En entregas anteriores nos hemos aproximado al fenómeno de las magical girls que se producen fuera del archipiélago nipón, poniendo de relieve sus similitudes y diferencias con sus homónimas japonesas. En la primera entrega de esta serie de artículos, nos centramos en un ejemplo concreto, como es el caso de Mystical, una creación que se ha gestado en España y que, a su vez, fue inspirada por diversos títulos, entre los que destaca el que nos ocupa en esta segunda entrega, las W.I.T.C.H.
Esta es una obra que vio la luz en Italia en torno al año 2001 a manos de Elisabetta Gnone a cargo del guión,[1] y Alessandro Barbucci, y Barbara Canepa[2] como responsables del apartado artístico (aunque con posterioridad se han sumado nuevos guionistas y dibujantes a este título). Esta es un creación en colaboración con la firma Disney que, en un primer momento se publicó en formato cómic, siguiendo un formato que nos recuerda a las revistas japonesas, ya que cada capítulo de la historia se incluía en una revista periódica que, en vez de acompañarse de otras historietas, incluía apartados que permitían a los lectores conocer mejor a los personajes además de otros textos de actualidad. Además, dicha publicación iba acompañada de un regalo. A partir de este momento, W.I.T.C.H empezó a publicarse en otros países entre los que se incluye España (2003), siguiendo este mismo planteamiento, aunque, con el paso del tiempo y atendiendo a su éxito, pronto se lanzaron al mercado tanto revistas especiales con historias aparte, como cómics recopilatorios y distintas novelas que no hacían sino adaptar la misma trama.
En 2006 esta obra contó con su propia adaptación animada, una producción franco-americana a manos de SIP Animation con la colaboración de Jetix Europe Francé Télévisions y, por supuesto, The Walt Disney Company. En este caso, también se extendió por diversos países, aunque nos gustaría señalar que lo que representa esta serie de animación dista un poco de lo que nos mostraron los cómics originales: los personajes quedan reducidos a meros tópicos en cuanto a su carácter y forma de actuar, se modifican algunos aspectos de la trama incluyendo la presencia de una especie de mascota mágica que las acompaña y la trama queda simplificada. Por estos motivos, en este texto vamos a centrarnos únicamente en el cómic, analizando a los personajes y el tratamiento de la historia con el fin de señalar sus vínculos con el género de las magical girls.
A grandes rasgos, nos encontramos una trama protagonizada por cinco chicas; Will, Irma, Taranee, Cornelia y Hay Lin (si nos damos cuenta, el título de la obra, que no deja de ser el nombre que se dan las chicas como grupo mágico procede de la unión de las iniciales de sus nombres), estudiantes de instituto normales y corrientes que han sido elegidas por una fuerza superior a ellas para poseer los dones de los elementos así como, en el caso de Will, ser portadora del llamado corazón de Kandrakar, que analizaremos después. Su misión es salvaguardar el equilibrio entre los distintos mundos, estando al servicio del Oráculo de Kandrakar y las labores que este les imponga.
Siguiendo el mismo esquema que en nuestro artículo anterior, vamos a ir analizando las características de W.I.T.C.H:
Esto es algo que ya hemos señalado con anterioridad, además cada una de ellas denota una personalidad muy marcada. Partimos de Will, una chica nueva en la ciudad con un carácter un tanto introvertido que será nombrada líder del grupo. Irma, ligada al elemento del agua, es mucho más extrovertida, alegre y despreocupada, llegando a rozar incluso la irresponsabilidad en ocasiones, todo lo contrario a Taranee, que lleva poco tiempo en el instituto y es la responsable del elemento del fuego. Cornelia es la cuarta integrante del grupo, posee el elemento de la tierra y tiene un carácter fuerte que le hace tener ciertos conflictos con el resto de sus compañeras, aunque también destaca por su lealtad. Por último, Hay Lin, que represente el elemento del aire es imaginativa e ingeniosa. Hay que destacar que además de sus dones ligados a los elementos, estos personajes tienen habilidades menores como la capacidad de Will de hablar con los electrodomésticos.
