En 2016 la editorial ovetense nos sorprendió al licenciar tres obras de la mangaka Hozumi, alguien que hasta entonces era desconocida para el público español. Estos mangas, Sayonara, Sorcier, La víspera de la boda y La posada de los objetos perdidos, nos trajeron una sensibilidad que raras veces habíamos podido disfrutar en nuestro país, y ahora Milky Way Ediciones ha editado una obra más de ella: Mi Giovanni.
En el primer tomo de esta nueva obra, que pertenece al género denominado slice of life, el cual se podría traducir al español como “recuentos de la vida”, Hozumi nos ofrece una emotiva e intensa historia que tiene lugar en Villa Tortuga, un pueblo japonés bastante perdido. Será allí donde se conocerán los dos protagonistas de esta historia: Tetsuo e Ikumi, quienes entrelazarán sus destinos por medio del violonchelo y la música.
Tetsuo es un chico de unos once años de edad al principio de la historia, y le apasiona tocar el violonchelo, tanto que recientemente ha ganado un concurso en Tokio. Pero en su pueblo ninguno de sus compañeros de clase entiende realmente lo que es ser músico, por lo que siempre se ha sentido algo apartado de los demás. Ikumi, por su parte, es un joven de edad similar a Tetsuo que llega al pueblo tras un naufragio en el cual murió su madre, por lo que es huérfano. Será adoptado temporalmente por la familia de Tetsuo, y aunque al principio le costará socializar, poco a poco irá trabando una relación de amistad con Tetsuo, la cual se desarrolla gracias a la música.
Solo en este mundo, Ikumi arrastrará un trauma tras el naufragio, y será por ello por lo que se refugiará en Tetsuo, quien le enseñará a tocar el violonchelo. A pesar de ser torpe al principio, se descubrirá que Ikumi tiene una gran sensibilidad musical, y este aprenderá a tocar el violonchelo para hacer feliz a Tetsuo, pues a fin de cuentas, él fue la persona que, con su música, provocó que Ikumi nadará hasta la orilla y se salvase de la muerte en el mar; para Ikumi, Tetsuo es el sol que le iluminará la soledad y tristeza en la que este estaba embriagado tras el naufragio y la pérdida de todo lo que tenía en este mundo.
Hozumi nos mete de lleno en una espiral emocional muy intensa, pero de una manera muy delicada, tal y como esta mangaka suele hacer en sus obras. Con un dibujo realmente detallado y expresivo, el lector irá viendo como una relación de amistad entre dos niños irá creciendo gracias a la música, y esto es lo que se verá en los sucesivos tomos, cuatro hasta el momento: el desarrollo de Ikumi y Tetsuo y sus habilidades con el violonchelo.
Pero no sólo estarán estos dos chicos en la obra, sino que también destacan Tetsurô, el hermano mayor de Tetsuo, quien también tocaba el violonchelo pero lo dejó por alguna razón que hasta el momento desconocemos, y Yuriko, una violonchelista de fama internacional que todos los años pasa las vacaciones en la casa de Tetsuo. Ellos dos ayudarán también a evolucionar a los protagonistas y les marcarán en sus respectivas vidas.
Esta joya del manga se la debemos a Milky Way, quien ha sabido desarrollar a esta mangaka en nuestro país. Con una edición típica, libro rústico con sobrecubierta a color de medidas estándar, la editorial ovetense nos ha traído un regalo para los sentidos, y no cabe duda de que este manga encandilará a todo aquel amante de Hozumi. Pero además, Mi Giovanni es una obra que es imposible odiar, pues las emociones que transmite al lector ya hacen que su compra haya merecido la pena. Esperemos que Milky Way Ediciones decida seguir apostando por este género intimista que nos consigue transportar al interior de las obras, dando lugar a una lectura doblemente satisfactoria.