El guionista Otsuichi y el dibujante Hiro Kiyohara vuelven a colaborar en Kizu –Heridas– tras haber trabajado juntos en obras como Calling you o Missing holiday. Especializados en el manga seinen, en esta ocasión han decidido mezclar lo psicológico con lo sobrenatural, dando como resultado una obra muy diferente a lo habitual.
Kizu –Heridas– fue publicado originalmente en la revista Shônen Ace, siendo en 2008 recopilado por la editorial nipona Kadokawa Shôten. Ha sido en el Segundo semestre de este 2019 cuando Milky Way Ediciones publicó esta obra de un único tomo en castellano.
La historia de Otsuichi y Hiro Kiyohara está protagonizada por dos preadolescentes, Keigo y Asato, ambos con pasados traumáticos y violentos en sus respectivas familias. Ahora, recién trasladado Asato al instituto de Keigo, coinciden en su clase de “educación especial”, lugar donde acuden todos aquellos estudiantes que no encajan con el resto del alumnado. Es en ese entorno donde los dos chicos se van conociendo y haciendo amigos, pero la historia no es tan simple como parece.
Asato tiene un extraño poder: puede trasladar las heridas y el dolor físico de los demás a su propio cuerpo. De este modo, Keigo y él tratarán de ayudar a los demás de un modo inocente y altruista, pero está claro que aún no conocen la retorcida mentalidad humana de los adultos. Al final, no dejan de ser dos niños acorralados por el dolor en un mundo que no les comprende, siendo esta obra un gran viaje por la psicología de ambos.
Asato y Keigo serán acompañados de varios personajes también interesantes, como el de Shiho, una joven dependienta de una heladería (claramente con otro trauma psicológico), o el de la profesora de educación especial de ambos niños, cuya vocación y dulce corazón hacen que se pueda seguir creyendo en la esencia de la enseñanza.
Esta historia es, además, acompañada por el increíble dibujo de Hiro Kiyohara, el cual acrecenta aún más la perspectiva psicológica que tiene este manga, tal y como ya pudimos ver en Another, publicado por Ivrea Editorial. Un estilo afrancesado de corte realista que acompaña a la perfección el mensaje de la obra.
Hay que sumar, por supuesto, la perfecta edición de Milky Way. La editorial ovetense siempre mima sus licencias, siendo Kizu –Heridas– una gran muestra de ello: un libro rústico con sobrecubierta de formato estándar, doscientas cuatro páginas en blanco y negro, con las cuatro primeras a vivo color, y un epílogo donde Otsuichi nos habla acerca de la obra. No cabe duda que la colaboración de la ingeniosa narrativa psicológica de Otsuichi, el increíble dibujo detallista de Hiro Kiyohara y el cuidado del libro de Milky Way Ediciones, hacen de Kizu –Heridas– una obra espléndida que cualquier amante del seinen debería tener en su estantería.