Precisamente, es la abuela de esta última, Yan Lin, la que sirve de nexo con Kandrakar y el Oráculo, y, durante el primer capítulo, es la que les desvela sus poderes. Esta es una escena que nos permite ver perfectamente el carácter de cada uno de los personajes, atendiendo a sus reacciones.
Otro aspecto que nos gustaría destacar de esta serie es como unos personajes son completamente diferentes entre sí, ya no sólo por su personalidad, sino por el tratamiento físico. Normalmente, en este tipo de series y al ser chicas de la misma edad prácticamente estamos ante calcos donde la única diferencia es el color y corte del pelo, sin embargo, aquí nos vamos a encontrar diversidad racial y corporal, lo que se respeta, en mayor o menor medida, cuando las chicas se transforman.
Igualmente, otro aspecto de interés es que a lo largo de los distintos arcos se unen a la formación original otros personajes, como es el caso de Orube. Por lo que sabemos acerca de ella, ya que procede del propio Kandrakar, es más mayor que nuestras protagonistas y sus poderes radican principalmente en la fuerza física y en sus capacidades para luchar. También, las W.I.T.C.H cuentan con aliados en distintas dimensiones, como es el caso de Elyon en el llamado Metamundo, hay que decir en un primer momento este personaje se presenta como una rival a causa de la intervención de los auténticos villanos del arco para luego cambiar.
Aquí, al igual que ocurre en el caso de Mystical, no hay una mascota propiamente dicha. La vinculación con el mundo mágico viene de la mano de Yan Lin, la abuela de Hay Lin que, además, a lo largo de la historia irá ascendiendo posiciones hasta convertirse en toda una autoridad de Kandrakar.
Bien es verdad que con el avance de la trama y la inclusión de Orube se intentó añadir, de forma un tanto forzada, una criatura mágica llamada Wee que realmente se escapa de su dimensión para colarse en el mundo humano. Si nos paramos a analizarlo, además, su apariencia a medio camino entre un animal y una criatura mágica kawaii no cumple ninguna de las características de estas mascotas-guía. Realmente, estamos ante una excusa para introducir una serie de gags cómicos sin dejar de lado las posibilidades que puede traer consigo en cuanto a lo que merchandising se refiere.
Por supuesto, aquí también vamos a ver originales atuendos en el momento de transformarse, así como ciertos cambios físicos y, como rasgo significativo, la aparición de unas pequeñas alas.
En primer lugar, cuando nuestros protagonistas se transforman adquieren una apariencia mucho más adulta, sus cuerpos se estilizan respetando más o menos su fisonomía original y se les incluye maquillaje (al menos un tono más oscuro de labios). En este caso no hay un código de color que permita diferenciar a cada personaje sino que todas llevan los mismos tonos, morado, verde y azul, lo que cambia es el corte del traje, que obedece también al estilo personal de cada una de las W.I.T.C.H. De esta manera nos vamos a encontrar tops de mangas largas, cortas, de mayor escote, faldas con mucho vuelo, otras mini, calzados de tacón, zapatillas deportivas… Bien es verdad que tanto Will como Taranee (quizás por ser los personajes más cercanos) lucen el esquema parte de arriba morada – parte de abajo verde, mientras que las demás lo llevan a la inversa. Las alas siguen estas mismas tonalidades y en teoría son un mero adorno, exceptuando el caso de Hay Lin que, como guardiana del aire, sí que puede volar.
Nos gustaría señalar que este es un esquema que se mantiene en todas las generaciones de W.I.T.C.H, lo sabemos porque en uno de los arcos se hace alusión a la generación anterior de guardianas, apareciendo estas transformadas poniendo de relieve el mantenimiento de esta estética.
Hay que decir que a lo largo de la historia, esta serie sufrió una especie de reboot que no hizo otra cosa que perjudicarla, ya que se dejó atrás prácticamente todo lo que había ocurrido y se hizo un lavado de cara completo a los personajes, incluyendo sus propios trajes mágicos, que obedecían a este mismo esquema de colores pero con diseños mucho más intrincados y ciertas modificaciones en los peinados. Las alas también fueron un elemento que cambió de tamaño y se volvieron útiles.
