Desde Ecos de Asia, tenemos ocasión de presentar, una vez más, la novedad más reciente de Chidori Books, editorial especializada en el medio digital y en la literatura japonesa, cuya labor está situándola como editorial de referencia en el acercamiento de obras fundamentales de las letras niponas al lector hispanohablante.
La tumba del crisantemo es una novela, o más bien un relato, digno de ser publicado de manera autónoma, especialmente considerando el significado que posee en la obra de su autor, dado que se trata de la primera obra en prosa dentro de una trayectoria poética centrada en el tanka.[1] Fue, asimismo, la primera obra narrativa de éxito de Itô Sachio, que alcanzó una gran popularidad (con diversas adaptaciones al ámbito audiovisual) y acercó, en cierta medida, el nombre del poeta al gran público. Por ello, se entiende que Chidori haya optado por su publicación de manera independiente, en lugar de incluirla encabezando un compendio de relatos, como suele suceder en otras ocasiones en las que publican a célebres autores de prosa.
Respecto a la obra en sí misma, se trata de una historia de amor, plagada de melancolía y dolor contenido. El argumento es sencillo (que no simple), narrado en primera persona, a modo de confidencia, creando un vínculo de complicidad entre el lector y el protagonista. Este vínculo permite dar pie a que el personaje de Masao pueda desvelar sus más íntimos secretos al confesarnos la verdadera naturaleza de la relación que entabló en su adolescencia con la dulce y atenta Tamiko, y de cómo la intervención de su familia marcó el desarrollo de este tímido amor adolescente.
Como avanzamos, su extensión está más próxima al relato que a la novela, sin embargo, eso no impide una prosa preciosista, perlada de descripciones muy fluidas que, lejos de sacar al lector de la historia, le implican todavía más mediante la construcción de un ambiente que, en los momentos clave, está cargado de lirismo, evidenciando la experiencia en el ámbito poético del autor. Gracias a estas herramientas, manejadas con soltura e integradas con habilidad (uno tan solo lo percibe en una lectura crítica, rastreando estos rasgos de manera consciente), Itô Sachio crea un engranaje muy efectivo y nos sumerge de lleno en los reflexivos recuerdos de Masao.
Lo último (pero no menos importante) que debemos destacar de La tumba del crisantemo es el mimo que, como es habitual, Chidori Books ha puesto en la edición, característica que se está convirtiendo ya en la imagen de marca de la editorial, y muy de agradecer por parte del lector que se sumerge en una tradición literaria ajena y desconocida. La cuidada traducción de Lisa Kobayashi se ve enriquecida por una completa introducción, que trata el contexto histórico en el que se creó la novela (el periodo Meiji, 1868-1912, un momento de la historia japonesa en el que se produjeron cambios tan trascendentales como fascinantes), la biografía del propio autor y un sucinto pero valioso acercamiento inicial a la novela (en el que podemos descubrir, entre otras cosas, la admiración que causó en otro literato japonés mucho más conocido en Occidente, Natsume Sôseki, dando al lector una puesta en valor dentro de unos parámetros relativamente reconocibles). Si a todo ello sumamos, además, el detalle a la hora de elaborar un texto anotado que transmita un conocimiento de la cultura japonesa mayor y más profundo, nos encontramos ante una edición muy completa, perfecta tanto para amantes de la literatura proveniente del País del Sol Naciente como para aquellos neófitos que se acerquen por primera vez a esta literatura, marcada por una particular sensibilidad.
Notas:
[1] Tanka es una modalidad poética japonesa que se caracteriza por una estructura de cinco versos, de 5-7-5-7-7 sílabas.