varias ocasiones, introduce en obras de temática diversa a los personajes de su vida cotidiana. A diferencia de la anterior, debido a que no pretende reprobar acto alguno, se puede destacar Los caballos ardientes (The burning horses, 2002). Dinh Dong es representado de adolescente y simboliza al joven artista que encuentra una fervorosa inspiración contemplando a su modelo desnuda. Dicha inspiración encuentra una metáfora en los caballos desbocados que entran en escena a través de una puerta –haciendo de nuevo otro símil, el de la mente que se ilumina y la puerta que se abre–.
En la misma tendencia se sitúa La Eucaristía (The Eucharist, 2014), que es un retrato de la mujer de Dinh Dang sosteniendo el cuerpo –pan- de Cristo. Dinh Dang se inspiró en el pan payés típico catalán que conoció en Barcelona para figurar dicho alimento.
La sangre –vino- del Redentor se simboliza mediante la mancha de una copa sobre la estructura arquitectónica. El paisaje portuario situado al fondo de la composición se basa en las costas de la isla de Isquia (Italia). Sirve para trasladar igualmente un suceso bíblico: la decisión tomada por Pedro y Andrés, futuros apóstoles, de seguir a Jesús en su camino y abandonar su trabajo como pescadores –según el Evangelio de San Mateo.- Enlaza con la tradición renacentista de pintar paisajes detalladamente como fondo del retrato.
-Acontecimientos en la vida del autor. La realidad versus la premonición:
El propósito de esta sección es estudiar las obras que representan hechos en la vida diaria del autor, los cuales dan lugar a la creación de lienzos bastante complejos iconográficamente. ‘’Premonición’’ hace referencia a un par de cuadros que el autor plantea como presagios, pues los concibe antes de desencadenarse las catástrofes que serán explicadas en cada uno, y son relacionables entre los hechos reales y los plásticos.
La imagen se analizó en el artículo tercero a propósito del recurso visual empleado: la metamorfosis y el desdoblamiento en el espacio de la caracola, desde el último al primer plano. Dinh Dang se inspiró en las conchas procedentes de las Islas Amami que le regaló el artista Hatake, originario del archipiélago. Pese a que en aquel momento el vietnamita no conocía las Islas Amami, quedó sorprendido por la belleza de las caracolas y le sirvieron de inspiración para esta obra. Estos motivos se emparentan con la idea de la concepción del universo y la perfección. El interior de la caracola del primer plano enseña un cuerpo femenino, aludiendo a un posible nacimiento de la diosa de la mitología grecorromana Afrodita/Venus. O tal vez se refiere a cuestiones sexuales, como la habitual similitud que se establece entre la forma de la caracola y la vulva de una mujer.
Este lienzo, el cual también se había comentado en el artículo anterior, posee una lectura dual, no sólo por la imagen doble, sino por las dos interpretaciones del título. Amami es una palabra en italiano que significa ‘’ámame’’. El título alude a las Islas Amami, e igualmente, a la palabra ‘’amor’’, vinculando este sentimiento al cariño que tenía Dinh Dang no sólo por este archipiélago japonés, sino también por la costa Amalfitana en Salerno (Italia). Tenía un especial gusto por esta zona de Europa y mediante esta pintura su propósito es fusionar sus dos ámbitos geográficos favoritos. La palabra amami sirve para interpretar que la segunda parte de la imagen dual se ubica en Italia.