En este caso, el objeto que propicia la transformación de todas además de desempeñar otras funciones es el corazón de Kandrakar, cuya guardiana es Will. Como tal, tiene la capacidad de invocarlo y con su aparición propiciar la transformación tanto propia como del resto de sus compañeras. Como suele ocurrir con este tipo de objetos (podemos citar a modo de ejemplo el caso del cristal de plata de Sailor Moon) son muy codiciados por los distintos villanos que van apareciendo, al ser símbolo y recipiente de un importante poder, pero, a su vez, son elementos que suelen estar ligados intrínsecamente a la persona a la que pertenecen, siendo prácticamente una parte más de su cuerpo, lo que los convierte en algo inútil cuando cambian de manos.
Hay que decir que las W.I.T.C.H no tienen armas sino que se basan en sus poderes mágicos relacionados con los elementos. Si bien, aunque en un primer momento esto se respetaba bastante y contaba con una serie de reglas (por ejemplo, Irma si no tenía acceso a un canal donde fluyera agua no podía invocarla sin más) estas se fueron difuminando, llegando estos poderes a convertirse en meros rayos de luz de colores que herían a los enemigos.
Bien es verdad que a lo largo de la serie aparecen otros objetos mágicos, como una especie de cápsula o reloj de arena entregado a Cornelia en una de las últimas tramas, pero su importancia queda ligada a un solo fragmento de la historia, olvidándose en el capítulo siguiente. Lo mismo ocurre con la última entrega que conocemos de esta serie, donde las guardianas obtienen una especie de poder que al unirlo las hace pilotar un mecha de modo que cada una de ellas controla un sentido. Como decimos, esto es algo que, por suerte, no siguió adelante.
Esto viene a incidir en el siguiente punto:
La unión hace la fuerza y este es un claro ejemplo de ello, partiendo del hecho de que en la serie nos encontramos ante situación en las que las protagonistas no pueden transformarse dada la inconsciencia o captura de Will (aunque como hemos comentando, estas reglas se irán flexibilizando).
A pesar de esto, vamos a encontrarnos con capítulos que están especialmente dedicados a cada una de las protagonistas, con el fin de desarrollar el personaje para que los lectores puedan conocerlo mejor, para hablar de su interés romántico o bien para seguir un esquema muy típico de estas series en el que los personajes tienen que recuperar la confianza en sí mismas y volver a familiarizarse con sus poderes, que aumentarán cuando este encuentro se resuelva de forma satisfactoria.
O así lo entendemos desde nuestro punto de vista occidental, acostumbrados a heroínas que proceden de la historieta americana y cuyos tratamientos físicos así como poderes beben de la masculinidad. En este caso nos encontramos a chicas normales, con atuendos coquetos que son capaces de salvarse a sí mismas y a aquellos que los rodean sin dejar de estar bonitas y sin perder un ápice de su carácter.
Si bien, no dejan de estar supeditadas a una autoridad masculina, como es el Oráculo, aunque al final de la serie este puesto será ocupado por una mujer. En cuanto a los villanos, nos vamos a encontrar un amplio abanico que abarca hombres, mujeres y criaturas mágicas por igual, y lo mismo se pude decir en cuanto a sus aliados.
No obstante, sí que nos gustaría señalar lo dicho: tenemos un conjunto de protagonistas femeninas que, sin renunciar a esta feminidad, son fuertes, valientes y combaten en favor de la protección del universo.
Para saber más:
Notas:
[1] Gnone ha trabajado para Disney en bastantes ocasiones, colaborando con distintas revistas y publicaciones. No obstante, también ha desarrollado su carrera como escritora de la trilogía Fairy Oak, publicada en nuestro país por parte de la editorial Planeta.
[2] En el caso de Barbucci y Canepa, podemos destacar su producción como dibujantes, contando con toda una serie de obras propias entre las que destacan títulos como Sky Doll (Norma Editorial). Igualmente, han realizado obras por separado, en el caso del primero destaca Ekhö (Norma Editorial) y más recientemente la primera entrega de Las Hermanas Grémillet (Editorial Astronave). Respecto a Canepa, END 1. Elisabeth (Norma Editorial) ha sido la única obra en solitario que ha llegado a nuestro país.