La provincia china de Henan se localiza en la región del Sur-Central, y con casi cien millones de habitantes es la mayor del país por población. De las siete grandes capitales de la antigüedad en China, tres de ellas se localizan en esta provincia: Luoyang, Kaifeng y Anyang, aunque actualmente la capital de la región se ubica en la ciudad de Zhengzhou.
En la ciudad de Luoyang se encuentra uno de los lugares míticos y más relevantes del mundo para el taoísmo: las grutas Longmen. Estas grutas también llamadas “Puertas del Dragón” están situadas a 12 kilómetros al sur de Luoyang a orillas del río Yi, extendiéndose sobre un kilómetro en el margen del mismo. Fueron esculpidas en la época en la que el emperador Xiaowen, perteneciente a la dinastía Wei del Norte, trasladó su capital de Datong a Luoyang. Su construcción entre el año 493 y el 1127 d.C. abarcó a los períodos de las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279). Las grutas se componen de un número que oscila entre las 1300 y 1400 cuevas, dependiendo de la fuente consultada, ya que no existe un registro oficial de las mismas por parte del gobierno chino, ni provincial ni estatal. En las grutas han sido halladas en torno a cien mil esculturas, muchas de las cuales se encuentran diseminadas por museos de todo el mundo como el museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el museo Nacional de Tokio o el museo Británico de Londres, debido a los actos vandálicos y de saqueo que ha sufrido el lugar a lo largo de la historia.
Actualmente, las grutas Longmen se encuentran protegidas por la UNESCO desde el año 2000 habiendo sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Durante su recorrido se pueden apreciar numerosas estatuas budistas de diferentes tamaños talladas en roca de piedra caliza, aunque la principal de todo el conjunto es el Vairóchana de 17 metros que representa a Buda en la posición del loto, situándose a ambos lados sus discípulos Ananda y Kashpaya.
Las grutas Longmen se localizan a los pies del monte Song, una de las cinco montañas sagradas del taoísmo, siendo las otras cuatro el monte Tai, el monte Hua, el monte Heng en la provincia de Hunan y el monte Heng en la provincia de Shanxi. Estas cinco montañas se encuentran distribuidas por el país de acuerdo con las direcciones cardinales de la geomancia china, incluyendo el centro como una dirección. No es casualidad que las montañas mencionadas sean lugares sagrados del taoísmo, pues su símbolo representativo, que es el Yin Yang, tiene un significado que hace mención a las montañas: el Yin es “la ladera oscura” y el Yang “la ladera luminosa”.
El otro lugar mítico para el budismo Zen y la mayoría de las artes marciales existentes en el mundo es el templo Shaolin. El templo Shaolin está situado en las laderas de las montañas Songshan a 13 kilómetros al noroeste de Dengfeng. En 1983 el gobierno estatal nombró al templo Shaolin como el templo budista nacional más representativo.
El enclave fue construido en el año 495 gracias al emperador Xiaowen, quien tuvo conocimiento de que un monje procedente de la India llamado Batuo se encontraba en la ciudad de Luoyang dando a conocer el budismo, por lo que mandó construir un templo para él al norte de la montaña Shaoshi “Shaolin”. Batuo fue el primer monje que llegó al templo Shaolin y se dedicó a la traducción al chino y a la difusión de los textos budistas, aceptando a cientos de alumnos. El siguiente monje destacado en llegar al templo fue Bodhidharma, quien durante nueve años estuvo meditando en una pequeña gruta de la montaña Wuru, a la espalda del templo, fundando el budismo Chan que, posteriormente, llegaría a Japón y pasaría a ser conocido como budismo Zen.
Durante la dinastía Sui (581-618) el budismo tuvo una época de expansión y reconocimiento en China y en el exterior, aunque a finales de este período se produjeron revueltas que afectaron negativamente al templo Shaolin, y numerosas estancias y palacios fueron incendiados, sobreviviendo, únicamente, las pagodas. Es en este bosque de pagodas donde se entierra desde entonces a los monjes más prestigiosos de templo, siendo a su vez el conjunto más grande y con mayor cantidad de pagodas que se conserva actualmente en China. Durante la dinastía Tang (618-907) fueron numerosos los recursos materiales y humanos enviados para la reconstrucción del templo, llegando a alojar a unos 2000 monjes. En la época de la dinastía Song (960-1279) las tres religiones principales de China, el budismo, el taoísmo y el confucianismo, se enraizaron y se vivió una época de esplendor filosófico-religioso, tanto en China como en el templo Shaolin. Durante esta etapa se inventariaron cerca de 9500 libros de textos budistas, por lo que este lugar pasó a considerarse el primero del mundo por importancia para el budismo. Durante la dinastía Yuan (1279-1368) se desarrolló el kung-fu Shaolin como arte marcial en toda su plenitud y concepción actual, obteniendo una integración total de la práctica marcial en el budismo Zen. A lo largo de la dinastía Ming (1368-1644) el templo fue rehabilitado y el gobierno chino eximió a los monjes de pagar impuestos debido a su esfuerzo y valor demostrado en los enfrentamientos contra los invasores japoneses. La última dinastía de China, los Qing (1644-1912), fueron los artífices de la última rehabilitación y ampliación del templo, aunque a finales de este período comenzó a sufrir su decadencia, siendo incendiado casi en su totalidad en 1928 a manos de los milicianos del régimen comunista que se implantó en China desde principios del siglo XX. Habría que esperar casi un siglo, durante los años 2004 y 2005, para una nueva y definitiva reconstrucción del templo para poder contemplarlo en todo su esplendor, tal y como se muestra a día de hoy al visitante.
Además de estos dos lugares míticos mencionados a lo largo de este artículo, existen numerosos lugares relacionados con el budismo y el taoísmo en la provincia de Henan, pues no en vano esta región es la cuna de la China clásica, aunque se pueden citar dos por su importancia: el templo Zhongyue, uno de los primeros templos taoístas del país, situado a 4 kilómetros al este de Dengfeng y fundado en el año 220 a.C. y, el segundo: el templo Yongtai, que es el primer templo budista para mujeres, monjas y artistas marciales, practicantes todas ellas, desde su inauguración hace ahora unos 1500 años, del mismo kung-fu que el practicado en el templo Shaolin.
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