Puede que Ana Oncina sea una de las ilustradoras y autoras de cómics más populares del panorama español. Se dio a conocer de la mano de Ediciones La Cúpula con la aclamada obra Croqueta y empanadilla, llegando a tener un éxito tan rotundo que le valió el premio del público en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona del año 2015. Desde entonces han sido varias las colaboraciones que la artista hispana ha realizado en el panorama de las historietas, como se puede ver en las obras Las chicas pintan mucho, Voltio, Ara, Raras u O papagaio; y a ellas se suman sus obras en solitario Los f*cking 30, en 2019, y el recién estrenado Just friends, obra a la que hoy dedicamos una reseña en Ecos de Asia.
Just friends es un cómic de doscientas ocho páginas publicado por Planeta Cómic a finales del pasado año 2021. La historia se encuentra protagonizada por Erika y Emi, dos jóvenes que se reencuentran para comer y, al mismo tiempo, recordar el tiempo que pasaron juntas en un campamento de verano hace ya diez años, momento en el que se conocieron.
Fue en plena adolescencia cuando ese hecho tuvo lugar. Erika fue obligada por su madre a ir a ese campamento, pues ella era una chica solitaria, introvertida y reflexiva que no se relacionaba mucho con los demás. Fue en el viaje en autobús donde conoció a Emi, una adolescente bastante directa y sincera, quien poco a poco se fue ganando el corazón de Erika, pasando juntas todo el tiempo que pudieron desde su llegada al campamento.
Ambas protagonistas, bastante contrarias, maduraron en los pocos días de vacaciones que tuvieron; pero aún más importante, se descubrieron a sí mismas y hallaron sentimientos que hasta ese entonces desconocían. No sólo entablaron una bonita amistad en el campamento, sino que surgió entre ellas un romance tierno y emotivo.
De este modo, Just friends es un viaje que va desde los problemas de la adolescencia de Erika y Emi a su situación actual, dando lugar a una doble narración temporal. Se trata de una historia sólida y coherente, así como sencilla, siendo un gran acierto cómo la autora se acerca al descubrimiento de la sexualidad durante la adolescencia.
La madurez que se puede observar en el guion también se ve en el dibujo, el cual presenta el estilo característico de Ana Oncina. Refleja bastante bien los sentimientos de los personajes, especialmente de los femeninos, así como ayuda a comprender mejor los problemas que atraviesan las protagonista. El dibujo, así, es igual de sencillo que la historia, pero es que no necesita ningún tipo de artificio para volver atractiva la obra, pues esta brilla con luz propia.
En definitiva, Just friends es una obra con un alto grado de sensibilidad, un viaje a través de la vida de dos adolescentes que maduran hasta conocerse a sí mismas. Puede que el final sea algo agridulce, pero la travesía durante las más de doscientas páginas de la obra es ampliamente recomendable. Ana Oncina vuelve así a sorprender al público hispano con una obra de calidad que nadie se arrepentirá de comprar.