Dinh Dang encontró la inspiración para esta obra al toparse con una cigarra en la calle donde se localiza su hogar. Creyó que estaba muerta, pero horas después, en la noche y tras regresar de una reunión en el Museo de Arte Metropolitano de Tokio, se percató de que el insecto aún movía las patas. Al transmitir esa vida, el vietnamita la colocó en un árbol y hoy día espera que devolverla a su hábitat le permitiera sobrevivir. No obstante, la historia de la obra choca bastante con la imagen representada. Al fondo, en la derecha, la figura vertical y de textura viscosa está inspirada en un objeto real, una de las botellas fundidas pertenecientes a la colección del Museo Memorial de la Paz de Hiroshima. Estos útiles fueron derretidos por la intensa ola de calor que provocó la explosión de la bomba atómica de Hiroshima; hecho drástico que finalizó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Plásticamente, rememora a los elementos derretidos tan habituales en artistas surrealistas como Salvador Dalí. Por otro lado, el insecto se figura como un teriomorfo, mitad cigarra y mitad mujer. Alude a las mutaciones genéticas y enfermedades de diversa índole que padecieron los habitantes expuestos a la radiación de las implacables explosiones. Por eso, el insecto se ha transmutado en una fémina, o viceversa. Camina al lado de las vías del tren que circula por Shinkansen; el nombre de la red ferroviaria de alta velocidad establecida en el País del Sol Naciente, y que bautiza la obra. Bajo este nombre recuerda que, pese a dicho desastre, el país continúa progresando.
El detallismo con el que se presenta la anatomía del cicádido resulta chocante. Provoca en el espectador una reacción desagradable al combinar las extremidades de una fémina con la imagen de lo que no deja de ser un bicho, algo repugnante para buena parte del mundo. La carnosidad de la fisionomía en zonas tan particulares como la pélvica juega con la similitud entre una vulva femenina, lo cual despierta la grotesca ambivalencia.
La siguiente obra en ser estudiada explica perfectamente el título que se da al apartado. El autor quiso hacer su propia versión del rostro ambiguo que posee La Gioconda o Mona Lisa, pintura del maestro renacentista Leonardo Da Vinci (1503-1506). La terminó diez días antes del acontecimiento del tsunami que asoló Japón el 11 de marzo del año 2011. Así, interpretó el barco de papel que había recreado en su pintura como aquellos reales que fueron arrastrados durante la catástrofe.
Pese a que esta obra pudo encuadrarse en El retrato como reflejo de su vida y aplicado a otros contextos, debido a la abundancia de autorretratos ya vistos de Dinh Dang en múltiples situaciones, Twister (2013) se englobará en Acontecimientos en la vida del autor. La realidad versus la premonición. Esto se hará así por la particular historia que encierra la obra. El día 2 de septiembre de 2013 se produjo un tornado en Saitama -la prefectura donde vive el autor-, causando daños en las ciudades, además de múltiples heridos.
Al parecer, el día anterior, Dinh Dang había inaugurado Twister (2013). Siendo un cuadro donde se autorretrata destripado y junto a un buitre, símbolo de malos augurios, fue una obra que se consideró como premonición de los acontecimientos de Saitama por varios allegados del pintor. Como se puede ver, guarda una estrecha relación con Mona Lisa Rumana (Romanian Mona Lisa, 2011). Es llamativo, igualmente, el detallismo con el que se representan las vísceras del autor. Son perceptibles elementos tales como el particular tacto y brillo del tejido muscular, e incluso los vasos sanguíneos. Se trata de una imagen tan realista que provoca repugnancia en el espectador, al estilo de Shinkansen (2015). Sin embargo, el destripamiento se asocia a la muerte violenta –en la línea de El kimono azul (The blue kimono, 2008); todavía no vista–. Así, el asco suscitado inicialmente aporta también cierta idea de masacre. La simbolización del buitre, próximo a las entrañas, alude a la espera fatalista. Por esto mismo algunos creyeron que vaticinaba el desastre de Saitama.
Para saber más:
Notas:
Las imágenes aquí utilizadas son propiedad de Nguyen Dinh Dang, obtenidas mediante la web (http://ribf.riken.go.jp/~dang/), donde publica todas sus obras artísticas.
En segundo lugar, he realizado diversas entrevistas online al autor, y este me permite el uso de la información otorgada.
[1] Dan ty-bá es un instrumento musical tradicional de Vietnam que está emparentado con el laúd europeo y otros tantos similares procedentes de China o Corea.
[2] Chibi es un término japonés que hace referencia a una persona de baja estatura o bien un niño. Como forma plástica, es muy utilizado tanto en el anime (animación japonesa) como en el manga (cómic del mismo origen).
[3] El shiromuku es el kimono usado en la celebración del matrimonio en Japón. A propósito de la palabra kimono, designa a la vestimenta tradicional de dicho país.